Artes escénicas, un juego de niños
El Auditorio Barañáin acoge estos días un campamento infantil en el que se mezcla la danza, la música y el teatro
Una de estas alternativas se encuentra en el Auditorio Barañáin, que junto con la Escuela de Danza Bayaderos, ofrece estos días un campamento urbano de artes escénicas con el que llenar las mañanas de los más pequeños. Mediante dinámicas y talleres se logra que pasen un buen rato y, además, se introduzcan en el mundo de la danza y la interpretación.
Estos días de actividades han estado centrados en la película Happy feet, que enmarca toda su programación. El último día, los alumnos podrán mostrar todo lo aprendido a sus padres y al resto de familiares en una actuación en la que interpretarán un pequeño musical con bailes del filme de animación y para la que también han trabajado elaborando sus disfraces de pingüinos y las invitaciones personalizadas para los asistentes.
La función, que en otras ocasiones se ha realizado en el salón de actos del auditorio, se hará esta vez en una de las salas de la escuela de danza, ya que son pocos los niños apuntados a esta tanda. "Es una pena, ya que para ellos es toda una experiencia ver el escenario y las bambalinas. Les encanta que les expliques cómo funciona un teatro desde dentro y ver todas las butacas desde el escenario", comentó Diego Martínez, director y monitor en el campamento, durante una de las sesiones.
Iker Roncal, de 11 años, aseguró que se divertía mucho con los bailes que estaban preparando; "hay algunas partes que son más fáciles que otras -destacó-, porque todos hacemos lo mismo y, al estar muy juntos, no se nota tanto si te confundes". Según él, uno de los juegos que más les ha gustado es el de las estatuas, en el que deben imitar a un animal cuando se detiene la música, una dinámica en la que, sin apenas darse cuenta, los niños trabajan su expresión corporal y eliminan la timidez a la vez que se divierten con sus nuevos amigos.
Más que diversión Con tan solo tres años en el caso de algunos de los participantes, estas colonias representan el primer contacto con las artes escénicas para muchos de ellos. Según Martínez "que los niños comiencen a bailar e interpretar con edades tan tempranas les ayuda a conocer su cuerpo y su expresividad, tomando esto como algo natural y ayudándoles a la hora de relacionarse".
Para el director, "este tipo de actividades ayuda al desarrollo social y emocional de los niños, evitando determinados temores y vergüenzas que puedan aparecer en su madurez". Eliminar tabúes con respecto al sexo es algo muy importante, ya que este desarrollo es igual de importante para ambos. "Hace unos años, cuando a un chico le gustaba bailar, era el rarito, pero las cosas, por suerte, están cambiando en la mentalidad tanto de los padres como de los propios críos", comentó el monitor, quien consideró esto un gran avance.
El grupo, formado por 8 niños de entre 3 y 8 años, es más pequeño que en otras ocasiones, en las que su director asegura haber llegado a tener 60 participantes. Esto ha obligado a fundir en uno solo los dos previstos, sin hacer diferenciación por edades. "A pesar de las grandes diferencias, el tener un grupo tan reducido permite trabajar muy bien con ellos, ya que podemos hacer un trabajo conjunto pero, a la vez, muy personalizado", destacó Martínez.
Muestra de este buen ambiente se encuentra en el respeto que mantienen durante toda la mañana los niños, que en silencio y sin moverse, atienden a las explicaciones de sus monitores, que no necesitan alzar la voz para hacerse escuchar. "La actitud es algo muy importante", señaló el director, que consideró el ser un ejemplo algo muy importante, pues los niños actúan en gran medida por imitación: "Con las órdenes lo único que se consigue es limitar; es mucho más sencillo involucrarlos en las actividades y enseñar mediante el ejemplo".
Aunque el comportamiento de los niños, según Martínez, es "inmejorable", las cuatro horas de actividades pueden ser un poco cansadas, por lo que tienen un descanso de entre media hora y 45 minutos para que salgan a la calle y, mientras juegan en el parque, aprovechen para almorzar y así coger fuerzas para afrontar el resto de la jornada con energías.
La segunda tanda de este campamento urbano, dirigido también por Diego Martínez y Amaia Otano, se llevará a cabo del 26 al 30 de agosto de 9.00 horas a 14.00 horas. El plazo de inscripción todavía permanece abierto, así que los que aún estén indecisos pueden apuntarse en el Auditorio Baluarte y a través del teléfono 676779122.
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