El aparatoso incendio registrado en la Pensión Eslava de Pamplona fue percibido por la mayoría de los vecinos del Casco Viejo, dada la gran humareda que generó el fuego.

En la misma calle Hilarión Eslava, una trabajadora relató tras el suceso que “lo primero que he escuchado han sido gritos, pero no les he dado mucha importancia porque suele haber discusiones. Entonces he visto que los gritos han ido a más y he salido del taller. He sentido un fuerte olor a quemado y he visto que salía mucho humo de la pensión”.

Esta mujer explicó que a continuación vio que “ya habían llegado a la pensión los primeros policías municipales. Luego han venido los bomberos bastante rápido y he visto cómo atendían a las personas que salían de la pensión y que habían inhalado humo, y a otros vecinos de la calle. Lo he vivido con muchos nervios, ha sido un gran susto”.

Hasta la calle Hilarión Eslava se acercó otra mujer con la intención de acudir al domicilio de su suegra, que reside enfrente de la misma pensión en la que se produjo el incendio. “Estaba muy nerviosa porque desde su casa veía el fuego, pero la Policía Municipal no me ha dejado pasar”, indicó.

Multitud de vecinos siguieron las tareas de extinción del fuego desde los balcones de sus casas.