Wallapop es una plataforma de venta de productos de segunda mano en la que se puede encontrar prácticamente de todo, desde ropa hasta bicis, libros, coches, pisos, juguetes, electrodomésticos, arte y todo lo que se pueda imaginar, ya sea a estrenar, en buenas condiciones o en un estado un tanto lamentable. Y entre tantas cosas a veces aparece algo que nadie podría esperar.

Iglesia del siglo XVI

Como las puertas de una iglesia del siglo XVI de estilo barroco. En concreto las que pertenecen al templo de Santa María de la Asunción de una pequeña localidad de Valladolid, Ventosa de la Cuesta, que apenas cuenta con 110 habitantes. Una iglesia en la que se cree que fue enterrado Alonso Berruguete, el escultor y pintor más destacado del Renacimiento español. Un vecino del pueblo descubrió el anuncio en Wallapop y se lo pasó a Malena Alonso, una joven natural de esa localidad.

Ella se puso en contacto con la alcaldesa, María Luisa Escalante, y esta le confirmó (según explica Malena Alonso) que las había puesto a la venta el cura a través de un amigo y que en su lugar se habían encargado otras. La joven, indignada, decidió dar a conocer y denunciar la situación a través de sus cuentas de Instagram y TikTok.

Por 390 euros

“Es una puerta barroca del siglo XVI, 400 años de historia, 400 años sobreviviendo guerras, miseria, abandono, para que en 2025 alguien decida que sobra”, explica Alonso. “El equipo de Gobierno y el cura han decidido venderla por Wallapop por 390 euros. 390 euros, esto es lo que se supone que vale para ellos la historia de nuestro pueblo. Han decidido no restaurarla, no protegerla, no preguntar a ningún experto, no consultar a los vecinos… Y voy a decir algo muy claro: esto no es suyo; esto no es ni del cura ni del Ayuntamiento ni de quien hoy manda”.

La joven se mostraba indignada ante la actuación del cura y del Ayuntamiento. “Vender el patrimonio histórico no es mala gestión, es negligencia, ignorancia institucional y desprecio por la memoria histórica. Quiero añadir que en España los bienes de interés artístico e histórico no se pueden enajenar libremente, y menos aún cuando forman parte de un edificio histórico. Esto es denunciable ante Patrimonio y tiene consecuencias, porque el patrimonio no deja de ser patrimonio cuando está deteriorado. Al revés, ese deterioro obliga a protegerlo”.

Eliminan el anuncio

La repercusión que tuvo su denuncia llevó a que pocas horas después el anuncio desapareciera de Wallapop, con lo que las puertas han quedado, por ahora, a salvo, como la propia Alonso actualizaba en un nuevo post, asegurando que el delegado de Patrimonio del Arzobispado de Valladolid se había puesto en contacto con ella y se había comprometido a acudir en breve al pueblo “para ver las puertas y ver si se pueden restaurar o cuál es la solución adecuada conforme a la ley”.

Alonso asegura que el cura ha pedido disculpas al delegado, admitiendo que desconocía la legislación de Patrimonio. Pero ese perdón no le vale a la joven. “Desconocer la ley no te exime de cumplirla, especialmente cuando se trata de patrimonio histórico, que es un bien común. Esto no va de señalar personas, va de recordar que quienes gestionan bienes históricos tienen una responsabilidad legal y moral”, explica.

La joven vallisoletana ha querido agradecer la “presión ciudadana” que ha permitido que las puertas ya no estén a la venta gracias a que mucha gente convirtió en viral su vídeo y así pudo cancelarse la transacción en Wallapop. Un caso más que demuestra que el poder de las redes sociales no siempre tiene una dimensión negativa.