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El “fin del paraíso” vital, visto por Juanjo Lazcano, transforma el Horno

La exposición ‘El jardín de las delicias’ se puede contemplar hasta el 22 de febrero

El “fin del paraíso” vital, visto por Juanjo Lazcano, transforma el Horno

pamplona - Ya desde el título de su instalación, El jardín de las delicias, que hace esperar otra cosa -precisamente la contraria-, se refleja ese gusto de Juanjo Lazcano por los dobles sentidos y la ambigüedad. Quizá porque este tiempo crítico que nos está tocando vivir, en el que si no hemos tocado fondo ya en cuanto a valores estamos a punto de hacerlo, requiere especialmente de esas lecturas que nos interpelen y nos recoloquen frente al mundo y frente a nosotros mismos.

La propuesta con la que Lazcano habita el Horno de la Ciudadela hasta el próximo 22 de febrero lo consigue desde que el visitante asoma su mirada a esta sugerente exposición, en la que el artista pamplonés sigue trabajando el realismo pictórico utilizando técnicas mixtas. En ella presenta nueve obras, más una impactante lona y diversos “objetos de derribo”. Unas creaciones en las que destacan figuras de hienas pintadas con tonos grises y marrones y a las que se unen unas particulares revisiones de las figuras de Adán y Eva, que aportan la nota humana -o deshumanizada, según se mire- a la instalación. Las hienas inmortalizadas en los lienzos, construidos también expresamente para la ocasión por el artista, nos miran en actitud observadora, pasiva, amenazante o agresiva. “Me gustan las hienas. Siempre me han llamado la atención, la risa que tienen, no sabes si te van a lamer la mano o a comer vivo... Pero no me gustaría que la gente se quedase con la imagen negativa de las hienas. Les tengo más cariño a las hienas que a lo que representan”, cuenta Juanjo Lazcano, quien ya mostró una recreación similar, bajo el mismo título, el pasado mes de octubre en la Galería Ormolú, en el marco de una exposición pictórica más amplia. Aunque aclara que la instalación que ahora comparte con el público la concibió expresamente para este espacio del Horno, y es aquí donde adquiere su máximo sentido. “Es una especie de fin de un paraíso. El momento en el que estamos ahora, el solar que nos ha quedado, y entonces es cuando estamos viendo las hienas. Siempre han estado ahí, igual nosotros estábamos a otra historia y no las veíamos. Y ahora que vamos quedando cada vez menos y el solar se va vaciando y cada vez quedan menos cosas, es cuando las empezamos a ver. Tengo la sensación de que no queda nada ya que rascar para llevarnos ni para que se lo lleve nadie...”, reflexiona el artista, y añade: “No sé si hemos tocado fondo, pero sí estamos en el proceso. Ya no hay nada más para rapiñar, o poco más. Se han descubierto muchas cartas. Es el final de un Edén, y si lo arrasamos y le pegamos fuego, igual sale algo positivo, se purifica todo y arrancamos de nuevo”, dice.

Su satisfacción sería que los visitantes “viesen lo que trato de expresar, porque yo creo que se ve”. “Mi idea es que mis cuadros se defiendan solos. Aunque cada uno verá su historia y proyectará su propio sentido en la obra, y eso es lo bueno del arte también. Yo dejo muchos dobles sentidos, la obra está abierta a diferentes interpretaciones, me gusta la ambigüedad, dar dos caras a las cosas...”, reconoce Lazcano, formado en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona y con pintores como Antonio López, Juan José Aquerreta, José María Mezquita, Alfonso Ascunce o Mikel Esparza.

El jardín de las delicias se puede visitar en el Horno de martes a viernes de 17.30 a 20 horas, los sábados de 12 a 14 y de 17.30 a 20, y los domingos y festivos de 12 a 14 horas.