El final de un largo camino
El camino del Euskaltel-Euskadi se acaba con el año 2013 y ya no existe
El camino del Euskaltel-Euskadi se acaba con el año 2013 y ya no existe. Varios personajes relevantes de la historia del equipo eligen y relatan un momento de las veinte temporadas de la inolvidable y maravillosa aventura de un equipo único.
Tour de Francia de 1992
Alberto Pradera
La idea de crear un equipo solo con corredores vascos que aspirara, con el tiempo, a correr el Tour se gestó, precisamente, en una visita en 1992 de José Alberto Pradera y Miguel Madariaga a la carrera francesa. Cuentan que la decisión se tomó una noche de ese mes de julio en la terraza de una cafetería de Lourdes, donde los milagros.
"En los inicios de los años 90 pensamos que podíamos crear un equipo ciclista con la filosofía del Athletic, con alguna corrección, y que tuviera socios y que pudiese concitar el apoyo de la inmensidad de aficionados al ciclismo que veíamos en las carreras de nuestra tierra o en el mismo Tour.
Tuve la oportunidad de ir a alguna etapa del Tour tanto con el Fagor como apoyando a Marino Lejarreta, nuestro gran ídolo, y allí veíamos la aceptación que dicho proyecto tendría. Me solía acompañar, además de los jefes de Fagor y Ramón Mendiburu, un amigo de mi cuadrilla con el que hablaba mucho de ciclismo, Joserra Urrutxua y, ¡cómo no!, el destinatario en quien pensábamos depositar el desarrollo del proyecto: Miguel Madariaga. Tenía una gran relación con Manolo Saiz, patrón del equipo número 1 del mundo como era entonces la ONCE, y durante el Tour de 1992 pensé que debíamos consultarle la idea para que nos diera su opinión. La verdad es que no fue muy positiva porque era una novedad en el mundo ciclista, pero nos quedamos con lo que nos dijo al final: "Si en algún sitio puede salir adelante es en Euskadi". Volvimos a casa y empezamos a pergeñar lo que luego se configuró como la Fundación Ciclista Euskadi, con sus estatutos y el empuje de Miguel apoyado por Juan Carlos Urrutxurtu y toda la Diputación detrás, porque el ambiente txirrindulari era grande con José Luis Bilbao, Aitor Esteban, José Luis Garai, Iñaki Goiri, etc. Ese fue el inicio y el paquete que le dejamos a Miguel y su gente, con apoyos externos, pero que ellos fueron los verdaderos artífices de estos veinte años de éxito".
Invierno de 1993
Miguel Madariaga
Antes de comenzar la temporada de 1994, el primer Equipo Euskadi se concentró en el Santuario de Aran-tzazu, donde se presentó. Se alojaron en el hotel Sindika.
"Ha llovido mucho desde aquel primer invierno del equipo y han pasado muchas cosas, algunas de ellas duras. Entonces, cuando todo empezaba, era más feliz que ahora, igual porque no era consciente de lo que me venía encima. A mí me cambió la vida ese año 1994, no antes, porque en un principio yo no era el elegido para ser el capitán de este barco. Eran otros los que reunían y hablaban con Alberto Pradera para llevar adelante un proyecto en el que pocos confiaron. Entre ellos, Pradera, claro, pero también Juan Carlos Urrutxurtu y, cómo no, Koldo Mediavilla. Hoy es el día que no puedo olvidar una reunión privada que mantuve con Urrutxurtu en una pequeña sala del hotel Sindika. Me sentó y muy serio me dijo: 'Miguel, tienes mucho que dar a este proyecto, pero también mucho que aprender'. Me pidió que le hiciera caso y que no confiara tanto en la gente. Y tenía y sigue teniendo razón porque el equipo no había nacido aún y había gente que ya nos estaba metiendo los primeros palos entre las ruedas. Decían que este proyecto no iba a ningún lado, que era una locura y cosas peores. Si hoy me lo volviesen a proponer, no aceptaría el cargo, pero no me arrepiento de ninguna decisión que he tomado. El equipo lo ha sido todo para el ciclismo vasco. Solo hay que repasar los últimos 20 años y el futuro que se nos presenta. ¿Cuántos corredores vascos han sido ciclistas gracias a la Fundación?".
