Después de dos compromisos fuera de Pamplona, uno en la Copa del Rey y otro en la Liga, ambos ante el BM Soria, Anaitasuna vuelve a su feudo para enfrentarse este domingo (12.00) al Trasmapi Gobycar Citubo HC Eivissa balear, un rival al que sólo aventaja en un punto en la clasificación. Se espera, por lo tanto, un partido marcado por la igualdad, como son por otro lado la mayoría de los duelos en la División de Honor Plata. El objetivo, continuar la buena tendencia en la que está inmerso el conjunto de Nacho Moyano, que encadena cuatro partidos sin perder.
Las salidas a Soria, donde en una semana conquistó dos victorias, han supuesto todo un resorte de confianza para los navarros. Primero en la Copa del Rey, donde eliminaron a los numantinos en la primera ronda del torneo. Y, pocos días después, en la Liga, donde de nuevo salieron triunfantes. Anteriormente Anaitasuna había ganado también al UBU San Pablo Burgos y al Trops Málaga, ambos en casa, y se había traído un empate de Oviedo, por lo que está atravesando su mejor momento de la temporada, al menos en cuanto a resultados se refiere. Ahora sólo falta que eso vaya de la mano del estado físico de los jugadores, ya que acumula lesiones como las de Iker Aguilera, Marco Moreno, Nico Ayúcar o Palacios.
Esta vez visita la Catedral el HC Eivissa donde juega Franco Gavidia, exlateral argentino de Anaitasuna. Los baleares lucen 10 puntos en su casillero, uno menos que su rival, y vienen de ganar al Alcobendas con contudencia. “Viene Ibiza, que para mí es una de las plantillas más hecha a conciencia de la categoría en la que están jugando. Será de las mejores, con jugadores con mucha experiencia en la Plata o jugadores que vienen destacando muchísimo en Primera Nacional”, analizaba esta semana un Nacho Moyano satisfecho por el buen rendimiento de su equipo si bien, advertía, “la racha positiva que llevamos vale para poco a la hora de afrontar el partido”.
Para poder superar al conjunto entrenado por Eugenio Tilves, incide en que los suyos deben “ser capaces de imponer” lo que quieren. “Ser capaces de defender. Que no estén cómodos en su ataque posicional, que tiene mucha calidad, y con jugadores en la primera línea que desbordan. Que planteemos un sistema defensivo en el que mandemos nosotros, por así decirlo, más que ellos. Y, a partir de ahí, poder correr. Aprovecharnos de su repliegue, que siempre hacen uno o dos cambios, e intentar conseguir goles fáciles de contraataque. Minimizar las pérdidas de balón”, recalcaba sobre todo.