Elegir un perfume para una misma no es fácil si no se tiene claro qué es lo que se busca; regalárselo a otra persona y acertar es una misión prácticamente imposible.
La oferta de fragancias es enorme y tremendamente diversa, pero al comprar un perfume buscamos ese aroma con el que nos sintamos identificados, ya que va a decir mucho de quiénes somos y de nuestra personalidad.
También servirá para que los demás nos identifiquen e influirá, y mucho, en nuestro estado de ánimo. ¿Quién no ha sentido alguna vez alegría, bienestar, placer o atracción o, por el contrario, tristeza, añoranza o nostalgia al percibir un aroma determinado?
Cada día, tras la ducha y la rutina habitual de belleza, elegimos la ropa, nos aplicamos el perfume y, entonces sí, ya estamos listas para iniciar la jornada. Aspirar el aroma que desprendemos es una sensación agradable, el problema es que con el paso de las horas muchas veces el olor se desvanece.
En el caso de las fragancias, es importante buscar un equilibrio (tan malo es que no huela nada como que huela demasiado) y a la hora de aplicarla el primer aspecto que debemos tener en cuenta es su intensidad. No es lo mismo un agua de colonia, que vaporizaremos por todo el cuerpo, que un agua de perfume, que rociaremos en forma de V empezando por un hombro, bajando por el escote para terminar en el otro hombro. En el caso del perfume, con un aroma mucho más intenso, lo aplicaremos en gotitas en unos puntos muy concretos.
Para tener siempre tu perfume en un estado óptimo y para que puedas disfrutar de su aroma a lo largo de todo el día te ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarte a conseguirlo. Ahí van diez sugerencias:
1- Aplícalo sobre la piel hidratada. Extiende sobre tu piel una crema hidratante antes de rociar el perfume, ya que la piel hidratada te ayudará a retener mejor el aroma. Si lo haces además después de ducharte o de darte un baño con agua tibia o caliente, los poros de tu piel estarán más abiertos, lo que ayudará que el perfume se adhiera mejor y dure más tiempo. Sécate bien y aplícate a continuación tu fragancia favorita.
2- Colócalo en puntos estratégicos. Hay unas zonas del cuerpo que retienen mejor el aroma del perfume que otras y son las zonas calientes, aquellas en las que se nota el latido del corazón. De esta forma, el cuello, las muñecas, la cara interior del lóbulo de la oreja o la parte interna del codo son algunos de los puntos de tu cuerpo en los que más durará el perfume.
3- Usa una base de vaselina. Aplicar una capa muy fina de vaselina en las zonas de la piel sobre las que posteriormente vas a pulverizar el perfume hará que el aroma se fije durante mucho más tiempo.
4- Utiliza productos de la misma gama. Utilizar un gel, una loción corporal, un aceite perfumado o una crema de manos que tenga la misma fragancia que tu perfume te ayudará a prolongar la duración del aroma.
5- Nunca lo frotes. Evita frotar las áreas donde te apliques el perfume, ya que de esa forma puedes romper y destruir las moléculas del aroma y hacer que se desvanezca más rápido. Pulverízalo y espera a que se seque.
6- Guárdalo en el lugar adecuado. Mantén el perfume en un lugar fresco y oscuro para preservar su calidad. Aunque resulte un poco incómodo, lo mejor es guardarlo en su caja original y sacarlo cada vez que vayas a utilizarlo. Evita tenerlo en zonas húmedas, como el baño, o exponerlo a la luz directa del sol, ya que pueden dañarlo y en el peor de los casos evaporarse.
7- No lo agites antes de usarlo. No agites nunca el perfume antes de usarlo, ya que podrías descomponer su fórmula y hacer que sus componentes se alteren.
8- Rocíalo en el aire. Pulverizar el perfume en el aire y caminar a través de la nube de fragancia te ayudará a distribuirlo de manera más uniforme y a que tu pelo y tu ropa queden impregnados de un sutil aroma sin dañarse.
9- No lo utilices directamente sobre la ropa. Pulverizar perfume sobre tus prendas de vestir te puede causar algún que otro disgusto, ya que si no lo haces a la distancia adecuada puedes descubrir alguna inoportuna mancha en la ropa justo cuando estás a punto de salir de casa.
10- El truco del algodón. Colócate un algodón impregnado de tu perfume favorito en el centro del sujetador y a lo largo del día irá desprendiendo su aroma.
Recuerda que cada perfume y cada piel es diferente, así que puedes ir probando cada uno de estos trucos hasta que encuentres el que mejor te funcione a ti y el que más prolongue el aroma de tu fragancia.
