"Seguimos teniendo la misma inocencia, en forma de amor al rock and roll, que un chaval de 16 años"

pamplona. Rubén Pozo, 50% de Pereza, es un asiduo de Pamplona, plaza en la que ya tocó con Buenas Noches Rose y en la que arrancó con Pereza en bares como el Terminal. Rubén, que hace tiempo que dejó de matar carteros para convertirse en un pirata de esos a los que cuando zarpa el barco les crecen cuernos y rabo, se mostró, como siempre, accesible, nítido, sencillo y sempiternamente rockero.

Hace pocas fechas ofrecisteis un concierto en la Lonja medieval de Sos del Rey Católico y hoy actuáis dentro del recinto amurallado de la Ciudadela de Pamplona, ¿influyen escenarios tan especiales como éstos en un grupo como Pereza?

En Sos ya habíamos tocado y siempre mola; además, compartimos cartel con gente como Elvis Costello. El de la Ciudadela no lo conocemos... Sí es cierto que influye porque no es lo mismo tener delante, o detrás, una catedral de la hostia que un descampao, y en esta gira la verdad es que estamos pillando unos sitios muy chulos para tocar. De todas maneras, el escenario o el lugar donde tocas afecta, pero lo realmente determinante es el público. Si la gente está caliente, tú estás caliente. Y si el público no está caliente y tú sí, es cuando tienes que hacer todo lo posible para contagiarles.

Estos "Aviones" que tenéis entre las manos han salido bastante buenos, con un recorrido muy largo. Pero, a estas alturas de la gira, ¿el motor empieza a estar cansado, amaga con gripar?

En Sos del Rey Católico estábamos un pelín cansados pero yo creo que, a pesar de todo, dimos un buen concierto. Cuando llevas tres o cuatro actuaciones seguidas es inevitable que aparezca un poco el cansancio porque llevas un montón de kilómetros en la chepa... De todas maneras, el propio cansancio es el que muchas veces te da una energía rockanrollera inigualable, por lo que, muchas veces, el mejor concierto de una salida suele ser el último.

Viendo la trayectoria ascendente de Pereza, en cuanto a número de conciertos, público congregado, giras interminables, discos vendidos... ¿Todavía se te pone el alma pirata cuando montas en la furgoneta camino de un concierto?

La verdad es que siempre nos sale la tontería cuando vamos a tocar, nos seguimos poniendo muy nerviosos, tenemos que ir muchas veces al baño y no nos podemos quitar la incertidumbre de lo que pueda pasar, de cómo va ir el concierto. Siempre hay un nervio, y, precisamente, cuando éste desaparece es que algo no funciona. De todas maneras, nosotros, no sé si afortunada o desafortunadamente, nos seguimos poniendo nerviosos.

"Aviones" nació como un disco bastante acústico, de hecho hicisteis una primera gira por teatros, pero ahora lleváis un espectáculo mayoritariamente eléctrico, ¿cómo ha sido el proceso de reconversión de ésta última colección de temas?

A algunas canciones que les hemos metido un poco de caña, haciéndolas un pelín más eléctricas, y otras que se han quedado igual. Por otra parte, Aviones es un disco que está funcionando muy bien y la gente lo reclama tal y como es. Así, por ejemplo, tocamos canciones lentas, como 4 y 26 y Amelie, respetando los sonidos del álbum. En cuanto al repertorio, tenemos una escaleta fijada que, en alguna ocasión, dependiendo del concierto, hemos variado.

Sobre las canciones de este último trabajo comentabais que nacieron durante la gira anterior, entre habitaciones de hotel y furgonetas. A estas alturas de la presente gira, ¿han nacido ya algunas candidatas a engrosar el próximo compacto?

Van saliendo cositas. Hay canciones para las que te tienes que sentar con la guitarra, el boli y el papel; temas en los que te tienes que esforzar y trabajar. Pero hay otros que se te caen de las manos y en media hora los tienes; son las canciones inevitables. Ahora nos encontramos en el momento de ver si se nos cae alguna de las manos porque estamos muy centrados en los conciertos y no tenemos tiempo material. A final de año pararemos, nos meteremos en el estudio y ya se verá.

Hablando de trabajo, Pereza se ha convertido en los últimos años en el colaborador inevitable de muchos artistas. A este paso vais a tener que cambiaros el nombre.

Pereza fue la primera canción que hicimos y era eso, un canto a la pereza. Pero, realmente, somos unos culos inquietos, rabos de lagartija a los que les gusta tocar con gente... Nos gusta tocar, hacer canciones, música... y si lo haces con otros artistas, resulta estimulante porque ves otras formas de trabajar y, además, en muchas de estas ocasiones sucede que estás tocando con los que han sido tus ídolos, con gente a la que llevabas en la carpeta cuando eras pequeño.

Siempre que caéis por Pamplona os recordamos el "bolo" del Terminal, aunque otros recordarán también la minigira en camión que ofreciste por la ciudad con Buenas Noches Rose. Echando la vista atrás, viendo aquello y viendo lo que ahora tenéis, ¿se ha caído algo por el camino?

Tenemos el culo más pelao. Han sido muchos conciertos, discos y tablas... Pero seguimos teniendo la misma inocencia en forma de amor al rock and roll, la misma que puede tener un chaval de 16 años que acaba de descubrir el género. Estamos más mayores pero seguimos siendo unos irresponsables a los que alguna vez se les va la mano y acaban a horas que no deben... aunque también hay ocasiones en las que nos vamos al hotel nada más acabar de tocar.