Concierto de Unisonic

Fecha: domingo, 7 de diciembre. Lugar: sala Tótem, Atarrabia. Intérpretes: Unisonic, formación integrada por Michael Kiske, a la voz, Mandy Meyer y Kai Hansen, a las guitarras, Dennis Ward, al bajo, y Kosta Zafiriou, a la batería. Como teloneros abrieron noche Taken, Nightfear y Lords Of Black. Incidencias: presentación de Light of dawn, 2º CD de Unisonic. Alrededor de hora y 1/2 de duración, bises aparte. Buenísima asistencia, 2/3 de aforo. Público que disfrutó de la actuación.

De manos de la poderosa aleación formada por el vocalista Kiske, quien compareció con una de sus rodillas lesionada, y el guitarrista Hansen, miembros fundadores de Helloween y antiguos componentes del mítico grupo (este último, además, fundador, guitarrista y vocalista en activo de Gamma Ray), he aquí cómo se mostraron Unisonic en Tótem: inquebrantables, demostrando la banda ser un sólido y consolidado valor de la escena metálica ¿europea? Mundial -nos atreveríamos a decir-, estando más que justificada su aureola de súper formación.

Con trazas de festival (a la vista del número de grupos participantes), la velada arrancó con los locales Taken, a quienes no vimos por haberles tomado la temperatura en vivo en fechas recientes; los segundos en liza fueron los madrileños Nightfear, quienes sorprendieron con un speedmetal que, torrencial, fuerza y pundonor a espuertas, caló en y a los presentes, dejándoles marca con temas extraídos de su primer CD y con unos cuántos inéditos; llamados a integrar un prometedor segundo disco ya en camino, a juzgar por lo escuchado.

De igual modo, cual fieras en edad de no ser calmadas de momento (mucho menos por la música), se mostraron los siguientes en actuar, Lords of Black, madrileños igualmente que demostraron sobradas razones para haber sido elegidos para la presente misión: abrir para Unisonic, papeleta que de manos de una concepción del heavy aplastantemente moderna, resolvieron a la perfección. Apoyándose en una concepción del género de compleja factura (prueba de que la sonoridad del mismo puede y debe evolucionar), con el hecho musical siendo portador de bases electrónicas y teclados pregrabados, lo único que dicha noche no nos terminó de convencer: que ni estos ni Unisonic incluyesen teclista en sus alineaciones, siendo los teclados tan importantes como demuestran serlo en la confección de sus temas. En el metal alemán en general. Y poco más que decir; si acaso hacer una mención especial para la despedida de Lords of Black, versionando el We rock del inmortal Dio, metiéndose a la sala en el bolsillo.

A por todas, a sangre (metal) y fuego, Unisonic abrieron set con dos temas del CD que están presentando, brindados tras una intro pregrabada, Venite 2.0, espectacularmente secundada por las luces: perfecta antesala de lo que se avecinaba. ¿El más celebrado? Exceptional, hit con el que se hicieron con el beneplácito general, quedando corroborado lo dicho durante la interpretación del igualmente de estreno Your time has come, con el carismático frontman dando la mano a las primeras filas: clara muestra de cómo han cambiado las cosas en estos tiempos, presididos por la inmediatez y la búsqueda de la cercanía artistas-público a todos los niveles. ¿Lo más destacado del concierto? Las ganas de agradar de los músicos y la buenísima sintonía demostrada por Kiske y Hansen, uno de los pilares fundamentales del grupo. Bueno, y el buenísimo hacer del otro guitarrista, Mandy Meyer, quien no dudó a la hora de hacer distintos guiños a grandes hits de la historia del rock, buscando la complicidad del público: de unos asistentes que, derrochando efusión todo el tiempo, vibraron especialmente con las dos versiones de Helloween ofrecidas, March of time y, ya en los bises, el esperadísimo I want out: estando quienes estaban sobre el escenario, inmejorable broche final.