Pedro Osés, el arte como autobiografía
una retrospectiva recorre en la sala de armas el compromiso artístico y vital del pintor e ilustrador navarro
Pedro Osés es de palabras justas, medidas. Lo que tiene que decir lo dice sobre todo en su obra, en un quehacer creativo en el que vuelca su modo de ver y de sentir la vida. Su compromiso social, que se mantiene hoy, en un tiempo crítico en el que es necesaria una reconversión cultural. Muchas de las claves sobre ese mundo mejor que la mayor parte de la sociedad anhela se encuentra en las pinturas, en las viñetas y en los imaginativos carteles del artista pamplonés, que defienden la reconciliación del hombre con la naturaleza, la convivencia pacífica, la serenidad y el buen humor, la diversión y el ingenio. Y sobre todo, las relaciones humanas. Un compartir que hoy más que nunca es necesario.
Todo esto late en la exposición retrospectiva que acoge hasta el próximo 29 de junio la primera planta de la Sala de Armas de la Ciudadela. Partiendo de una selección muy cuidada y "con una criba muy dura" que ha realizado el propio Pedro Osés (Pamplona, 1942), el recorrido invita al visitante a adentrarse en todas las etapas creativas del artista, desde la centrada en mayo del 68 hasta la actual, con una vuelta a la naturaleza, el medio en el que Osés se siente "más vivo", pasando por la fase cercana al puntillismo, épocas más esotéricas y esperpénticas, o el reflejo de la sociedad del siglo XXI marcada por la electrónica. Paisajes, retratos, singulares carteles, viñetas que vieron la luz en su día en El Víbora, entre otras publicaciones de cómic, etc., conviven en esta muestra, que evidencia el gusto del autor por "contar historias que sirvan para algo, que hagan pensar, que diviertan también", sostiene.
Oses explicó ayer en la presentación de la retrospectiva que ha planteado esta muestra partiendo de "una selección bastante dura, una criba muy selectiva" de obra, "en el sentido de elegir más bien pocas piezas", y destacó que ha pretendido "hacer un recorrido que tiene que ver con la autobiografía". En este sentido, el artista reconoció que no ha querido hacer "una retrospectiva histórica" porque "se salía" de su planteamiento, al querer que "se vieran cosas que no se han visto, de épocas como los años 70, 80, que por razones varias no se han podido enseñar". "Son más de veinte años los que hay aquí...", apunta Osés, quien reconoce no tener todavía una idea clara de cómo ha sido su trayectoria y de la evolución que ha experimentado en el arte. Quizá porque para nada es hoy un ámbito cerrado, porque Pedro Osés sigue creando, en la actualidad volcado en el paisaje y experimentando "últimamente sin un apoyo fotográfico", cuenta.
El motor
Autenticidad y pasión
"No vamos ahí arriba en busca de éxito, vamos porque es lo que nos da vida". En esta frase del alpinista ruso Alexei Bolotov se reconoce Pedro Osés a la hora de transmitir lo que encuentra él en la naturaleza. "Es donde me siento más vivo, por lo que se respira, se huele, la tormenta, el frío, el calor... todo es más intenso allí", dice, y apunta en el catálogo de la exposición que "la naturaleza es el espacio de sanación". La civilización, por contra, "puede ser letal", añade, sabiendo que también necesita de ella, sobre todo de los seres queridos que la habitan.
La pasión y el compromiso que residen en la frase de Bolotov los pone Pedro Osés en su faceta de creador, en la que siempre ha dado testimonio de causas sociales como el necesario fin de las guerras o la denuncia de atrocidades como el tráfico de órganos de niños en Honduras, que centró varias de sus viñetas en El Víbora, algunas de las cuales exhibe la Sala de Armas. Osés, que comenzó dibujando en el colegio chicas y espadachines por petición de sus compañeros de clase y copiando sus tebeos favoritos, también ha ejercido la escultura y el oficio de dibujante publicitario.
Cuando viajó a París, sobre mayo del 68 desarrolló junto con Juan José Aquerreta una serie de pinturas cuando, al igual que otros de su generación se encontraba "asfixiado por el clima político y social, cultural. Y esperaba grandes cambios de aquel movimiento". Otra historia que cuenta en esta retrospectiva es su vinculación con el alpinista norteamericano Gary Hemming, sobre el que ha leído mucho y con el que se siente en parte "muy identificado"; también están presentes pinturas ya cercanas a la publicidad, a las revistas y a las vidas de los famosos, "aspectos grotescos de nuestra civilización, en decadencia, que me motivan para desarrollar una serie esperpéntica", cuenta Osés en referencia a obras como Chicas bien, Pasándolo bien y Bar. Esta temática continúa en los años 80 con Jugando o En la calle, en una etapa en la que el artista recoge el mundo del siglo XXI, con la televisión, los juguetes electrónicos, artistas musicales o punkies. La muestra finaliza con un regreso a la naturaleza, donde Osés encuentra esa necesaria respiración en un tiempo confuso y crítico sobre el que él quiere ser optimista.
"Veo los movimientos socioculturales autogestionados que están surgiendo, y tengo claro que ese es el camino. Trabajar juntos, hacer colectivo. El mundo que existía se está desmoronando, y hay que trabajar en equipo para abrir el arte a la sociedad", mantiene. Aunque él "siempre" se ha "movido en la precariedad", reconoce los obstáculos de esta época para la cultura: "Hay muchas limitaciones de espacios artísticos, de presupuesto...". Sin ir más lejos, para esta retrospectiva ha contado con un presupuesto de únicamente 2.000 euros para la elaboración del catálogo, que cuenta con textos de amigos artistas: Pello Azketa, Iñaki Arzoz, Luis Garrido, Javier Mina, Xabier Morrás, Joaquín Resano y Pedro Salaberri. "Refleja bien la esencia de mi obra, pero me habría gustado hacer algo más completo, una publicación más especial, ya que es un recorrido de toda mi trayectoria", concluye Osés.
Dónde. 1ª planta de la Sala de Armas de la Ciudadela.
Hasta cuándo. 29 de junio.
El autor. Pedro Osés participó en su primera exposición colectiva en el Museo de Navarra en 1965,Pintores navarros de hoy. Desde entones, ha realizado más de 50 muestras colectivas entre Pamplona, Bayona, Santurce, Sevilla, Burlada, Bilbao, Madrid, Barcelona, Vitoria, San Sebastián, Santander, Estella o Huarte, así como unas 25 muestras individuales. Ha sido reconocido con premios en los salones del cómic y la ilustración de Angouleme (Francia, 1989) y de Lucca (Italia, 1986). Sus obras están en colecciones del Ayuntamiento de Pamplona, Museo de Navarra, Fundación Caja Navarra, UPNA y Parlamento de Navarra.
actividades: conferencia y visita guiada
La exposición se completa con dos actividades: una conferencia de Javier Mina sobre Osés el 22 de mayo y una visita guiada a la muestra realizada por el propio autor el 24 de mayo; ambas citas serán a las 19 horas.
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