Dejar o no propina en un bar o restaurante después de consumir es un tema que siempre genera discusiones, con opiniones para todos los gustos. Mientras hay lugares en los que son prácticamente obligatorias, como en Estados Unidos, ya hay locales por aquí que empiezan a sugerir en el ticket la propina que consideran que los clientes deberían dejar, incluso calculada por comensal.
¿Propinas sí o no?
Hay quien asegura que deberían suprimirse, porque gracias a ellas muchos hosteleros convierten en un poco más digno el sueldo de sus trabajadores, cuando nunca se debería dejar una parte de ese salario a expensas de la buena voluntad de los clientes; o porque si el coste ya está fijado en la lista de precios no hay razón para abonar más de lo establecido; o porque en otras profesiones, también de cara al público, no se deja propina. Y entre quienes sí están a favor de dejar un plus, también hay quienes recalcan que sólo tiene sentido cuando se recibe un gran servicio que se quiere premiar.
Hay propinas más espléndidas y personas que dejan unos pocos céntimos que más que por generosidad parece ser porque no hay forma de deshacerse de ellos. Y también es verdad que las propinas están en retroceso porque cada vez se paga más con tarjeta o con el teléfono móvil y no se lleva efectivo encima, o al menos sirve como excusa para no dejar ese extra.
'Regalo' asqueroso
En cualquier caso, si no se va a dejar ninguna propina, al menos sería deseable abandonar la mesa en unas condiciones dignas y no como un cliente o clienta la ha dejado en un bar y que a buen seguro no ha sido del agradado de los profesionales que tenían que limpiarla para prepararla para los siguientes que llegaran al local. La imagen la ha publicado el profesional de la hostelería Jesús Soriano en su popular cuenta Soy Camarero, en la que comparte todo tipo de situaciones del sector hostelero.
“Gracias por su propina, no vuelva pronto”, ha escrito Soriano en el post, que en un sólo día acumulaba 80.000 visualizaciones y más de 200 comentarios. Y lo que se ve en la foto es un pañal usado que alguien ha dejado en la mesa sobre un plato en el que había comido algo y junto a los vasos vacíos de los refrescos que había bebido junto al resto de comensales. Obviamente, la publicación ha generado mucha indignación entre los internautas, que piden educación e incluso sugieren a los trabajadores que guarden el regalo para devolvérselo si algún día su dueño regresa al bar.