Una concentración celebrada esta tarde ha sacado a la calle a decenas de vecinos del barrio de la Rochapea de Pamplona para denunciar la falta de accesibilidad al centro de salud, el de mayor población de toda Navarra. Para escenificar su descontento, la iniciativa pretendía rodear el edificio del consultorio haciendo una cadena humana como protesta contra la inaccesibilidad a la Atención Primaria que están experimentando por las condiciones del ambulatorio.

Nekane Lasa, miembro de RTX Auzolan, la asociación vecinal que ha promovido la movilización, explicó que las dificultades para tener consulta médica son cada vez más evidentes y ejemplificó que hay casos en los que "la gente hace cola desde las 6.30 para pedir cita cuando, realmente, el centro abre a las 8 de la mañana". La atención telefónica, afirmó, tampoco funciona de manera correcta.

Rosa Marcotegui, vecina de la Rochapea, vive en su propia piel la deficiencia del servicio. "Cuando vengo a pedir cita con mi médico de cabecera, nunca está disponible. Me dan cita para dentro de un mes, pero hay cosas que necesitan ser atendidas más rápido", criticó. La movilización efectuada tenía como objetivo dar visibilidad a una problemática que lleva movilizando al barrio desde hace tres años.

En la concentración, además de hacer una cadena humana que rodeaba el ambulatorio, los participantes extendieron una pancarta con la frase "¡No a las colas de la vergüenza, la salud no espera!" que representa de modo gráfico las dificultades de acceso al centro, que se concretan en esas largas filas de espera que los usuarios se ven obligados a realizar. Dichas colas se inician en ocasiones desde las 6.30 de la mañana en torno al centro de salud para poder reservar unas de las escasas citas disponibles con su propio médico. La espera se prolonga al menos hasta las 8.00 horas, que es el horario de apertura al público.

Koldo Gracia, también vecino del barrio, consideró que se está viviendo una reducción de servicios que está obligando a los rochapeanos a disponer de un medio de transporte que les permita desplazarse a otros centros, como Buztintxuri o San Martín (urgencias extrahospitalarias), para ser atendidos. "Se deberían diversificar los servicios de calidad para tener una buena atención en el barrio, sin necesidad de acudir a otros sitios".

Los vecinos que han acudido a la concentración coinciden en que los principales problemas son, por un lado, la dificultad de ponerse en contacto con el ambulatorio para pedir una cita y, por otro, que cuando se obtiene dicha cita, la misma se concede con muchos días o semanas de por medio por lo que no resulta útil en la mayoría de los casos para resolver sus patologías. Según contaron, las llamadas tardan mucho en ser atendidas y, aunque se realicen a primera hora de la mañana, la respuesta es siempre la misma: no hay citas disponibles. Para conseguir una cita de manera presencial, la única opción efectiva es esperar desde primera hora de la mañana en la puerta del centro. En cuanto a las listas de espera, muchos vecinos se sumaron a la queja de la que ya había advertido Rosa Marcotegui en torno al hecho de tener que esperar más de un mes para ser atendida. La portavoz de RTX Auzolan, Nekane Lasa, concluyó que "es necesario que la gente pueda acceder a la sanidad sin tener que hacer malabares para ello".

El crecimiento de la Rochapea

Actualmente, el barrio de la Rochapea cuenta con más de 26.600 habitantes y es uno de los barrios de Pamplona que mayor aumento de población ha experimentado en la última década. "En los 90, cuando se construyó este centro, la Rochapea tenía alrededor de 12.000 habitantes", explicó Koldo Gracia. "Ahora somos casi 15.000 personas más y, lejos de mejorar, los servicios se han deteriorado", añadió. Los vecinos opinan que el centro no está siendo capaz de suplir las necesidades de la creciente población rochapeana y, de hecho, Lasa aseguró que algunas personas "incluso reclaman un segundo centro de salud".