Dicen quienes han trabajado con ellas que, a pesar de ciertos momentos de divinidad, chulería y arrogancia (muy presentes, por cierto, en otras épocas de esta profesión), con las Campos siempre se ha aprendido a hacer televisión. ¡Y de la buena! ¿Su mejor escuela durante años? Esos magazines diarios de más de cuatro horas de duración. Por la mañana, y por la tarde. Programas como Día a día o Cada día, que comenzaban pasadas las diez de la mañana de la mano de la más rabiosa actualidad y terminaban pasadas las 14 horas con el debate de la mesa política. Todo ello con María Teresa Campos al frente, su hija Carmen en la dirección y Terelu ejerciendo de colaboradora. También de presentadora cuando la estupenda mamma se tomaba vacaciones y no podía estar al frente del inolvidable Corrillo o de una sección que siempre sonará a la voz del gran Paco ValladaresEl tendedero.

Para lo bueno y lo malo (que también lo tiene), a María Teresa se le podrá aplaudir por crear una forma distinta y personal de hacer televisión. Un mirar a la cámara (como el que observa a un amigo) que siempre ha conectado con el espectador. De norte a sur, de este a oeste. De Antena 3 a Telecinco. De hecho, en su última entrevista con nuestra Anne Igartiburu en Telemadrid despertó las emociones de muchos al contarle con congoja a la vasca que "necesita trabajar". "Yo sé que soy mayor, pero no sé por qué no hay sitio en ninguna televisión de este país para mí. Yo necesito trabajar, porque aunque sea un poquito, llena mi vida. Habrá quien piense que yo quiero más, no estoy hablando de hacer un programa, estoy hablando de hacer una colaboración, algo que me haga sentirme que me levanto por la mañana y hago cosas", exclamó entre lágrimas la histórica periodista.

Una gran presentadora que recibió en 2017 la Medalla al Mérito en el Trabajo y que para nada merece el circo que sobre la vida familiar están montando sus dos hijas: Carmen y Terelu (seguro que sin maldad, pero con gran ruido mediático). Sobre todo para quien durante su extensa trayectoria en radio y televisión intentó mimetizarse tanto con sus personajes que hasta llegó a fumar un porro a medias con Joaquín Sabina en directo. Así lo desveló la pasada semana a la revista Diez Minutos. "María Teresa entendió que darle unas caladas al cigarro de Joaquín era el modo de lograr una entrevista mejor", ha detallado Ángel Antonio Herrera. Y la verdad, razón no le falta.