Un joven, vecino de la localidad Milagro, de 22 años de edad y natural de Colombia, ha sido condenado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra a nueve meses de prisión por un delito de resistencia con la agravante de reincidencia después de haber sido detenido por un delito de violencia de género y amenazar de muerte a los policías forales de la comisaría de Tafalla, además de insultar gravemente a la jueza instructora. Esta sentencia viene a confirmar la condena que ya le impuso el Juzgado de lo Penal 4 de Pamplona. El acusado arrastra, entre otras, una condena de más de cuatro años de cárcel por malos tratos a su pareja dictada por el juzgado especializado en violencia sobre la mujer, condena que ha sido recurrida.

En el caso del delito de resistencia, la resolución expone como hechos probados que sobre las 09.45 horas del día 1 de marzo de 2021, el acusado fue conducido en calidad de detenido desde la Comisaría de Pamplona hasta la de Tafalla a los efectos de recibirle declaración como investigado.

Los agentes de la Policía Foral que se encargaron de su traslado comunicaron a los agentes, de retén en la comisaría de Tafalla, que el acusado estaba muy agresivo y que le pusieran bien las esposas ya que por la noche se las había conseguido soltar. Una vez en el interior de los calabozos de la comisaría, el procesado continuó con su actitud agresiva, comenzando a propinar patadas y golpes en la celda. Seguidamente, tras desatender las órdenes de los agentes que lo custodiaban para que se calmara, el acusado comenzó a gritar "dile a la puta de la jueza que me atienda ya".

Sobre las 11.48 horas de ese día 1 de marzo los agentes antes referidos sacaron del calabozo al acusado cinco minutos para que se tranquilizara, dando un paseo por el garaje de la comisaría. Una vez en la celda de nuevo, el acusado volvió a ponerse agresivo y violento, comenzando a golpear de nuevo las paredes de la celda y a insultar a los agentes y a la jueza de Instrucción.

Sobre las 14.15 horas y cuando el detenido iba a ser puesto a disposición judicial, se meó en el interior de la celda pese a que los agentes le ofrecieron la posibilidad de ir al baño de comisaría. Cuando los agentes le dijeron que iban a darle una fregona para que lo limpiara el acusado les espetó: "que lo limpie la puta de la limpieza que está para eso". En ese momento pidieron al acusado que se quitara la chaqueta para ponerle bien los grilletes, ya que por la forma que la llevaba no era posible un engrilletamiento seguro, para así poder ponerlo en presencia de la jueza.

Como quiera que se negaba a sacar el dedo de un agujero de la cazadora que portaba, los agentes trataron de soltarlo, a lo que el encausado, con el ánimo de imposibilitar la labor de los agentes y menospreciar su autoridad y las órdenes legítimas que le estaban dando, comenzó a forcejear con los mismos provocando la caída al suelo de los intervinientes, al a vezque se dirigía ellos diciéndoles "en mí país no durabais ni dos minutos". Fueron necesarios varios agentes de Policía Foral para colocarle los grilletes por la fuerte oposición del acusado, el cual, durante todo este tiempo, con la intención de amedrentar a los agentes, empezó a gritarles "si estuvierais en mi país no estaríais aquí, os voy a matar".