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Kamishibai Magia en las aulas

Lo descubrió de casualidad, pero este teatro de papel japonés ha sido clave en los últimos años para ella y para quienes han podido disfrutar de su encanto y de su enorme potencial educativo. Ahora, Leer-e publica la valiosa experiencia de Carmen Aldama.

Kamishibai Magia en las aulasFoto: cedida

Títulos. El kamishibai y Taller de kamishibai. La magia de crear y contar historias. El primero abunda en la historia y la actualidad del teatro de papel y el segundo presenta la experiencia de Carmen Aldama y de las personas que con ella han colaborado, quienes han desarrollado una didáctica del kamishibai en las aulas como técnica narrativa específica. Muestra el proceso de enseñanza/aprendizaje que va desde la escritura de los textos de los relatos y el dibujo de las secuencias de imágenes que los ilustran, hasta la interpretación de esas historias.

Editor. Luis Arizaleta.

Editorial. Leer-e (Ignacio Latasa).

Presentación. 26 de mayo, martes, a las 18.30 horas en la sala de proyecciones de la Filmoteca de Navarra.

La autora. Carmen Aldama Jiménez es Maestra y licenciada en Ciencias de la Educación. Además de muchos años de experiencia con alumnado de 5 a 15 años, ha ejercido como orientadora escolar y como asesora de formación del profesorado en la Dirección General de Educación del Gobierno de Navarra. Los últimos cursos ha trabajado en el Colegio Público San Juan de la Cadena de Pamplona.

Más información. www.elkamishibai.com.

Campañas específicas. El equipo de Carmen Aldama ha desarrollado campañas como la de prevención de la obesidad infantil del departamento de Bienestar Social del Gobierno foral.

Intercambios con otros centros. Los alumnos de San Juan de la Cadena han trabajado con otros colegios públicos de Infantil, Primaria y Secundaria y con centros de Educación Especial como El Molino y Andrés Muñoz.

Berbinzana. Aldama y sus colaboradores realizaron un vídeo para las visitas escolares del Museo y Yacimiento Arqueológico de las Eretas.

Segundo idioma. Varios profesores están usando el kamishibai en la introducción de idiomas.

Cómo se crea un ‘kamishibai’. Toda la información en el blog ‘kamishibai.educacion.navarra.es/’

momotaro. Así se titulaba el primer kamishibai que vio. El curso 2001/2002 llegaba a su fin y los docentes del primer ciclo de Primaria del Colegio San Juan de la Cadena pidieron a los padres y madres y de los alumnos/as que participaran en una actividad especial: contar un cuento propio de su zona o país de origen. Entre ellos estaba la japonesa Reiko Furuno, que, debido a su timidez y a sus dificultades con el castellano, al principio se mostró reticente, pero luego se animó y desplegó ante los asistentes una magia que atrapó a Carmen Aldama Jiménez, maestra del centro y veterana del sector, no en vano ha dedicado 47 años de su vida a la educación. La chispa prendió con tal fuerza en ella que desde entonces y hasta ahora, ya jubilada, ha profundizado, reflexionado, sistematizado y fundamentado esta herramienta que no tiene más que beneficios tanto para quienes la ponen en escena como para quienes disfrutan de ella. Su valor como recurso didáctico es incalculable, opina Aldama, que después de años de divulgación en su propio centro, así como en otros colegios de Navarra y del Estado y en grupos de trabajo y seminarios, ha querido compartir su experiencia con la publicación de dos libros, El kamishibai y Taller de kamishibai, junto a la editorial navarra Leer-e y con el apoyo de Luis Arizaleta, que ha ejercido de editor de estos materiales que se presentarán en público el día 26 de mayo, a las 18.30 horas, en la sala de proyecciones de la Filmoteca de Navarra.

