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Los monopolios desagradables

Los monopolios desagradablesEuropa Press

En sus dos años mágicos camino del título mundial –1985 y 1986–, Mike Tyson disputó 28 combates y ganó 25 por ko, 7 de ellos en el primer minuto, 8 más en el primer asalto, 5 más en el segundo... Cuando vemos cómo gana Pogacar en el ciclismo nos acordamos del neoyorquino y de su famosa (y fina) frase “Todo el mundo tiene un plan hasta que le doy la primera hostia”.

Con Tyson, los hinchas se quejaban de supuestos tongos o de que le ponían delante rivales demasiado débiles –este último argumento se hundió cuando fue ganando a los mejores uno por uno–. Con Pogacar, la queja no es que los demás ciclistas hagan tongo o sean débiles, sino que gana con tanta facilidad que sus rivales ni siquiera tienen plan. Es el sino de los grandes dominadores: su monopolio acaba desagradando.

Y se ve a aficionados lamentarse más o menos así: “Una cosa es saber que va a ganar cuando atacar y otra es saber que va a ganar cuando lo ves inscrito”.