El actor pamplonés Imanol Reta participa en la película "The vampire in the hole"

pamplona. El actor pamplonés Imanol Reta participa en la película The vampire in the hole (El vampiro en el agujero), un proyecto singular que demuestra que es posible rodar una historia de vampiros con tan sólo un dólar de presupuesto.

Tras un mes de rodaje -realizado en inglés y casi todo en Alcalá de Henares- y medio año de post producción, The vampire in the hole, segundo largometraje de la valenciana Sonia Escolano y el madrileño Sadrac González tras el premiado Myna se va, espera ahora su fecha de estreno en 2011 en Estados Unidos -donde se verá antes que en España-, aun sin fijar. La intención de los realizadores era "hacer una historia de corte sobrenatural que, a pesar de su ausencia económica, pudiera competir en el mercado internacional". En la trama que propone este filme, el vampirismo es una nueva enfermedad cuyos principios se transmitieron al azar y tan rápidamente como una gripe. Protagoniza la historia May (María del Barrio), una adolescente que acaba de cumplir 17 años y se ha infectado, y a cuyo padre encarna el pamplonés Imanol Reta. Es la única vampiro de su familia, incluso de su barrio. Su vida cambia radicalmente, es el monstruo de su entorno: los niños le apedrean y en su trabajo sufre acoso. Pero May intentará adaptarse a través de las reglas que el Gobierno impone a los infectados que deseen reintegrarse en la sociedad. Mientras, en los ambientes cotidianos comienza una lucha para aceptar y rechazar a un nuevo extranjero; es el virus real de una futura guerra donde el racismo y la intolerancia son los principales desencadenantes de la división entres humanos y vampiros.

Con esta trama aspira a enganchar al espectador The vampire in the hole, en la que participa un equipo de unas 40 personas que, según los realizadores, se ha involucrado "dejándose la piel en cada plano". "Nadie cobraba, tampoco nosotros. Todo por amor al arte, para demostrar que podíamos", cuentan sobre el proyecto, en el que los efectos digitales y el 3D se combinan con el valor narrativo de la historia.