Seis jóvenes han aceptado esta mañana de conformidad condenas de 9 meses de prisión en cinco de los casos y de una multa de 1.080 euros en el sexto por delitos de atentado contra agentes de la autoridad y resistencia después de los incidentes protagonizados con la Policía en el desalojo del gaztetxe del barrio de Rochapea de Pamplona, ocurrido el 2 de septiembre de 2021.

Ninguno de los condenados tiene antecedentes penales por lo que no tendrán que ingresar en prisión a cumplir la pena a condición de que no cometan un delito igual o similar en dos años. En tres de los casos tendrán además que pagar indemnizaciones a agentes policiales que resultaron lesionados. Una vez que se ha cerrado la conformidad, uno de los jóvenes ha declarado que "nos hemos visto obligados a aceptar el pacto de la Fiscalía por la amenaza que existía de que nos impusieran una pena que nos llevara a prisión. Con las peticiones de penas desproporcionadas que habían formulado, de casi 4 años de cárcel, nos encontrábamos en la tesitura de tener que coger un mal menor como este acuerdo o enfrentarnos a una amenaza y a un riesgo potencialmente mayor. Este es el coste represivo que tenemos y por eso nos preguntamos ¿con semejante coste quién se va a atrever de aquí en adelante a enfrentarse a desalojos?".

Los hechos acordados por los jóvenes en el juzgado exponen que entre las 9 y 10 horas del día del desalojo los seis estaban en las inmediaciones de la calle Artica de Pamplona, donde se había convocado una concentración. El grupo de jóvenes reunidos no se había situado en el lugar indicado por la Delegación del Gobierno para la concentración, sino en otra zona donde la Policía estaba cortando el tráfico, por lo que les requirieron para que ocuparan el lugar previsto.

Sin embargo, dice el acuerdo, estas personas adoptaron una actitud violenta hacia los agentes y se fueron desplazando por diversas calles adyacentes.

Tres de ellos salieron corriendo hacia el campo de béisbol cercano donde se les dio alcance y, según la acusación, se opusieron a la detención lanzando patadas y puñetazos a los agentes, sin llegar a alcanzarles. Otros dos acusados formaron parte de un grupo que volcó contenedores en la calle y también se opusieron a la detención, propinando golpes a dos agentes. Finalmente, el condenado por resistencia formaba parte de un grupo que de acercaba al cordón policial de forma violenta desde la avenida Marcelo Celayeta, por lo que los policías trataban de disolverlo. El joven fue retenido por la Policía y al tratar de zafarse de los agentes, lesionó a dos de ellos. Les tendrá que pagar una indemnización de 2.020 euros, además de ser condenado a una pena de multa de 1.080 euros.