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Brutal caída de Vingegaard en la etapa entre Etxarri Aranatz y Legutio de la Itzulia

El bicampeón del Tour abandona herido grave en ambulancia la carrera, donde también causan baja Evenepoel y Roglic

Brutal caída de Vingegaard en la etapa entre Etxarri Aranatz y Legutio de la ItzuliaEtb

La Itzulia saltó por los aires. Día negro. Triste. Maldito. Se vistió de luto la carrera vasca. El drama se extendió en el descenso de Oleta, donde se produjo una fatal caída. Jonas Vingegaard fue el más afectado.

El bicampeón del Tour se golpeó con fuerza cerca de una zanja. Inmóvil, ovillado, aunque consciente, quedó tendido sobre la hierba debido al impacto. Escalofriante. Los servicios médicos se acercaron de inmediato para entender al danés, herido grave.

El danés, atendido tras su brutal caída.

Inmovilizado, sacaron a Vingegaard en ambulancia de la carrera con un collarín en el cuello para inmovilizarle y suministro de oxígeno camino de un centro hospitalario para atenderle de urgencia. Una imagen muy impactante y dura. La caída fue muy grave, a alta velocidad. Terrible.

Los ciclistas afectados, instantes después de la caída.

"En esa carretera hay un montón de raíces de los arboles por debajo del asfalto que hace que la carretera sea muy botona. A la vista no se aprecian pero sin darte cuenta vas dando botes y si no llevas el manillar bien agarrado es fácil salir por los aires", aseguró Mikel Bizkarra.

Evenepoel, tras la caída.

En la misma caída se vieron involucrados Primoz Roglic, que quedó tendido en una zanja, aunque pudo abandonarla tras recibir ayuda y ponerse en pie. El esloveno se metió en el coche de equipo y dejó la Itzulia. Otra víctima más.

Roglic, después de ser levantado de la zanja.

Remco Evenepoel también cayó y se fracturó, al parecer, la clavícula derecha. Con todo, la imagen más preocupante era del campeón danés. Jay Vine fue otro de los perjudicados por el accidente. Abandonó la carrera en ambulancia. Inmovilizado. Una carnicería.

Se neutralizó la Itzulia por la ausencia de ambulancias, concentradas en el accidente. La caída se produjo en un descenso limpio, sin demasiados riesgos. La curva estaba señalizada. Landa, que conoce estas carreteras como la palma de su mano, comandaba la bajada.

De repente, detrás del alavés, comenzaron a caer ciclistas, desperdigados por la inercia de la curva. El más afectado fue Vingegaard, que se quedó quieto, de costado, ovillado por el dolor.

Neutralizada la etapa, los seis fugados, Mikel Retegi, Joseba López, Meintjes, Burgaudeau, Thompson y Vacek se jugaron la victoria de una jornada negra, sin efectos clasificatorios para la general.