El artista Erretan pone en diálogo sus esculturas, guerreros y pinturas

pamplona - De una forma poética, el Pabellón de Mixtos de la Ciudadela ha pasado el relevo de padre a hijo al presentar ayer la nueva exposición de Floren F. De Retana Lobo, Erretan, hijo del pintor Florentino Retana, de quien se realizó una retrospectiva de su obra hasta el 14 de febrero. Esculturas. Guerreros. Pinturas es el nombre de la exposición que inauguró el jueves Erretan, en la cual se recogen un total de 38 obras que combinan esculturas, pinturas y fotografías que podrán visitarse hasta el próximo 13 de marzo. “Cuando le pedí a Pedro Lozano (técnico de Artes Plásticas del Ayuntamiento de Pamplona) volver a exponer en Pamplona me dijo que solo había un hueco detrás de la exposición de mi padre -contó el artista-. Si antes de que muriera en julio ya era un honor, ahora es más grande aún”.

En la primera sala se encuentran las fotografías de unos guerreros que dialogan de forma fluida con la pintura. En la segunda, la escultura tiene un punto más reflexivo con un toque arquitectónico. Estas piezas, pintadas en negro, conllevan una especie de “doble diálogo entre las dos salas”, explicó Erretan, quien realiza un “compendio de reflexiones en cuanto a lo multidisciplinar que es, porque cada elemento aporta y comporta reflexiones diferentes”.

Buena parte de la exposición son catorce esculturas en las que el artista utiliza la plancha de hierro, delimitando formas tajantes en las que dominan el ángulo y la recta. Esos trabajos escultóricos están guiados sobre todo por la intuición y tienen un carácter constructivista, ya que hacen un recorrido muy personal relacionado con la concepto del ser humano y su vínculo con el espacio. “La escultura, para mí, es una concepción más reflexiva puesto que supone una búsqueda, un rehacer y un quitar y poner”, dijo el artista.

Las diez pinturas, por otro lado, están elaboradas con técnica mixta y se dividen entre obras sin título y referencias a guerreros. El artista utiliza juegos de pigmentos, serrines, minerales y melazas. Parece que el autor haya decidido aplastar las esculturas en los lienzos para redondear su reflexión sobre el espacio y sus límites. “En la pintura me doy la oportunidad de ser más expansivo, más emotivo, gestual y a la vez más dinámico”, subrayó Erretan.

La mayor parte de las catorce fotografías expuestas sobre dibond siguen la temática del guerrero. “Las fotografías son puros divertimentos, elementos que utilizo”, dijo el artista, quien contó cómo habían surgido estas figuras que más adelante fotografió: “Un día estaba comiendo bombones con mi mujer y, jugando con el envoltorio por su plasticidad, salió una figura que me recordaba a un guerrero; fue un serendipity -habilidad para encontrar las cosas por casualidad-. Pero estas figuras que son guerreros podrían ser cualquier otra cosa”.