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Malo, malísimo

Malo, malísimo

lA propuesta del remake televisivo o cinematográfico se basa en el éxito de taquilla o audiencia que una obra ha conseguido y que trata de refrescarse en el presente aprovechando el recuerdo del éxito alcanzado ayer y adaptándolo a las necesidades del público de hoy. La cadena estadounidense TNT, de pago en la plataforma Digital +, ha estrenado Dallas serie en la que la figura de J.R. ejerce de maligno en el entorno de una millonaria familia de Texas que hace de la ambición y el poder las palancas de su ajetreada y villanesca vida. Serie de éxito en los ochenta de la mano de CBS, intenta en la actualidad aprovecharse del recordado mito para hacer caja. Hace veintiún años los productores pusieron final a la trama de la familia Ewing, tras catorce años en antena, habiendo alcanzado cotas de audiencia y popularidad que la señalan como una de las series-hito en la historia de la tele. Dos décadas de silencio parecen tiempo suficiente para poner en antena la vida y circunstancias de personajes como Sue Ellen, Bobby, Cliff Barnes que enfrentarán intereses petroleros y agrarios en una pelea de destinos de alto vuelo y tortuosa existencia. El éxito de la serie permitió producir más de trescientos capítulos con la sempiterna presencia de Larry Hagman en el personaje más reconocido y recordado de la historia que vuelve a la carga como padre en la sombra de su ambicioso y maniobrero hijo, digno sucesor de un padre que mantiene energías y maldades en el papel de malo por antonomasia. En el pasado hay casos preclaros de nuevas versiones de éxito pero también de significativos descalabros. En el caso hispano, la serie pasa por pagar en taquilla, con lo que las posibilidades de un fracaso quedan atenuadas y puede servir de prueba para tomar la decisión posterior de arriesgarse en un canal en abierto. Es la resurrección de J.R.