Artistas navarros de la cerámica, en Taiwán

pamplona. Los ceramistas y artistas navarros Concha Cilveti, Ángel Garraza, Chama Mugarza y Eukeni Callejo participan hasta febrero de 2011 en una exposición colectiva e itinerante en Taiwán (China). Los cuatro conciben la cerámica como un lenguaje más del arte contemporáneo, y así lo muestran con sus respectivas obras en esta muestra, posible gracias a un convenio entre el Ministerio de Cultura español y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Artístico de Taiwán.

Bajo el título Cerámica española para el siglo XXI, la exposición, en la que también colaboran el Museo Municipal de Bellas Artes de Kaohsiung y el Museo de Cerámicas de Yingge -en el distrito de Taipei-, está comisariada por José Miranda. Él fue quien realizó la selección de artistas y quien apostó por los cuatro creadores navarros, que se suman en esta cita artística a otros treinta creadores de distintos puntos del Estado, entre ellos el donostiarra Alfonso D"Ors. Los artistas españoles comparten espacio junto a dos creadoras taiwanesas, Feng Feng Lo y Su-Pi Hsu, y una japonesa residente en Córdoba, Hisae Yanase Sudo, lo que hace de la exposición un encuentro rico en diversidad e interculturalidad y un canto a una pasión común: la cerámica como posibilidad artística y estética. De hecho, los creadores participantes en la muestra reivindican el valor de este material más allá de las características que lo han ligado convencionalmente a lo funcional. "La cerámica lleva el lastre de lo tradicional. Y en España, sobre todo, hay que hincarle el diente y valorarla como un procedimiento más que está dentro de la escultura", sostiene Concha Cilveti, quien en este sentido apunta que Taiwán es "la meca de la cerámica, allí esta técnica está elevada a arte y la encuentras en los museos, en galerías... Si bien es cierto que aunque técnicamente los ceramistas muestran en Taiwán una destreza increíble y una manufactura ideal, formalmente se han quedado en lo convencional, en piezas utilitarias". La artista pamplonesa expone en el apartado de Instalaciones -que configura la estructura de la exposición junto a los apartados de Obras Conceptuales y Obras Objetuales- Lo mejor del sol es la sombra (2008) (refractario y porcelana sobre soporte metálico), un conjunto escultórico de cinco piezas en blanco y negro que nos habla de la vida y la muerte.

el barro y el fuego Para Ángel Garraza (Allo, 1950), ésta no es su primera incursión artística en Taiwán. "Tengo allí piezas en dos museos", cuenta. Y comenta que en la isla "la cerámica es como aquí para nosotros la pintura, la manera generalista de trabajar que tienen los creadores plásticos. En las casas la gente no tiene cuadros, tiene objetos. Y hay un mercado potente, con galerías especializadas". Garraza aporta a la exposición una obra minimal y conceptual realizada en gres chamoteado de su serie Cosas y causas (2008) "que habla de la vida, de mí mismo", cuenta este artista, que encuentra en la cerámica "una vinculación con la naturaleza a través del barro y del fuego". De esta misma serie Cosas y causas, Ángel Garraza expone actualmente otra obra en el Museo Languedocien de Montpellier, una instalación compuesta por 16 piezas suspendidas a diferentes alturas que sugieren cabezas humanas mitad rojas mitad negras y que permanecerá en dicho espacio a lo largo de todo este 2010.

Por su parte, el artista bilbaíno aunque afincado en Navarra (Navaz) Eukeni Callejo muestra al público de Taiwán su esculturaplástico-poética Death in Paris (2009), realizada a base de arcilla refractaria, chamota y cemento sobre rejilla metálica. Por último, la tudelana Chama Mugarza (Rosa María Jiménez Mugarza) firma las obras conceptuales Tanganika II y El gran sueño de las termitas, ambas de 2009 y que, juntas, componen un singular "canto a la figura geométrica, geometría como aspiración a un mundo en calma y armonía", según recoge el catálogo de la exposición.