La ciudad alemana de Ulm, situada a 120 kilómetros al oeste de Múnich, ha instalado refugios futuristas apodados Ulmer Nest en parques y otros lugares estratégicamente pensados para que las personas sin hogar se protejan del frío.

Los refugios de madera y acero, "proporcionan aislamiento, privacidad y protección contra las inclemencias meteorológicas propias del invierno" como el frío, la lluvia o la nieve, además de garantizar la circulación del aire. Además, están también equipados con paneles solares y conectados a una red de radio que permite a sus ocupantes comunicarse sin depender de las redes móviles.

Las cabinas cuentan con un sensor de movimiento que notifica que alguien ha pasado la noche en la cápsula. De ese modo, al día siguiente, cuando la cabina queda libre se procede a la limpieza de la misma. Las personas sin hogar que no pueden o no quieren pasar la noche en un albergue podrán utilizar las cápsulas.

Aunque los organizadores han admitido que este año la instalación de las estructuras se ha retrasado debido a la pandemia,aseguran que llegaron a ponerlas a disposición de los usuarios "justo a tiempo para las noches realmente frías"