Este prototipo de vacuna con sello navarro ha mostrado eficacia frente a las distintas variantes y podría ser una alternativa en países que no han tenido acceso a la vacuna.

- ¿En qué consistió su investigación y cómo encontraron el prototipo?

-Inicialmente nos centramos en identificar la capacidad de regiones del virus para inducir anticuerpos. Después, usamos esta información para diseñar una vacuna capaz de neutralizar al virus. Probamos varias formulaciones para encontrar un prototipo capaz de proteger frente a la infección letal por el coronavirus en ratones.

¿Se asemeja a alguna de las vacunas ya disponibles?

-Nuestro prototipo es una vacuna sintética como las de Pfizer y Moderna, pero al contrario de estas, que se basan en ARN, la nuestra se basa en péptidos que se preparan mediante síntesis química. Este modelo ofrece la ventaja de que es un proceso homogéneo y estable, y usa una tecnología muy sencilla que permite adaptarse con facilidad a la secuencia de posibles nuevas variantes. De hecho, los ensayos muestran que actúa frente a las variantes que han surgido.

¿Cuántas dosis se necesitan y cuál es su nivel de protección?

-En nuestros ensayos hemos utilizado dos dosis como la mayoría de las vacunas aprobadas. No hemos analizado la capacidad de protección en humanos, pero en nuestro estudios en ratones, cuando utilizamos una dosis letal del virus, logramos protecciones del 75%. Pero es difícil extrapolar estos datos a la infección natural en humanos, donde la dosis infecciosa es muy variada y distinta.

¿Cuándo tienen previsto comenzar los ensayos con humanos? ¿Quiénes serán los candidatos dado que la mayoría está vacunada?

-Los ensayos en humanos requieren de la aprobación por las autoridades sanitarias y de una inversión muy importante por parte de empresas promotoras. En este momento, nuestro trabajo de prueba de concepto ya se ha realizado. Ahora, dependerá de cómo evoluciona la pandemia para ver la necesidad de iniciar las fases de desarrollo clínico de esta vacuna. Los candidatos serían aquellos países donde la vacunación no está llegando de forma eficaz. Además, este prototipo podría ser utilizado en protocolos de vacunación de refuerzo o en la base de nuevas vacunas frente a futuras variantes del virus.

¿Cuándo se podrá comercializar y cuál es su coste de producción?

-Todo dependerá de cuando se inicien las fases clínicas, pero estamos aún lejos de llegar a una vacuna que se pudiera comercializar. En cuanto al coste, no lo hemos estimado a escala industrial, pero al ser un proceso de síntesis química muy establecido, los precios de producción son bajos.

El hecho de que no se necesiten congeladores para su conservación, ¿podría facilitar su uso en países en vías de desarrollo?

-Sí, esa es una de las ventajas. Al estar basada en péptidos sintéticos, cuya estabilidad a temperatura ambiente es muy alta, es posible preparar vacunas que se distribuirían sin necesidad de congelación, lo que facilita su reparto a zonas sin esas infraestructuras. El objetivo no es competir con las ya disponibles , pero dada su facilidad de desarrollo puede ser una alternativa en países que aún no tienen acceso a la vacuna.

¿Cuál es su valoración sobre la situación actual de la pandemia? ¿Ven factible una sexta ola?

-Es difícil hacer predicciones en este momento, en el que un porcentaje alto de la población está vacunada en nuestro entorno. Sin embargo, hay muchos países donde casi no se está vacunando y en los que el virus está evolucionando.

¿Creen que será necesario la vacunación anual como con la gripe?

-Todavía no hay una respuesta. Hay muchos estudios que están valorando esa necesidad pero todo dependerá de la evolución de la pandemia, de la aparición de nuevas variantes y del efecto de las vacunas actuales para prevenir su diseminación a largo plazo.