Abril de 1994
Txomin Perurena
En el embrión de aquel equipo que nació a contracorriente, Txomin Perurena dirigió la escuadra en sus inicios, en el que fue testigo del primer triunfo de aquella maravillosa locura: la victoria de etapa de Agustín Sagasti en la Vuelta al País Vasco.
"Siempre he dicho que el equipo salió adelante por el trabajo de Madariaga, Pradera y Urrutxurtu. El planteamiento era una auténtica novedad, lo nunca visto: formar un equipo sin patrocinador y apoyado por el público, por los socios. Era una idea muy bonita y romántica. Además, dio salida a muchos corredores vascos de la cantera y simplemente esa idea llamó la atención de L'Equipe, que nos hizo un reportaje porque nuestro equipo era muy diferente, algo muy especial y esencialmente seguía la línea de lo que el Athletic es en el fútbol. Recuerdo todo aquello con mucho cariño. A pesar de que éramos un equipo humilde, muy joven, solo con gente de casa, creo que nadie nos superaba a ilusión. Los corredores se sentían orgullosos de vestir el maillot y eso nos servía para poder competir con los demás. Gracias a ello conseguimos aquel triunfo de Agustín Sagasti que compartimos con las afición".
Junio de 1997
José Antonio Ardanza
El 17 de junio de 1997 la junta de Euskaltel acordó patrocinar al Equipo Euskadi.
"La llegada de Euskaltel fue clave para un equipo que nació como un bonito sueño, una idea romántica que dependía de atraer a muchos socios que financiaran el proyecto y requerir así de poca ayuda pública. Se hicieron socios, miles, pero no se alcanzó el número suficiente para que esto se llevara a cabo como se pensó en un primer momento. Esto desencadenó en una crisis económica importante. Ahí llegó Euskaltel. A la empresa le gustaba la filosofía de los fundadores, el espíritu del Athletic, con ciclistas propios, de cantera. Y, a su vez, Euskaltel necesitaba también imagen publicitaria para competir en el mercado porque éramos pequeños en el mundo de las telecomunicaciones. Nos interesaban referentes publicitarios que nos dieran prestigio. En principio estábamos convencidos de hacer publicidad a tres bandas: en el Alavés, la Real y el Athletic. Pero este es un país complejo y este tipo de patrocinio generaba problemas. Así que pensamos en centrar toda la inversión en un único deporte. Teníamos que acertar con un proyecto para Euskadi sin celos ni envidias, uno que unificase a todos los vascos. El elegido fue el Equipo Euskadi".
julio de 1997
Gorka Gerrikagoitia
En julio de 1997, durante la Bira de aficionados, Gorka Gerrikagoitia escuchó lo que todos los jóvenes ciclistas vascos soñaban.
"Me lo dijeron en aquella Bira de 1997 y aún me parece estar escuchándolo. Iba a cumplir mi sueño, iba a ser profesional. Destaco ese momento porque no es solo el mío, sino el de todos los corredores que hemos vestido este maillot. Todos, sin excepción, escuchamos alguna vez esas palabras que eran nuestra meta. Creo que ese instante resume parte de la esencia de este proyecto que hizo posible lo que para muchos ciclistas vascos hubiese sido imposible sin su existencia. De no ser por este equipo, varios de los que pudimos serlo no habríamos sido profesionales nunca, entre ellos yo, por supuesto. El primer gran efecto milagroso del Equipo Euskadi fue hacer que muchos jóvenes se ilusionaran con la posibilidad de ser profesionales y lo diesen todo para luchar por ello".
