El argelino Benchohra Bakthil, de 27 años, se recupera en casa de un amigo de las dos cuchilladas que sufrió el viernes de la semana pasada en Tudela y que requirieron un total de 55 puntos de sutura. El joven asegura que fue atacado por un compatriota después de haber mediado en la agresión que cometió la misma persona detenida por la Policía Foral y que ya ha ingresado en prisión. "Me acuchilló para intentar matarme por haber defendido al chico al que le rompió la botella de cerveza en la cabeza. Conmigo no había tenido ningún problema ni discusión".

Bakthil, que lleva seis meses residiendo en Navarra y viajó a Tudela con estudios de Educación Física y Contabilidad bajo el brazo, se encontraba en un bar cercano a la mezquita de Tudela con unos amigos cuando presenció la agresión cometida por el varón arrestado por la Policía Foral, al que conocía por formar parte de la comunidad argelina. "El chico al que le rompió la cabeza es primo del detenido. No hubo discusión entre ellos", relata el joven.

Según el testimono de Bakthil, el agresor "le dijo a su primo: ¿Por qué me miras? Cogió la botella de cerveza y se la rompió en la cabeza", relata Bakthil con la ayuda de un amigo que ejerce de traductor. Al ser testigo de la agresión, se dirigió al autor de las lesiones. "Le dije que no le pegara, que si tenía algún problema, que hablase conmigo".

Lesiones en la cabeza del primo del detenido producidas por el botellazo.

Tras estos hechos, Bakthil se dirigió a la mezquita de Tudela a realizar sus oraciones, pero recibió una llamada telefónica del agresor en la que le amenazó de muerte. "Voy a mandarte con tu madre", le dijo, en alusión al fallecimiento de la madre de Bakthil ocurrida hace pocos días. Al salir de la mezquita, el autor de la agresión le estaba esperando. "Escapé corriendo y me persiguió hasta que me alcanzó. Me clavó el cuchillo en el pecho. Quería darme en el corazón", afirma el joven.

Brazo en el que recibió una de las dos cuchilladas.

En los intentos por zafarse, Bakthil recibió otra puñalada en el brazo que le afectó a los tendones. Gracias a la ayuda de otros peatones, que escucharon sus gritos pidiendo auxilio, el agresor emprendió la huida. "He estado dos días en el hospital ingresado. Me han dado 35 puntos en el pecho y 20 en el brazo. Podría haberme matado, que era lo que pretendía", concluye el joven.