a eliminación en Primaria de la cuarentena en bloque tras detectar un positivo fue recibida con mucha satisfacción en los centros educativos de toda Navarra. Los colegios públicos San Juan de la Cadena de Pamplona y Juan de Palafox de Fitero son dos buenos ejemplos. El primero fue un centro muy golpeado por la covid a lo largo del año pasado, con 21 confinamientos, hasta tres en una misma clase, mientras que el segundo recupera poco a poco la normalidad tras unas semanas convulsas en las que hasta ocho de las doce clases de las que se compone tuvieron que ser confinadas.

En el caso del colegio pamplonés, a pesar de que este año académico no ha habido ningún positivo por el momento, todos recuerdan a la perfección la travesía que supuso el curso pasado. El centro contó hasta 21 confinamientos, a pesar de que en cada uno de ellos los contagios se produjeron fuera de las aulas. Es por eso que el director, Miguel Zafra, considera que la eliminación de la cuarentena en bloque -a partir de ahora, en caso de detectarse un positivo se realizarán pruebas PCR a toda la clase, confinando únicamente a los positivos- es “la decisión que había que tomar”. Especialmente golpeados fueron los alumnos y profesores de 5º de Primaria -hoy en 6º-, con hasta cinco confinamientos a lo largo del curso -tres en una de las secciones y dos más en la otra-. Inés Asensio, tutora entonces de 5º, hoy de la misma clase de 6º, se mostraba ayer contenta con la “tranquilidad y seguridad” que esta decisión ha traído para profesores, alumnos y familias. “Tener la situación un poco más bajo control a todos nos proporciona tranquilidad, también al alumnado, porque para ellos era agotador”, manifestó.

Un alumnado que es muy consciente de la noticia. “Me enteré casi antes por ellos que por mí misma”, comentó la docente. “Las familias al final lo estaban deseando, porque ha supuesto muchas dificultades para conciliar la vida laboral y familiar. También hay chiquis que tiene más capacidad o un ritmo de aprendizaje mejor en este contexto y otros para los que suponía un desfase curricular muy potente. Ellos son los que más contentos están, aunque nosotros también”, concedió.

Los confinamientos obligaron al profesorado a reinventarse y pensar otras maneras de impartir sus materias: “Tuvimos que ir aprendiendo sobre la marcha. Era la primera vez en nuestras vidas que hacíamos una docencia a través de esta metodología, por lo que era un aprendizaje continuo. También a nivel organizativo”.

Sobre este continuo aprendizaje hablaba también Zafra, que explica que tras cada uno de los periodos en los que tuvieron confinada a alguna de las clases se elaboraba una encuesta de satisfacción, tanto a los profesores como a las familias, para evaluar la experiencia y mejorar de cara a posibles futuros confinamientos. “Tanto el profesorado como las familias colaboraron y eso hizo que fuésemos mejorando. Al final todo fue bien, las familias nos agradecieron el esfuerzo y nosotros a ellos, porque si no están ellos detrás todo sería imposible”, apuntó Zafra.

La dificultad de la situación era todavía mayor si en la clase había algún alumno que ya hubiera pasado la enfermedad, ya que ante un nuevo confinamiento estos no tenían que guardar cuarentena, sino que podían acudir a clase. De esta manera, el profesorado tenía que trabajar con varios alumnos en el aula, a la vez que lo hacía con la mayoría del grupo en sus casas.

Con la situación actual, el único escollo que queda antes de llegar a la normalidad son las mascarillas, algo que Zafra espera que pueda cambiar pronto en determinadas circunstancias, como por ejemplo en los recreos o en las clases de educación física. Asensio explicó que “a nivel didáctico, organizativo y metodológico ya se funciona con normalidad, pero con las mascarillas se pierde esa atención más humana y emocional con los alumnos”.

El Colegio Público Juan de Palafox de Fitero va poblando sus aulas de alumnos tras unas semanas convulsas, con hasta ocho de las doce clases de las que se compone el centro confinadas. Profesores, alumnos y familias han vivido situaciones similares a las que vivieron el año pasado en San Juan de la Cadena, aunque también han tenido otros problemas, como el del acceso a internet en algunos casos. Iñaki Yanguas, docente en el colegio y encargado del Plan de Contingencia, coincidió al destacar que los casos no se producen en loscentros. “Lo bueno es que en total salieron nueve o diez positivos, más o menos uno por grupo, por lo que se demuestra que dentro de las clases no hay contagios”, explicó.

Las nuevas medidas de flexibilización que han entrado en vigor y que influyen también en la educación son “una buena noticia” para la nueva directora del colegio fiterano, Alicia Navarro. “Confinar solo al alumno positivo es más razonable. Ha quedado demostrado que los contagios no se producen dentro de las aulas, sino que son externos”, indicó Navarro.

El anterior protocolo de actuación era un verdadero problema para un centro educativo como el de Fitero. Yanguas incidió en que “es difícil llegar a todo el mundo, porque las características del colegio son que hay bastante alumno inmigrante, mucha gente sin recursos o estudiantes que se tienen que quedar con los abuelos porque los padres trabajan y no disponen de ordenador”. En este sentido, Alicia Navarro manifestó que “el Departamento de Educación el año pasado nos dotó con ordenadores y con varios puntos wifi para los niños sin posibilidad de tener acceso a ello y los pudimos repartir entre los escolares”.

A esta problemática se une también la dificultad de la educación online en gente tan joven. “Para nosotros es peor porque las clases a distancia no se llevan de la misma manera, para los niños también porque meter a un chiquillo de 3 a 10 años en casa 10 días imagínate y para los padres que ahora no tienen bajas en el trabajo y tienen que cogerse vacaciones para estar con ellos, pues igual”, expuso Yanguas, que sentenció, “lo de confinar yo no lo veo porque en la práctica luego no salen contagios dentro del centro”.

Lo que sí quisieron dejar claro tanto Navarro como Yanguas es el excelente comportamiento que han tenido los estudiantes de primaria durante la pandemia. “Mira que eran muchos cambios pero se han adaptado muy bien, tanto las familias como ellos han respetado todo lo que se decía”, indicaron.

Con sus distintas circunstancias, pero una experiencia parecida en cuanto a los confinamientos, en ambos centros celebran ahora el regreso de parte de la vieja normalidad.

“Confinar solo al alumno es más razonable, porque los contagios no se producen en las aulas”

Directora del CP Juan de Palafox

“Eran muchos cambios, pero los alumnos y las familias se han adaptado muy bien”

Profesor en el CP Juan de Palafox

“Las familias lo estaban deseando, porque ha supuesto problemas de conciliación”

Profosora en el CP San Juan de la Cadena

“Las familias y el profesorado colaboraron y eso hizo que fuésemos mejorando”

Director del CP San Juan de la Cadena