Julio de 2001
Unai Larrea
En junio de 2001, el Euskaltel-Euskadi recibe la invitación para correr su primer Tour. Unai Larrea, enviado especial a la carrera, recuerda aquel momento histórico.
"Estuve allí, en Dunkerque, 2001, junto al lehendakari Ibarretxe, cuando Txema del Olmo descendió la rampa patrocinada por Festina para convertirse en el primer ciclista del Euskaltel-Euskadi que tomaba la salida en un Tour. Ya había estado en El Escorial, donde Roberto Laiseka, tan poco acostumbrado a cantar victoria, casi se cae al alzar los brazos bajo la meta de Abantos. Y luego estaría en Luz Ardiden, donde Laiseka, siempre Rober, se santiguó para dedicar a los que fueron, a los que somos y a los que serán una victoria enciclopédica. Estuve allí, pero la responsabilidad ("a ver cómo traslado a miles de lectores las sensaciones tan profundas que he vivido como privilegiado enviado especial") me impidió disfrutar el momento. Lo paladeé por la noche, en Lourdes. Me llamó mi hermano Jon, desde Londres. Y me contó cómo pidió al camarero de un pub que pusiera el Tour en alguna de las ocho teles del local, todas sintonizadas con el golf. El mismo camarero que, alertado, le preguntó: "Are you ok? Can I help you?", antes de que Jon le dijera "don't worry" y le explicara que sus lágrimas eran de felicidad, que aquel ciclista naranja representaba a su nación, "my country. Yes, Basque Country, between Spain and France", y le hablara del euskera, y de los bertsolaris, y del deporte rural, y del árbol de Gernika, y del Athletic? Y lloramos como dos tontos".
22 de julio de 2001
Roberto Laiseka
Presente en el equipo desde su nacimiento, en él, icono absoluto de una forma de entender el ciclismo, se reflejan las características de la carta fundacional de una escuadra contracultural que acunó a la cantera vasca para situarla en lo más alto.
"Tengo muy claro que fui profesional gracias al equipo Euskadi, después Euskaltel. Yo estaba convencido de dejar el ciclismo y salió aquel proyecto que nos dio la oportunidad a muchos ciclistas: Iñigo Cuesta, César Solaun, el difunto Agustín Sagasti... a dar el salto al profesionalismo en una época en el que teníamos que hacer o arre o so. Al principio, en la concentración en Arantzazu, pensábamos si podríamos ser válidos para esto porque los comienzos fueron muy duros en muchos aspectos, las carreras nos demostraron que teníamos mucho que mejorar, pero todo lo podía la ilusión y las ganas de tirar hacia adelante. Todo era nuevo para nosotros, pero creo que podemos decir que fuimos unos dignos profesionales. La primera victoria la consiguió Agustín Sagasti en la Vuelta al País Vasco y para nosotros fue increíble. Aunque íbamos creciendo, el equipo estuvo a punto de desaparecer en 1997, pero gracias a Euskaltel pudimos seguir corriendo. Entre mis recuerdos, tengo dos especiales: la primera etapa que ganamos en la Vuelta a España de 1999 en Abantos y la que conseguí en Luz Ardiden en el Tour de 2001, un triunfo muy especial, fue impresionante, porque ese año recibimos muchas críticas en el que era nuestro primer Tour. De todos modos, nada hubiera sido posible sin el empeño que hubo para echar a rodar un sueño".
Pirineos
Juantxu Larruzea
Juantxu, cocinero, rememora sus viajes al Tour en los días de descanso cuando llevaba a los ciclistas chuletas y los famosos canutillos de hojaldre y crema.
