Quizás la pandemia se encuentre ya en un rincón del cuadrilátero pero las dentelladas que ha soltado durante este año y medio seguirán afectando durante años a la sociedad. A las cifras de la tragedia humana, emocional y social, se unirán también consecuencias de otro tipo, ante todo económicas, que afectarán a todos los niveles. Los tribunales y juzgados navarros ya empiezan a recibir esos primeros mensajes de las posibles derivaciones de la Covid que tendrán su traducción directa en fórmula de demandas, encabezadas por las deudas financieras, los despidos, los ERTE, los cierres de empresas y las bajadas de persiana de los autónomos y los ahogos en los bolsillos de las familias. A ello aludió ayer el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Joaquín Galve, en la apertura del año judicial en la Comunidad Foral. En dicho acto, Galve recordó las necesidades de la planta judicial que preside para los tiempos más inmediatos y la carga de trabajo que se avecina en los ámbitos civil, laboral y mercantil.

En el capítulo de necesidades de plantilla, en la Memoria Judicial del TSJN, elaborada el presente año, correspondiente a 2020, se han solicitado la creación de las siguientes plazas judiciales: la sexta plaza de magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia de Navarra, cuya creación, sin fecha, ya ha sido aceptada por el Ministerio de Justicia y el CGPJ; la tercera plaza de magistrado para la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia; un segundo juzgado de lo Mercantil; y una cuarta plaza de juez de adscripción territorial.

Refiriéndose a los datos de la pasada anualidad, para explicar las peticiones, Galve subrayó el aumento del 40% registrado en el primer semestre de este año 2021 en la jurisdicción civil respecto al mismo periodo del año anterior. También puso el acento en el incremento de ingreso de asuntos civiles -75%- en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, en donde, sin embargo, la pendencia solo aumentó un 14%. Esta Sección, que cuenta con cinco magistrados titulares y uno de refuerzo, tiene unos 1.800 asuntos pendientes, más de la mitad recursos de demandas de cláusulas suelo.

Galve recordó que los juzgados y tribunales navarros presentan los índices más bajos de congestión y asuntos pendientes de toda España, así como la segunda mejor tasa de resolución. “Se trata de unos números excelentes que sitúan a Navarra entre los primeros puestos del ranking”, ha señalado Galve, quien ha resaltado, además, que la Comunidad foral registra una de las tasas de litigiosidad más bajas, tras La Rioja y la CAV, según el informe La Justicia dato a dato, elaborado con los datos de 2020 por el CGPJ. Así, el pasado año se incoaron en los juzgados navarros, aproximadamente, 58.200 procedimientos, de los cuales el 56% fueron penales, el 35% civiles, el 6,5% laborales y el 3% de lo contencioso-administrativo.

Por otro lado, Galve recordó en su discurso que en el último acto de apertura del año judicial, en septiembre de 2019, hizo referencia a la falta de espacio del Palacio de Justicia de Pamplona. Y destacó que “pasados dos años, parece que la cosa va por buen camino, y se han dado los pasos previos entre el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona para la construcción de un edificio, junto al que nos encontramos, que no solo solucionará los problemas actuales, sino que, además, durante un largo periodo de tiempo podrá albergar las futuras creaciones de órganos”.

También ha ensalzado el presidente del TSJN el avance tecnológico implementado durante la pandemia, que conllevó la posibilidad de que a lo largo del año 2020 un total de 394 personas pertenecientes a la Administración de Justicia pudieron teletrabajar con la correspondiente conexión en remoto con el sistema de gestión procesal Avantius. “En este punto debe reconocerse la excelente disposición y labor desempeñada por la Dirección de Justicia del Gobierno de Navarra, atendiendo a la urgencia y excepcionalidad de la situación creada, dando satisfactoria respuesta, en tiempo y forma”, agradeció Galve.

La renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial también ha sido otro de los aspectos abordados por el presidente del TSJN en su discurso. Según indicó, “el hecho de que no se haya renovado y la reforma legal que impide al órgano de gobierno de los jueces el nombramiento de altos cargos afecta a la composición de la Sala de lo Civil y Penal del TSJN, que en este momento solo cuenta con tres de sus cinco miembros”. “Uno de ellos (Juan Manuel Fernández ) ostenta actualmente el cargo de vocal del CGPJ y tiene dedicación exclusiva al formar parte de la Comisión Permanente y, por otra parte, el Consejo no puede nombrar a uno de los tres magistrados de designación autonómica ya propuestos por el Parlamento de Navarra (Patricia Moreno, Alicia Chicharro y Guillermo Barrios)”, comentó.

“El hecho de que no se haya renovado el CGPJ afecta a la composición de la Sala de lo Civil y Penal del TSJN”

“El aumento en los asuntos civiles alcanza más de un 40% y es de un 75% en la Audiencia”

Presidente del TSJN