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Alex de la Iglesia, homenajeado en el festival Ópera Prima de Tudela

en el año 1993, rodó en Bardenas reales su primera película, 'Acción mutante'Aseguró que uno de los mayores logros de su vida es "haber conseguido que cine y vida se unan en un mismo concepto"

Alex de la Iglesia, homenajeado en el festival Ópera Prima de TudelaF. P-N.

tudela. Bajo el lema de "quien se toma en serio a uno mismo nadie lo toma en serio después", el realizador bilbaíno Alex de la Iglesia recibió ayer un homenaje en el marco del festival de cine Ópera Prima de Tudela. Casi 20 años después de rodar en Bardenas su primera película Acción Mutante (1993), el que para algunos como Jaume Balagueró es "el padre del cine fantástico español" volvió a la capital de la Ribera como el primero de un relevo generacional que ha iniciado la dirección del certamen a la hora de reconocer la trayectoria. Como explicó el director Luis Alegre, "es uno de los grandes de la historia del cine y después de haber tenido a Berlanga, Saura o Armendáriz hemos decidido dar un salto generacional con alguien que une el espíritu de Berlanga o Azcona con la tragedia griega y la tradición española".

De la Iglesia, que además es presidente del jurado en esta edición, reconoció que era un honor "volver a Tudela donde comenzó mi cine. Hay pocos lugares donde disfrutar de estar vivo como en Tudela. Es un lugar especial". A sus 45 años, el realizador, pese a reconocer que "mi vida es un caos imposible de parar", señaló que el mayor logro de su vida es que "cine y vida se unan y sea el mismo concepto". Empleando un discurso filosófico, no en vano es licenciado en Filosofía por Deusto, explicó que lejos de guiar nuestra existencia alguien o algo que admiramos es el "horror del día a día, el del autobús que no llega, de la mentira, la hipocresía... El horror nos quema y define".

rasgos comunes Autor de películas como Acción Mutante, El día de la Bestia, La Comunidad, 800 balas,Los crímenes de Oxford, Crimen Ferpecto o Balada triste de trompeta reconoció que sus películas tienen obsesiones "constantes". Para él es una lógica "no planificada. De pronto descubres que hay coincidencia de imágenes y conceptos que se repiten, obsesiones (sería pretencioso decir estilo) como la tradición, la ausencia del padre, la realidad vista desde un decorado falso.... La tragedia grotesca es un concepto que me define a mi y a todos los que hacen cine en este país y que seguimos a Rafael Azcona que es el padre de la cultura española del siglo XX. El cine se define y se entiende a través de Azcona".

Pese a reconocer las similitudes en sus películas y haber creado un estilo e iconografía que le define (uno de los objetivos de un director), De la Iglesia aseguró que trata de huir de ser reconocible y previsible. "No me gusta. Me gustaría que mis películas fueran muy diferentes unas de otras, que no se notara siempre mi presencia. Es como si vas a una fiesta y se nota tu olor y se te reconoce. ¿No sería angustioso? Cuando haces cine intentas ser distinto pero no lo puedes evitar, ahora si lo haces de forma consciente eres un payaso".

su debut Al recordar Acción Mutante señaló que lo que buscaban con esa película (en la que un grupo terrorista quería acabar con los guapos y delgados que iban a dominar el mundo en el año 2012) era "acabar con la tontería en el momento del diseño, las películas de Almodóvar (le produjo la cinta) y de Mariscal. Queríamos reivindicar la diversión y la suciedad".

Siempre directo en sus opiniones, ayer aseguró que los dos años de presidencia de la academia de cine "fueron los más felices de mi vida, me dio la oportunidad de reflexionar, cambiar de opinión y tener nuevos puntos de vista". En lo que respecta al cine e Internet aseguró que "deberíamos adaptarnos como hace el resto de las industria. Hay que encontrar la manera de, satisfaciendo a todos los implicados, que ver las películas en sala e internet a la vez y buscar un precio a eso. Os aseguro que va a ocurrir". Por último indicó que en el conflicto con la SGAE "hay grupos de poder que les interesa acabar con los derechos de autor y no son los internautas".