"Al Tour solía ir el día de descanso desde hacía años, a finales de los ochenta. Antes que a Euskaltel, les preparaba canutillos al Banesto, Once... pero llevarlos al Euskaltel era especial para mí porque era el equipo nuestro, de casa y además tengo una gran amistad con Miguel Madariaga. A los chavales todo lo que sea dulce les encanta y los canutillos les gustaban muchísimo. No esperaban para comerlos. Solía llevarles cuatro docenas y no quedaba nada, los devoraban. También disfrutaban con las chuletas, la merluza... Al fin y al cabo allí siempre estaban comiendo pasta y eso de los canutillos era gloria bendita para ellos, un lujo. Los ciclistas pasan hambre, se tienen que cuidar mucho y si pueden, te comen a ti. A veces me veían en la cuneta y les salía una sonrisa de oreja a oreja porque sabían que después de la ducha y el masaje tenían canutillos. Otras veces les solía dar bollitos de leche para el avituallamiento y se los devoraban. Y también los periodistas, a los que cuidaba muy bien".
Julio de 2003
Julián Gorospe
Tour de 2003. Iban Mayo y Haimar Zubeldia ascienden el Tourmalet junto a Lance Armstrong y Jan Ullrich, los mejores ciclistas de la época.
"En aquella subida al Tourmalet llegamos al máximo. Éramos un equipo humilde, pequeño, que se fue haciendo grande y eso era lo más bonito. Cuando estuvimos al lado de Armstrong y Ullrich, los mejores corredores del mundo, la sensación era muy buena. Estando junto a ellos nuestra intención era mantenernos, no pensábamos en atacar. Estuvimos guardando fuerzas durante la carrera, esperando nuestro momento, para poder estar con ellos en nuestro terreno. A eso había que sumar que tanto Iban como Haimar estaban muy bien tanto físicamente como de ánimo. Además, la afición estaba volcada con nosotros, era increíble ver cómo animaba. Aquel ambiente nos envolvía. Todos estábamos muy motivados y aquel día es el reflejo de muchos detalles, pero también de todo el trabajo que se hizo durante años para estar allí con los mejores. Durante la subida tuvimos una sensación de emoción, de agradecimiento y euforia. Desde mi punto de vista era porque sabiendo que éramos un equipo modesto estábamos entre los mejores. Creo que fueron los mejores años del Euskaltel".
Una avería, julio de 2003
Joxe Cruz Mujika
Camino de Baiona en el Tour de 2003 una avería baja a Mayo de la bicicleta... ¿y del podio? Lo recuerda Joxe Cruz Mujika, mecánico del equipo desde su creación hasta 2013.
"Cuántas bicicletas han pasado por nuestras manos y cuánto material. Siempre bueno, porque Orbea y los demás proveedores nos cuidaron siempre bien, dándonos lo mejor. Pero eso no evitaba que a veces las cosas se torciesen. Las averías son parte del ciclismo y aquella tarde de julio en Pirineos le tocó a Iban -Mayo-. Camino de Baiona, subiendo el Soudet, acababa de atacar Hamilton, que luego ganó la etapa, y en su busca se fue Iban, que nunca se guardaba nada. Ya le conocéis. Cuando tenía el día no había quién le parara. Pero esta vez le paró una avería. Al poco de atacar se tuvo que parar. Parece increíble, pero se le había partido el núcleo del buje de titanio de la rueda trasera, una de esas superligeras especiales para las etapas de montaña que están tan al límite que a veces ocurren estas cosas. Esa vez le tocó a Iban en un mal momento. Tuvo que esperar un buen tiempo a que llegáramos con el coche, le pasaron varios grupos y luego tuvo que remontar para volver al lado de Armstrong y Ullrich. Quién sabe lo que habría pasado si llega a juntarse con Hamilton".
Junio de 2004
Iban Mayo
Después de ganar la Dauphiné Libéré de 2004, Armstrong señaló a Iban Mayo como el rival capaz de hacer saltar la carrera. A partir de entonces fue el ciclista más perseguido por los periodistas, que le esperaban en el portal de su casa y le seguían en moto en sus entrenamientos. Era el elegido para derrocar al americano.
