Con el compacto recién calentito y el vinilo blanco recién llegado, Titi, Aitor y Gorka, 75% de Leihotikan, se armaron de paciencia para responder a las preguntas de EL CAMALEÓN.

-Leihotikan rompe de nuevo y en época de discos cortos se lanza con un álbum de 15 temas.

-Gorka: La razón principal es que llevábamos seis años sin grabar un disco. Siempre hemos intentado hacer álbumes que no fueran muy largos, pero teníamos canciones y queríamos currarlas; además, a pesar de que tiene muchos temas no llega a los 40 minutos, está todo muy concentrado.

-Casi 20 años sobre los escenarios, ¿era el momento para 'autobiografiar' al grupo, irónicamente, con 'Goizeko ordubiak'?

-Gorka: Sí, ya tenemos 18 años, la gente nos conoce, nosotros nos conocemos y sabemos estar en nuestro sitio. Precisamente, creo que el acierto de este álbum es que cada uno estamos en nuestro sitio y sabemos lo que hacemos bien; eso da pie a reírnos de nosotros mismos, haciendo una caricatura de la banda y recordando de esta forma nuestras andanzas, porque eso significa que lo hacemos con gusto y con ganas...

-Titi: Y que compensa.

-El álbum, sin ser conceptual, es un retrato social en su más amplia concepción, sin atender a esperanzas pero sí apostando por un camino.

-Aitor: El camino hay que tomarlo, es decir, no puedes apuntar en una dirección y no hacer nada. Mucha gente se deshace en sueños de cambiar las cosas, pensando que esto va a mejorar algún día, pero permanece tumbado en un sofá... Hay que tomar la iniciativa, en todos los sentidos, incluso en la música; nosotros hemos tenido que tomarla porque ya llevábamos mucho tiempo parados.

-Habéis llevado al niño Harold Wittles a la portada, y al título de disco. ¿Por qué?

-Aitor: La portada refleja la fotografía de este niño, sordomudo de nacimiento, al escuchar el sonido por primera vez a través de un audífono. Era una cara muy expresiva, acorde con la idea del disco, de la música y del impacto. Nos cautivó la historia, creamos la canción y le dimos ese título; creímos que era la portada ideal.

-Gorka: Harold ya es como nuestro chiquillo (risas).

-De nuevo habéis vuelto a grabar con Iker, con el que ya trabajasteis 'Munduaren leihoa' en 2003. Han pasado muchos años, ¿cómo ha influido su experiencia y evolución en vuestras canciones?

-Aitor: Cuando grabamos en 2003 era un chaval que prometía; ahora nos hemos encontrado a un profesional con una carrera a sus espaldas. De esta forma, lo que puede aportar es importantísimo. Por otra parte, nosotros somos muy clásicos, tirando al punk y hardcore, con sonidos de los 70, 80 y principios de los 90; Iker ha mamado de eso pero también de cosas más actuales, y eso ha dado como resultado que en este disco se combinen ambos conceptos. Nosotros somos reacios a los cambios, pero viendo el resultado, ha sido un acierto grabar en El Sótano.

-Gorka: Ahora, él nos conoce perfectamente y viceversa, así que sabemos perfectamente lo que nos puede aportar. En esta ocasión ha sido todo mucho más directo, hemos ido muy tranquilos y eso se ha notado.

-Con la experiencia acumulada y el 'culo pelao', ¿qué espera Leihotikan de este trabajo?

-Aitor: Esperamos, simplemente, ver la respuesta de la gente. Tocar en directo y defender el disco de la mejor forma... De aquí a unos años, viendo como hemos llegado a este momento, seguiremos de la misma forma.