Quienes tienen que desplazarse en silla de ruedas saben bien que las ciudades son lugares llenos de obstáculos para ellos. Que aunque poco a poco se esté invirtiendo en eliminar las barreras arquitectónicas, sigue habiendo escalones, bordillos, raíces que levantan el suelo y cualquier obstáculo que dificulta o impide los desplazamientos.
De ahí que los trayectos en silla de ruedas, en condiciones normales, sean lentos, también porque no alcanzan mucha velocidad, aunque los modelos motorizados sí son capaces de avanzar a un ritmo interesante.
Imágenes virales en Badajoz
Que se lo digan a los ciudadanos de Badajoz, que están revolucionados ante las imágenes que se han hecho virales en los últimos días, acercándose al millón de reproducciones en la red social X (antes conocida como Twitter). En la grabación se ve a un anciano desplazándose en su silla de ruedas. Lo hace por la carretera, algo que está prohibido por el Reglamento de Circulación.
A diferencia de los usuarios de bicicletas o patinetes, la DGT considera a los usuarios de sillas de ruedas como peatones, y como tales deben circular por las aceras por la ciudad, salvo que no las haya, en cuyo caso deberían circular lo más pegado posible al margen (o al arcén, si lo hay) e ir siempre de cara al tráfico.
Quizá el anciano ha escogido la carretera porque por un lado se garantiza que no va a encontrar los bordillos y demás obstáculos que aparecen a su paso por las aceras. Y también porque a buen seguro que así llegará antes a su destino.
A toda velocidad
Pero aparte de que circula por carretera, lo que llama la atención es la velocidad a la que conduce el anciano su silla de ruedas, avanzando casi al ritmo de un coche por la ciudad y abriéndose para tomar las curvas como si se encontrara al volante de un vehículo deportivo. Eso sí, sin señalizar las maniobras, ya que las sillas no disponen de luces ni de intermitentes para poder hacerlo, poniendo en riesgo su integridad física, ya que evidentemente no lleva casco ni ninguna protección.
El vídeo lo han grabado unos jóvenes que iban con su coche y que se encontraron al hombre en su bólido. “Mira, mira, a una rueda se pone, eh”, se les escucha decir cuando el anciano gira a la izquierda a toda velocidad. “Flipa, flipa. Mira cómo coge la curva, mira cómo se echa para un lado, como si llevase un tráiler”, dice uno de los ocupantes del coche, mientras otra no puede parar de reír ante lo que está presenciando.