"A la conclusión de la Dauphiné, dimos una rueda de prensa con la intención de aparcar el tema de los medios de comunicación para el Tour, pero el efecto fue el contrario. De repente, todo se convirtió en una locura. Era algo inesperado, fue una cosa totalmente atípica, sorprendente. Los periodistas estaban debajo de mi casa, esperando a que saliera, y me perseguían en moto cuando iba a entrenar. Hacían guardia, no dejaban de llamarme por teléfono y tuve que comprarme otra línea. Aquello para mí era absolutamente novedoso porque la rutina de un ciclista es básicamente, entrenar, descansar y comer. Todo aquel revuelo rompía mi rutina. No me dejaban ni echar la siesta. Era una situación extraña, pero la presión no me la metió ni Armstrong ni la prensa, sino que se la marca uno mismo. Pero sí es cierto que aquellos días me saturaron porque no podía llevar a cabo mi rutina y me produjeron cierto agobio. Ya en carrera, mi relación con Armstrong fue muy limitada, la normal, porque él es bastante cerrado, así que básicamente le saludaba y hablaba un poco. Estaba centrado en hacer mi carrera, no te distraes con lo que hacen los otros, miras por lo tuyo, por tus intereses. Eso es todo".
julio de 2004
David Etxebarria
En el Tour de 2004, cuando todos miraban a Mayo y le veían en el podio de París, David Etxebarria evitó que el de Igorre se bajara de la bicicleta y abandonara la carrera en un puerto de segunda de los Pirineos apelando a la marea naranja que apoyaba al equipo. Mayo concluyó aquella etapa. Se retiró un día después, tras la jornada de descanso.
"Era un día de mucho calor, ese es mi primer recuerdo. Ya en Col de Portet d'Aspet Iban no iba bien y enlazamos con un puerto de Segunda. No recuerdo el nombre. Para entonces Iban iba muy mal y junto a él estábamos Unai Etxebarria y yo, intentando que no se quedara. De repente, sin avisarnos, dijo que se retiraba. Nos cogió por sorpresa. En eso apareció el coche del equipo y se paró junto a Iban, que se bajó de la bicicleta. Sacó las ruedas de los asientos de atrás para meterse en el coche. Entonces empecé a decirle que se montara de nuevo. Unai le comentaba lo mismo. Yo hacia de poli malo y Unai de poli bueno. Julián Gorospe, mientras tanto, comentaba que no había nada que hacer y que le dejáramos. Iban decía que Hamilton se había retirado y que por qué él, que no iba bien, que tenía malas sensaciones, tenía que seguir en carrera. Eso a mí no me valía. Le dije, a gritos, que él no iba a abandonar porque ese día había 25.000 personas que habían ido allí a animarle y que se merecían un respeto y aunque cayera una minutada tenía que seguir adelante por esa afición. Creo que eso acabó por convencerle y continuó la etapa hasta acabarla. La discusión fue cosa de un minuto. Lo que realmente se hizo largo fue el resto de la etapa porque subíamos el puerto a 8 km/hora. Llegamos a meta tras perder un montón de minutos, pero lo hicimos dentro del control. El día siguiente había descanso, pero Iban, desafortunadamente para todos, estaba ya mentalmente fuera de la carrera y sus sensaciones eran muy malas. Recuerdo que se descolgó en el entrenamiento, que era para soltar piernas. Sabíamos que abandonaría el Tour".
8 de agosto de 2008
Samuel Sánchez
8 de agosto de 2008, Samuel Sánchez se proclamó campeón olímpico en Pekín.
