- Dos días antes del desbordamiento del Arga, Ainhoa Gota ya colocó parte del mobiliario en una serie de baldas instaladas en el bajo de su vivienda ante la previsión de la riada. Ella vive junto a su familia en una casa situada en el puente de la Magdalena, en Pamplona. "Para colocar esas estanterías tomamos como referencia los metros de altura a los que llegó el agua en 2013. Sin embargo, esta vez el río ha superado esas medidas y hemos perdido la mayoría del mobiliario, libros, archivadores, electrodomésticos, etc.", detallaba Ainhoa angustiada. La parte baja de su inmueble, compuesto por cocina, salón y cuarto de baño, ha quedado cubierto por el agua; y tanto ella, como su pequeño hijo Izan, y su sobrina Maider quedaron atrapados en la segunda planta desde el jueves por la noche, y previsiblemente hasta este sábado no podrán salir de casa.

Patxi, su pareja, ante la previsión de que podía quedar aislado por el río en la noche del jueves, hacia las 20.30 horas decidió dormir en una autocaravana que tienen. De esta forma, se aseguró ir al trabajo. "Mi madre habita la vivienda contigua a la mía, y a eso de las 7.00 horas, el agua se encontraba a 30 centímetros de su balcón", relataba Ainhoa.

Esta joven agradeció la atención ofrecida por protección ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona y Policía Municipal. "A las 17.30 horas del jueves ya observamos que el agua llegaba al jardín, y cuando eso ocurre, hay riada segura", explicaba. Ahora Ainhoa espera que disminuya el caudal del río para empezar a recuperar su vivienda. "Tenemos que sacar con bomba el agua que ha quedado en el interior. Los electrodomésticos están flotando. Hemos perdido la cocina, el salón y el baño", contaba Ainhoa con una voz entrocortada por la emoción.