La Policía Nacional de Pamplona ha detenido a dos jóvenes como presuntos autores de los delitos de hurto y amenazas. Los hechos sucedieron a principios de semana cuando la víctima dejó su coche estacionado en una calle del centro de la ciudad y, por descuido, no lo cerró con llave. Al ir a recogerlo, se percató de la falta de varios objetos personales.

Concretamente le habían sido sustraídos dos bolsos conteniendo documentación personal y tarjetas de crédito, unas gafas de sol valoradas en ciento veinte euros (120), una altavoz valorado en ciento cincuenta euros (150) y una cámara fotográfica profesional valorada en novecientos euros (900).

Las nuevas tecnologías facilitaron la localización de los presuntos autores

La víctima comenzó entonces a recibir mensajes de su entidad bancaria notificando el uso de su tarjeta de crédito sustraída a través del sistema "contactless". Se trataba de diferentes pagos por un valor total de sesenta euros (60) en distintos establecimientos hosteleros del centro de la capital.

Al tener la localización exacta de los establecimientos, la víctima se desplazó a ellos para entrevistarse con los propietarios e intentar obtener alguna información resultando que, en todos ellos le aportaron la misma descripción de los consumidores y en uno de ellos además, la propiedad le reveló que los posteriormente detenidos habían pedido que les guardase una cámara fotográfica que pasarían a recoger con posterioridad.

Cuando la dueña del restaurante se la mostró, la víctima reconoció su cámara sustraída y decidió esperar junto a un familiar a que los jóvenes regresaran para intentar recuperar sus pertenencias.

La colaboración ciudadana propició la detención de dos personas

Horas después, la víctima, acompañada de un familiar, observó como dos jóvenes, con las características descritas por los hosteleros, accedían al interior del restaurante, por lo que entraron tras ellos para preguntarles por los objetos sustraídos. Los presuntos autores, al verse interpelados por la víctima y su familiar, comenzaron, al parecer, a ponerse nerviosos y a proferir insultos.

En un momento de la discusión , uno de los posteriormente detenidos se hizo con un cuchillo de diecinueve centímetros de longitud de la barra del restaurante, amenazando con cortarles el cuello.

La víctima llamó entonces al 091 personándose de inmediato varios vehículos uniformados del Grupo de Atención al Ciudadano que redujeron y detuvieron a los presuntos autores.

Estos fueron trasladados a dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Navarra donde se instruyeron las diligencias policiales y a donde se desplazaron también víctimas y testigos para ser oídos en declaración. La cámara fotográfica fue entregada a su legítima propietaria y los autores fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Pamplona.