"Todo deportista sueña con el Olimpo, allá donde van los elegidos, los héroes, los dioses del deporte. Yo tuve la gran suerte de ser uno ellos para poder pisar tan bello lugar. Todo lo que me habían contado de ese paraíso se quedó corto. El 8-8-2008 a las 8:08 de la tarde daban comienzo los Juegos Olímpicos de Pekín y mi primera sorpresa fue que mi dorsal era, también, el 8. Parecía predestinado. Gané el oro bajo la muralla china y tengo un montón de imágenes de aquellos momentos revueltas en la memoria y en el estómago. Estaba en el Olimpo y comprobé que allí también hay cobertura. Mi teléfono empezó a echar humo y apenas me pude comunicar con los míos. La repercusión y el revuelo de lo que conseguí alcanzó una magnitud que ni yo me podía imaginar. De vuelta a casa, José Luis Bilbao me concedió la makila de Bizkaia, un honor para mí, en Güeñes (mi pueblo adoptivo) me rindieron un caluroso homenaje y en mi ciudad natal, Oviedo, me levantaron una estatua de bronce y le dieron mi nombre a una calle. Jamás hubiese imaginado que el Olimpo era eso. Un sueño del que todavía hoy no he despertado".
septiembre de 2010
José Luis Bilbao
Camino de ganar la Vuelta de 2010, Igor Antón cae a los pies de Peña Cabarga y se retira.
"20 temporadas siendo los embajadores de Euskadi por el mundo. 20 años llenos de éxitos, triunfos, dando grandes nombres para el ciclismo como Laiseka, Mayo, Samu o Igor Antón, y también de tristezas, pérdidas y sinsabores. Si tuviera que elegir un momento que resuma para mí lo que ha sido el equipo Euskadi (Euskaltel) en estos 20 años, me quedaría con tres escenas de 20 segundos. Momentos que quedan en el corazón y que quedarán vivos en él para siempre.
20 segundos con el corazón roto. Vuelta 2010. Las alegrías dieron paso a las lágrimas al ver la caída a 6 kilómetros de la meta y la posterior retirada de Igor Antón, con el maillot de líder que llevaba su nombre y el del equipo, el de un país, Euskadi.
20 segundos con el corazón a flor de piel. Nunca he seguido una etapa desde el coche del director. La única oportunidad que iba a tener para hacerlo, la cancelé por ir a visitar y dar ánimos a los miembros del equipo, tras la caída de Antón. Sin dudarlo, cogí un coche y me planté en Solares, donde estaban concentrados. Desánimo, desolación, lágrimas y desesperanza. Eso es lo que encontré. Con mi visita quise devolverles una parte de lo que ellos nos habían dado. Tenían que saber que la afición vasca estaba (estábamos) más que nunca con aquellos hombres destrozados por la adversidad y quise ir a trasladarles el orgullo que sentíamos por ellos, recordarles que no estaban solos, y trasmitirles que tenían que seguir peleando por aquello en lo que creían, por lo que luchaban, por lo que representaban, por los miles de hombres y mujeres que se sentían identificados con su esfuerzo e ilusión.
20 segundos con el corazón latiendo a mil. Una imagen vale más que mil palabras, sin duda. La ikurriña en los Campos Elíseos de París, la ikurriña en los ascensos a las más duras montañas y en las metas más largas, la ikurriña en la indumentaria año tras año. Y el nombre de nuestro pueblo en el mismo nombre del equipo. Son y han sido un orgullo para Euskadi.
El Equipo Euskadi-Euskaltel ha sido emoción, sentimiento, unidad de equipo y un embajador de nuestro pueblo.
Por lo que nos ha hecho reír, sufrir y, sobre todo, sentirnos orgullosos, desde lo más profundo del corazón, Agur eta Ohore. Eskerrik asko".
septiembre de 2011
Igor Antón
Ganador en la etapa con final en Bilbao de la Vuelta a España de 2011.
