"Súper bien, no me ha dolido nada", tranquilizaba Ainara a Leire, que llegaba nerviosa a la vacunación contra la covid en Tafalla, localidad junto con Doneztebe/Santesteban y Tudela abrían este miércoles la administración de dosis a los menores de entre 5 y 11 años en Navarra. Son compañeras de clase y amigas, y ambas tienen muy clara la importancia de recibir las dos dosis de Pfizer. "Así estamos más seguras, es más difícil que nos contagiemos y que contagiemos a nuestra familia ahora que llega la Navidad", explican las escolares de 10 años.

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Unos minutos después llegaban Julia, de 11 años y Rubén, de 9, acompañados de su padre y su madre. Ambos nerviosos pero con ganas de recibir su primera dosis. "Ahora, si nos contagiamos, tendremos síntomas más leves. Como somos pequeños, a veces nos relajamos y nos quitamos la mascarilla, así que así estaremos más seguros", explica Julia a Rubén para calmar sus nervios. Sus padres, Nacho y Sonia, no dudaron a la hora de coger cita para vacunar a sus hijos. "Teníamos muchas ganas de que se vacunaran, de cara a las Navidades y de cara a la vida en general. Nosotros hemos visto que la vacuna reduce los síntomas y la posibilidad de cogerlo, así que no dudamos con ellos", relatan.

Tres de los menores que han recibido la vacuna este miércoles en Navarra.

Precisamente, la llegada de las fechas navideñas es una de las razones por las que muchos padres y madres no han dudado en vacunar a sus hijas e hijos. Elora, de 10 años y también vecina de Tafalla, llegaba algo nerviosa pero contenta por recibir el pinchazo por una razón muy importante: visitar a su abuela con más seguridad. "Tengo nervios pero porque yo soy muy nerviosa, pero tengo ganas de vacunarme, así podré abrazar y estar con mi abuela estas Navidades". Como el resto, su madre, Ange, tampoco dudó a la hora de coger vez para su hija: "Si hay que vacunarse se vacuna y ya está. Si es la solución para parar un poco todo, pues hay que hacerlo".

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Vacunación infantil

"¿Es como la de la gripe?", le preguntaba Hugo a un compañero de clase, a la respuesta de "sí", se quedaba más tranquilo justo antes de entrar a recibir el pinchazo junto a su hermano mellizo, Mateo. "Estamos todos vacunados, sus padres, su hermano mayor y toda la familia. No sabemos si nos juntaremos en Navidad, pero teníamos claro que queríamos vacunarles", explicaba su madre, Amaia.

Con la mano sujetando el papel del brazo, Oier y Eder, vecinos de Olite, eran de los primeros en salir del Kulturgune asegurando que "no les había dolido tanto como pensaban". Ambos dicen estar contentos de haberse vacunado porque así "estamos más seguros y podremos estar con nuestras familias".

Como ellos y ellas, al rededor de 500 niños y niñas se han acercado hoy por la tarde hasta el Centro Cultural Kulturgune de Tafalla desde las 16.00 hasta las 22.00 horas para recibir la primera dosis de Pfizer y estrenar, junto con Santesteban y Tudela, la vacunación infantil en la Comunidad Foral.

Cola para vacunarse en Tafalla.

Hasta el municipio han llegado escolares de la zona básica de Tafalla, Artajona y Olite de 9, 10 y 11 años. Al llegar, trabajadores de la Cruz Roja les pedían el DNI o Tarjeta Sanitaria tanto de los niños y niñas como de sus padres o tutores. "Tienen que traer esa documentación, y si no vienen con sus padres o tutores tienen que entregar una autorización firmada de uno de los dos", explica Alejandro Mayo, de la Cruz Roja, que a la vez intentaba tranquilizar a los más nerviosos. "La mayoría están tranquilos, pero hay alguno que le da más miedo y se pone más nervioso. Intentamos distraerles a la hora de ponerles el pinchazo", explica.

Esta campaña de vacunación del grupo comprendido entre los 5 y 14 años es especialmente importante, ya que los niños y niñas acumulan una gran incidencia en Tafalla y también en Navarra.

Al igual que en estas localidades, que han inaugurado la vacunación infantil, el resto de zonas continuarán mañana administrando la primera dosis a los escolares, que viven estos días con nervios y ganas, ya que a pesar de su edad, los más pequeños llegan a los puntos de vacunación sin rechistar y con mucha conciencia por frenar el virus.