Emilio Lledó, el filósofo del diálogo y la convivencia
El pensador y académico andaluz, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades
oviedo - El filósofo, humanista y académico Emilio Lledó, que en su dilatada trayectoria ha aunado la investigación filosófica, la literatura y la docencia, fue galardonado ayer con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015.
El jurado, presidido por el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, destacó que Lledó es un “pensador de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar” que “hace suya la razón ilustrada a través de un diálogo que impulsa la convivencia en libertad y democracia”.
Uno de los miembros del jurado, el catedrático de Ciencias Políticas Benigno Pendás, destacó tras la lectura del acta que “Lledó es una persona que no se ha encerrado nunca en sí misma y que considera que la filosofía no es algo abstracto y puramente ideal, sino que hay que dialogar, conversar, entender las razones de los demás para poder avanzar en la convivencia”. Por estos motivos Pendás consideró que el galardonado “conjuga bien el premio de humanidades y el de comunicación”, uno de los factores que posiblemente más ha influido en el jurado.
Emilio Lledó Íñigo (Sevilla, 5 de noviembre de 1927) se licenció en Filosofía en la Universidad de Madrid (1952) y estudió tres años en la Universidad de Heidelberg (Alemania) con una beca de la Fundación Alexander von Humboldt. Allí tuvo ocasión de imbuirse de la filosofía alemana de postguerra y de conocer a Hans-Georg Gadamer, Karl Löwith y Otto Regenbogen.
extensa carrera Este último le encaminó hacia la filología clásica. En 1955 regresó a la Universidad de Madrid, como profesor ayudante, y se doctoró en 1956. Un año después, regresó a la Universidad de Heidelberg como lector de español y en 1964 obtuvo la cátedra de Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos en la Universidad de La Laguna (Tenerife).
En 1967 se trasladó a la de Barcelona como catedrático de Historia de la Filosofía. En 1978 ingresó en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid como catedrático de Filosofía, donde permaneció hasta su jubilación. Miembro vitalicio del Instituto para Estudios Avanzados de Berlín (1988), fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1993, ocupando el sillón l y desempeñando, entre 1998 y 2006, el cargo de académico bibliotecario. También fue presidente del comité de expertos que elaboró el Informe para la reforma de los medios de comunicación de titularidad del Estado (2005).
El académico ha desempeñado un importante papel en la recuperación de la filosofía griega y el Helenismo en España y ha contribuido al desarrollo de la hermenéutica en el panorama de la filosofía española contemporánea. Lledó considera que el lenguaje es un elemento esencial en el pensar y en el modo de instalarse el hombre en la sociedad o en la naturaleza. Opina que la filosofía no es sino la meditación sobre tal instalación y la historia de la filosofía se entiende como memoria colectiva del complejo proceso seguido por la humanidad.
Además, Emilio Lledó es autor de más de un centenar de trabajos de investigación, ha publicado artículos en las más prestigiosas revistas filosóficas internacionales y ha escrito alrededor de veinte obras, entre las que destacan: El silencio de la escritura (1981), por el que en 1992 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo; Memoria de la ética (1995); Lenguaje e historia (1996); Imágenes y palabras: ensayos de humanidades (1998); El epicureísmo (2003); Elogio de la infelicidad (2006); Filosofía y lenguaje (2008). - Efe/E.P.