"Ha sido la victoria más emotiva de mi carrera, la que más he sentido, aunque la más prestigiosa fuera en el Zoncolan, en el Giro. Recuerdo que dos o tres días antes de acercarnos a Euskadi durante la Vuelta a España en el equipo nos preguntábamos qué sería eso de ganar en Bilbao, en casa, con el Euskaltel, delante de toda la afición. Bromeábamos sobre todo eso mientras tomábamos el descafeinado antes de dormir para el día de la etapa. Aquel día fue mágico, tenía tantos ingredientes... Todo salió perfecto, fue un éxito. En la subida a El Vivero todo estalló, tanta gente, los amigos, la familia... Además, es el puerto que conozco desde pequeño, el lugar donde se juntan todos los cicloturistas de Galdakao. Ese día la carretera estaba llena de pintadas con mi nombre. La cuadrilla, que pintó todo aquello, apostó conmigo que si ganaba tenía que pagarles una alubiada. La pagué. Fue una sensación única tener toda la Gran Vía para mi solo".
2013
Igor González de Galdeano
Igor González de Galdeano pasó de ser ciclista a secretario técnico de Euskaltel en 2006, un tiempo que vivió codo con codo junto a Miguel Madariaga en la cúspide, revolución incluida, hasta su separación a finales de 2011.
"Cambié totalmente de registro, de ser ciclista a ser secretario técnico. El cambio fue radical. Había sido ciclista toda la vida y, de repente, era el que tenía que tomar las decisiones, ocuparme de los fichajes... resultó complicado. Ese cambio de mentalidad no fue fácil para mí, pero Miguel apostó por mí, me quería a su lado y si bien era quién tomaba finalmente las decisiones, yo era el que proponía. Hasta 2009 me costó cambiar ese chip. A partir de ahí, a pesar de lo traumático que resultaron algunos cambios, con la salida de varios corredores, el equipo creció y desde mi punto de vista se vivieron los mejores años del Euskaltel. Se ganaron etapas en Vuelta y Tour, se hicieron podios y se ganó en unos Juegos Olímpicos con Samuel Sánchez. Es cierto que para obtener esos logros se tomaron decisiones duras y resultó muy difícil darle la vuelta al calcetín, pero hacía un buen tándem con Miguel y por eso resultó más fácil. El esfuerzo mereció la pena, pero a partir de 2012, con la salida de la Fundación Euskadi de la órbita del equipo, todo se fue complicando. Fue toda una cadena, y si a eso se le añade la situación de crisis... se veía una necesidad de cambio, se tuvieron que fichar extranjeros para obtener puntos para el World Tour. Esa fue una decisión muy dura de tomar, pero era necesaria. Nos presentaron un proyecto con cuatro años de patrocinio, pero la sociedad se echó encima por el cambio de filosofía y los que me apoyaron dejaron de hacerlo para salvar su cara. Eso ha sido lo más triste en una andadura de ocho años. Visto lo que ha pasado posteriormente con Euskaltel, no habría cambiado la filosofía del equipo".
2014
Alberto Pradera
Extinguido el Euskaltel-Euskadi, en 2014 sobrevive el Equipo Euskadi en su mínima expresión, pero sobrevive.
"¿Por qué somos tan envidiosos en este país y sobre todo en este deporte tan generoso? En cualquier lugar del mundo el reconocimiento a Miguel sería espectacular; desde luego en Inglaterra sería nombrado Sir, pero lo hecho por él y su gente no tiene equivalente. En la historia de los dirigentes ciclistas ocupa un lugar de honor, al igual que todos y cada uno de los ciclistas, directores, masajistas y patrocinadores, sobre todo los socios anónimos. Continuará Miguel con su Fundación que algún listo le quiso o nos quiso arrebatar para luego dejarla tirada cuando se acabara el patrocinio. Ya pasó el primer ejemplo, pero Miguel ha defendido la institución para que no vuelva a repetirse".
El Equipo Euskadi, luego Euskaltel-Euskadi, desaparece tras veinte temporadas de existencia, todas desde la de 1994, plagadas de sueños hechos realidad y sinsabores.