Su pasión por este teatrillo de papel, que es lo que significa literalmente kamishibai, es manifiesta. Por el modo en que le brillan los ojos cuando habla de él no hace falta que confirme “lo mucho que me ha enriquecido”. Y eso que fue “algo que me salió al paso”. Y lo aprovechó. En el curso 2002/2003 puso en marcha el primer taller en San Juan de la Cadena. Entonces “apenas había materiales en español, inglés o francés y nuestra idea principal fue conseguirlos”, explica Aldama que, en ese empeño, en 2003 contactó con Etsuko Nozaka, secretaria para el exterior de la Asociación Internacional de Kamishibai de Japón (Ikaja), que se sumó a la iniciativa “y todos los que encontraba y le parecían útiles para nosotros, nos lo mandaba traducidos al inglés”, apunta la maestra, agradecida con este apoyo que dura hasta el presente.

beneficios “Las características del kamishibai y la forma de presentarlo ayudan a conseguir un efecto mágico y de concentración en torno al cuento mucho más fácilmente que con otras técnicas”. Lo escribía Carmen en un artículo que publicó en la revista TK en diciembre de 2005. Y explicaba que este está formado por un conjunto de láminas que tienen un dibujo en una cara y texto en la otra. Su contenido, generalmente en forma narrativa, puede referirse a un cuento o a algún contenido de aprendizaje. La lectura la realizan uno o varios intérpretes que van colocando las láminas en orden sobre un soporte -un teatrillo de tres puertas- de cara al auditorio y deslizando una tras otra mientras lee el texto. Así, pues, se trata de un mecanismo sencillo compuesto por elementos simples “con un potencial educativo enorme”, apunta la profesora, que detalla: “Por ejemplo, cuando son niños los que lo ponen en práctica -también lo hacen los adultos-, no solo tienen que interpretar, es decir, enfrentarse a un público, lo que les hace crecer un montón, si no que también deben aprender a trabajar en equipo y llegar a acuerdos sobre si van a crear un cuento nuevo o van a adaptar uno ya existente, y hablar sobre qué dibujos van a emplear y por qué, ante qué tipo de espectador lo van a representar, etcétera”. Todo esto, indica Aldama, “les lleva bastante tiempo, pero acaban muy satisfechos”.

Sin olvidar dos aspectos “muy relevantes”. Por un lado, “los niños a los que les leen estos cuentos, asimilan mucho mejor y más rápido la estructura de los textos narrativos”. Y eso nos lleva al segundo, y es que el trabajo con la imagen es fundamental. “Vivimos rodeados de estímulos visuales constantes, pero apenas existe nada de estos temas en los currículos escolares, y esta herramienta les ayuda a interpretar y a comprender las imágenes en relación con las palabras”, agrega. La esencia última del kamishibai es, pues, la comunicación, puesto que no solo enseña a todos los participantes a usar el lenguaje oral y escrito, así como a ejercitar la escucha, sino que ayuda a trabajar la plástica e incluso la postura corporal ante los demás. En el espacio de educación europeo, “se insiste mucho en trabajar las competencias clave para la vida y esta técnica fomenta un montón de ellas”, como ya ha detallado Aldama, que añade, asimismo, el provecho que tiene para promover “la seguridad en uno mismo y la autoestima”.

Durante estos años, la maestra ha difundido las aplicaciones del kamishibai a alumnos de distintos centros de Navarra de Infantil, Primaria y Secundaria, con representaciones realizadas por ellos y para ellos; pero también entre el profesorado de dentro y fuera de la Comunidad Foral tanto en las sesiones de formación continua, como en seminarios y talleres. “En todos estos años, he trabajado con unos 1.900 profesores”, dice. Y en 2012, fue invitada por Ikaja a presentar su experiencia en la sede de la Unesco en París, explica, orgullosa no solo por aquella comparecencia, sino porque en el curso 2014/2015, la asociación japonesa “empezó a usar un enfoque parecido al nuestro en sus grupos de trabajo, y eso es muy satisfactorio”.

bien acompañada El viaje que Carmen Aldama realizó hasta su jubilación, “y cuatro años más de propina desde entonces”, no fue fácil. Se puede afirmar que ha sido una pionera en la introducción del kamishibai en las aulas del Estado. “Pero no lo he hecho sola, siempre he estado bien acompañada”. En los comienzos, de su hijo Guillermo, “que nos ayudaba con las traducciones del inglés”; de Reiko Furuno, de Etsuko Nozaka y, pronto, de Carmen Varea, profesora de Infantil de San Juan de la Cadena. Con ella ha recorrido distintas provincias y sigue haciéndolo. Por supuesto, el apoyo de la comunidad educativa y de los padres del centro “ha sido fundamental”, caso de Itxaso Recondo, y también ha recibido el respaldo del departamento de Educación del Gobierno foral. Todos estos años han generado abundantes materiales “y me han enriquecido muchísimo”, afirma Aldama, convencida de que la magia del kamishibai “es que está hecho de muchos pequeños detalles”. Y de personas como ella, claro.