Rupérez recoge el relevo de Jotas

El Club Baloncesto Valle de Egüés despidió este miércoles al que ha sido el entrenador durante las últimas tres temporadas del equipo de Segunda FEB Castillo de Gorraiz Valle de Egüés, José Javier Unzué, así como a su cuerpo técnico, formado por Jonathan Segur y Gorka Pérez. Una decisión que, tal y como explicó el propio técnico, ha sido tomada por la complicada situación familiar que le impedía dedicarse al completo a su equipo: “Mi familia me necesita ahora mismo”, señaló Jotas, quien recordó que compaginaba su labor en el banquillo con otro trabajo en un colegio: “Necesito tiempo. Tener que compatibilizar ambos trabajos es muy complicado. Yo me caracterizo por trabajar mucho y estar al 100%, y ahora no puedo hacerlo”.

Además, el entrenador se mostró contento por cómo se había dado la situación después de tomar su decisión de dejar los mandos del Castillo de Gorraiz Valle de Egüés:“Por un lado ha sido fácil porque no hay nada que echarse en cara ni que haya repercutido negativamente por el baloncesto, pero me da mucha rabia no poder seguir con algo que hemos construido nosotros”.

A pesar de dar un paso al lado en la dirección del primer equipo, Jotas afirmó que iba a seguir vinculado al baloncesto:“No tengo ninguna idea de abandonar este deporte. Al revés, yo estoy con mucha energía, creo que estoy en un momento buenísimo, ojalá mi vida personal cambie y en algún momento nos podamos ver pronto”. El técnico también quiso agradecer la confianza recibida por la junta directiva: “Alfonso apostó por mí cuando nadie me llamaba. Hemos logrado dos ascensos directos y la verdad es que no nos ha ido nada mal”. 

Por su parte, el presidente, Alfonso Zabalza, destacó el compromiso del técnico durante estas tres temporadas: “Ha sido un profesional ejemplar. Ha trabajado muchísimo y ha sido pieza fundamental en la construcción de este proyecto”. Aun así, reconoció que la noticia cayó como un “mazazo” al club, especialmente tras el buen rendimiento mostrado en las últimas semanas. 

Cambio de etapa

Sin embargo, Alfonso Zabalza celebró haber encontrado una solución rápida que permitirá continuar el proyecto sin frenar el trabajo realizado. El elegido para tomar el relevo es César Rupérez, quien se ha incorporado de inmediato para dirigir al equipo en la presente campaña. “Los astros se han alineado”, afirmó el presidente, al considerar que la llegada del nuevo entrenador permitirá mantener la línea de crecimiento del equipo. 

César Rupérez, por su parte, afirmó sentirse ilusionado por afrontar este reto y representar al baloncesto navarro:“Ante esta situación de emergencia y mi situación personal, este es un proyecto que, aunque es humilde, también es ambicioso”. Además, el nuevo técnico confesó cuáles son sus objetivos, tanto a corto como a largo plazo:“Primero necesitamos que ellos me conozcan a mí y que yo les conozca a ellos. He visto todos los partidos y tenía apuntes sobre lo que creo que el equipo tendría que mejorar. Luego, lo que queremos es mantener al equipo en la categoría y conseguir un equipo luchador, aguerrido y preparado para dar su máximo nivel”.

En cuanto a la clave o motivo por el que el subcampeón olímpico decidió embarcarse en esta nueva aventura, el navarro confesó:“Yo necesito contacto humano para sentirme entrenador. Además, en una situación de emergencia, hay veces en las que hay que dar el primer paso adelante, porque quedarse un poco a la expectativa y luego sumarse es muy cómodo”.

César Rupérez tampoco se olvidó de agradecer a la directiva del club por la oportunidad:“El club se ha movido muy rápido y de forma muy eficiente para conseguir el cambio de todo un staff”. Además, el técnico expresó sentirse preparado para lo que requiere la categoría:“Desde el lunes o el martes estamos funcionando con toda la maquinaria. Sé qué tipo de proyecto es, qué tipo de liga es y cojo el equipo con muchísimas ganas y energía para intentar dar mi toque personal”.