Los 'collages' de Nerea Ugarte inundan de color y detallismo el Polvorín

pamplona. Desde muy pequeña, Nerea Ugarte se sintió atraída por el dibujo y los trabajos manuales. Y esa vocación se enriqueció y encontró un camino cuando, a los 13 años, descubrió las posibilidades del papel pegado. "Fue en los años 60, cuando vi cómo empapelaban las paredes de nuestra casa por primera vez. Me fascinó cómo podía transformarse un espacio con el papel. Y no paré hasta aprender a hacerlo", cuenta la artista tolosarra, que protagoniza hasta el 30 de este mes una exposición en el Polvorín de la Ciudadela.

Bajo el título Empapelados, la muestra se enmarca en el intercambio que realiza desde hace ya diez años el Ayuntamiento de Pamplona con el de Tolosa, y que permitirá al artista navarro Félix Ortega mostrar su trabajo en el Palacio de Aramburu de la localidad guipuzcoana a finales de año, después de exhibirlo en la Ciudadela (6 septiembre-13 octubre).

La exposición de Nerea Ugarte, que pudo verse en Tolosa entre diciembre de 2012 y enero de este año, acerca al público navarro obras de los últimos cuatro años de trabajo realizadas sobre bases de madera y en las que el color es el motivo esencial. En estas piezas, una reinterpretación de aquellos empapelados de paredes con los que tanto disfrutaba la artista en su infancia y adolescencia, todo el papel utilizado procede de revistas "que en su momento han servido para informar y entretener y que, una vez en mis manos, tienen un nuevo destino", cuenta Ugarte, quien disfruta salvando de la basura esos objetos que en un principio y para mucha gente eran inservibles.

El proceso de creación de estos collages, según la autora, "es bastante espontáneo". "Parte de la necesidad que tengo de hacer y expresar algo, pero todo empieza como un juego sin reglas, un reto donde la libertad es omnipresente, algo atractivo y motivador. Los propios colores me inspiran mucho y son los que muchas veces me llevan a un determinado resultado. Otras veces, son las formas y texturas las que me dan la clave del resultado en que ya se ha convertido ese proceso. Y alguna vez sí empiezo con un objetivo ya claro", explica la artista tolosarra. Junto con el colorido, la minuciosidad es otra característica esencial de la obra de Nerea Ugarte, y la que, según ella misma reconoce, "más impacta al espectador". "Es un proceso que requiere a veces de mucha paciencia, en ocasiones se sufre, pero ante todo me divierto", asegura.

Las cuatro estaciones del año, la ciudad y los pueblos, experiencias de viajes (a destinos como India), personas cercanas, situaciones y reflexiones están presentes -también a través de los títulos- en estos collages, que invitan a imaginar, soñar y sentir. Las obras se completan en el Polvorín con un gran collage fotográfico que combina imágenes de piezas artísticas de la creadora tolosarra con otras que muestran instantes de su proceso de trabajo.

Nerea Ugarte estuvo dos años en la Escuela de Grabado y Damasquinado de Eibar, donde alternó las clases de grabado con buril sobre metal con otras de dibujo centradas en los pequeños detalles. Posteriormente, durante su formación en interiorismo en San Sebastián se inclinó por el dibujo a plumilla al tiempo que ampliaba sus conocimientos de dibujo con carboncillo, modelado o acuarela. Hace pocos años fue cuando se reencontró con el papel y la cola y de forma autodidacta comenzó a trabajar el collage sobre cartulina, hasta que descubrió la madera, "el soporte perfecto porque en él el papel pegado no se ondula", apunta.

Empapelados puede visitarse de martes a viernes de 18 a 21 horas; los sábados, de 12 a 14 y de 18 a 21 horas; y los domingos, 12 a 14.