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La viñeta vasca habla en catalán

Veintidós dibujantes procedentes de Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca, invitada de honor de esta edición, han participado en el certamen de la capital catalana, que se clausura hoy, con una selección de lo mejor de los tebeos locales.

La viñeta vasca habla en catalánALBERTO PRADILLA

El tebeo vasco ha sido uno de los protagonistas del Salón del Cómic de Barcelona, que hoy concluye su 28ª edición. Una muestra con diferentes trabajos de 22 dibujantes procedentes de Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca ha constituido la principal aportación de Euskomik: Euskal Komikia, un stand de 150 metros cuadrados que ha llevado a la capital catalana lo mejor de las viñetas vascas. Borja Crespo, Javier de Isusi, Raquel Alzate o Simónides han sido algunos de los autores que han representado al cómic vasco, invitado de honor en la muestra más importante del Estado y con mayor proyección europea.

"Hay autores punteros trabajando en el extranjero y estamos a un buen nivel", explicó el ilustrador Danimaiz, coordinador de Euskomik, que destacó la heterogeneidad que caracteriza a las historietas y sus dibujantes. "Hay gente que trabaja en una línea más europea, otros en líneas más experimentales, por lo que no podemos decir que exista una seña de identidad dentro del cómic que caracterice al tebeo vasco", señaló, tras destacar que "la promoción que llega desde el exterior está dignificando al cómic y lo está desmitificando como algo vinculado al mundo infantil". El stand vasco, el mayor de los 160 expositores que han reunido a unos 3.000 profesionales del sector, constituye una muestra evolución de la historieta, con unos comienzos vinculados a la revista Habekomik a otras publicaciones como TMO o Xabiroi, una revista publicada por la Federación de Ikastolas y que apuesta por el cómico como fórmula de promoción del euskera. "Instituciones como la Alhóndiga, Krea, la fundación Sancho el Sabio o los concursos de cómic tan potentes que se están desarrollando han logrado que la sociedad vasca vea el cómico como algo más habitual", subrayó el coordinador de Euskomik.

Además de los autores vascos, la relación del cómic con otras artes como el cine o la música han sido también los protagonistas. Tres historietas que han dado el salto a la gran pantalla (Los Perdedores, de Andy Diggle, que participó como invitado, Jonah Hex e Iron Man) han sido la excusa para una muestra especial, Cómics en cartelera, donde también se han colado los clásicos Superman, Batman y Robin, muy solicitados para fotografiarse con los visitantes. Siguiendo con el cine, el próximo estreno de la película de El equipo A se convirtió en otra de las atracciones de FICOMIC, con la mítica furgoneta negra aparcada en medio del recinto ferial. El filme no se podrá ver hasta el 30 de julio, pero el salón ofreció un preestreno para aquellos que no podían esperar para ver a M.A. Barracus, Annibal, Murdock y Tempelton Peck. Siguiendo con las referencias cinéfilas, los 30 años del estreno de La guerra de las galaxias ha sido otro de los acontecimientos celebrados en Barcelona. Por este motivo, soldados del Imperio desfilaron entre los stands del pabellón de Montjuic, donde hoy se celebrará un encuentro con los actores Nalini Krishan y Anthony Forrest. Aunque la relación de la historieta con el mundo audiovisual no se ha limitado a las viñetas internacionales, ya que el homenaje a Manuel Vázquez, el autor de Anacleto o Las hermanas Gilda fallecido hace 15 años y que será interpretado por Santiago Segura en la película que rueda actualmente Óscar Aibar.

El cómic no es ajeno a la crisis, esa palabra que parece que no desaparece nunca, y la pregunta de cómo afectan las dificultades económicas al mundo de la viñeta era una de las más repetidas. Hasta hoy no se conocerán los datos de ventas pero "no se ha notado menos afluencia que otros años", tal y como señalaba Aitor Iturria, uno de los trabajadores de la organización. Aunque visitantes no se traduce en más ingresos y, tal y como recordaba el stand de la revista El Jueves, construido a base de cartones. El mostrador de la popular publicación fue uno de los más visitados en la jornada del viernes, cuando tuvo lugar las firmas de dibujantes como Monteys o Manel Capdevilla.

La llegada del cómic digital era otra de las grandes incertidumbres. Ese cambio que ya ha irrumpido en la música y que ahora se extiende a otros sectores como la literatura todavía no es una realidad en la historieta. Aunque va ganando terreno. "Es algo inminente, que está apareciendo con fuerza, pero no sé cómo va a funcionar. Me da algo de miedo, aunque es por desconocimiento", señalaba Danimaiz, coordinador de Euskomik. Por el momento, el papel sigue siendo fuerte. Y mucho más en un arte en el que el coleccionismo es un valor añadido, con aficionados a los originales que llegan a pagar hasta 4.000 euros por ediciones perdidas. Alex Samaranch, responsable Koomik, la primera plataforma estatal de cómics digitales, apostaba por las nuevas tecnologías como fórmula de renovación. "Hay mucha curiosidad, mucha gente se está acercando para preguntar", señaló desde su stand, el único dedicado al formato electrónico.