La fotógrafa "callejera" Jessica Lange presenta en Madrid su "fascinación" por México
Exhibe en la casa de américa 96 "secuencias" tomadas durante los últimos 12 años"Disparo con idea de narración, casi como literatura, pero no con un proyecto premeditado", explica la actriz
MADRID. Ha sido la "impensada" estrella de una serie de miedo, American Horror Story, pero a Jessica Lange lo que de verdad le asusta son tragedias como la de Ciudad Juárez en México, país al que ha dedicado la exposición fotográfica que ayer inauguró en Madrid.
Lange (Cloquet, Minnesotta, 1949) eligió la Casa de América para la primera exhibición de 96 "secuencias" que ha hecho durante los últimos doce años en México, 58 de ellas inéditas, y que después, en agosto, se expondrán en el Museo de San Benito de Valladolid. Son escenas en blanco y negro de la cotidianeidad, paisajes que escapan de las coordenadas territoriales y que reflejan a México, un país por el que siente "absoluta y total fascinación", "tal y como es", sin afán documental, porque no es una "fotoperiodista", subraya, sino "una fotógrafa de la calle". "Disparo con idea de narración, casi como literatura, con mi propia escritura, pero no con un proyecto premeditado. Sólo hago fotos, que guardé durante mucho tiempo hasta que alguien pensó que podría publicar un libro. Luego han venido las exposiciones".
una leica m-6 Su proceso de trabajo como fotógrafa, iniciado a los 18 años y aparcado hasta hace 12, cuando su pareja de entonces, Sam Sheppard, le regaló una Leica M-6, es "anónimo y profundamente personal", describe. "No se si mi vida no sería la misma sin esa cámara pero lo que sí es que fue el impulso a este trabajo. Me he acostumbrado a ella, la conozco. Es una familiaridad emocional y siento que ella cuida de mí". Dice en puro español que "nunca, nunca" ha disparado con una cámara digital y que no lo hará porque rechaza la "capacidad de manipulación" que tiene esa tecnología con herramientas como el Photoshop.
Lange descubrió su placer por la fotografía con su inseparable Leica al tiempo que su fascinación por México, un país en el que, "especialmente en los pueblos pequeños, "no es nadie", sólo una "gringa" que disfruta del placer de observar mientras nadie la observa a ella, "un antídoto" a tanta popularidad. La comisaria de la muestra, Anne Mourin, ha elegido entre unas 150 obras impresas las que componen la exposición pero, dice Lange, "hay varios centenares sobre los que escoger", aunque en ninguna de ellas haya retratado "realidades" tan dramáticas como los efectos del narcotráfico o la violencia contra las mujeres de Ciudad Juárez. "Nunca he ido allí, pero el año pasado cuando estaba en Chiapas vi que se celebraban procesiones en memoria de esas mujeres. Creo que parte del problema es que no se presta la atención debida y aunque la gente trata de que les hagan caso, los políticos y la compleja relación entre México y Estados Unidos hacen que todo sea aún más destructivo. Es una auténtica tragedia", lamenta.