Conmemorando el 50 aniversario del golpe de Estado que derrocó al presidente chileno Salvador Allende, RTVE aprovechó la última edición del Zinemaldia para presentar la miniserie Los mil días de Allende, realizada en coproducción con Chile. La serie narra, en cuatro capítulos, los tres años de gobierno de la Unidad Popular de Allende hasta su muerte desde las circunstancias tanto políticas como sociales del momento pero también las más humanas y familiares.

Y todo esto lo hace, como afirmó en su presentación la ministra de Cultura chilena, Carolina Arredondo, “con todo rigor y emoción”. A su juicio, series como esta “nos tienen que dar la oportunidad de reflexionar sobre el país que queremos”.

RIGOR EN LA RECREACIÓN

En Los mil días de Allende, los hechos están contados desde la voz de Manuel Ruiz, un periodista español que fue asesor de Allende, y por tanto, testigo directo de los hechos. La serie, de hecho, comienza con su voz en off mientras el Palacio de la Moneda es bombardeado y Allende le pide que huya diciendo “alguien tiene que contar lo que hemos vivido, Manuel. Andate”.

Esta es la primera ficción que muestra los hechos con rigor histórico asesorada por Mario Amorós, también periodista español y biógrafo de Allende. Se apoya en numerosos documentos fílmicos reales y otros como la llegada de Fidel Castro a Buenos Aires, recreados en blanco y negro.

El director de esta miniserie, Nicolás Acuña, destaca la importancia de la memoria y de que las generaciones más jóvenes conozcan esta historia. Se muestra emocionado con el resultado del que considera “un desafío difícil que me costó mucho aceptar. Además, ha sido un trabajo muy colectivo en el que se han unido talentos de distintos países”.

El actor protagonista, Alfredo Castro, que requería más de tres horas diarias de maquillaje para convertirse en el presidente chileno, cuenta que “la intención era no imitar a Salvador Allende, sino evocarlo, y ese fue un juego hermoso a pesar del maquillaje y las prótesis, sobre todo por el discurso tan maravilloso, humanista y tan respetuoso sobre las libertades, todas”.

El actor insiste además en que hubo momentos en el rodaje en que tuvo que parar porque se emocionaba con facilidad. “Hoy que está tan convulsionada la sociedad, el discurso de Allende cobra un valor de realidad enorme”.

Los mil días de Allende es un proyecto, en definitiva, que aboga por preservar la memoria colectiva desde un punto de vista “allendista pero no panfletario como una invitación a reflexionar sobre el valor de la democracia”, afirmaba la showrunner de la serie, Leonora González.