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Sergio Dalma “Si todo lo que siento se pudiera cantar... me desnudaría demasiado”

El intérprete catalán presenta hoy en Baluarte su último disco, ‘Dalma’. El concierto comenzará a las 20.00 horas y las entradas cuestan entre 30 y 50 euros

Sergio Dalma “Si todo lo que siento se pudiera cantar... me desnudaría demasiado”Foto: cedida

pamplona - Siempre con la sonrisa puesta, incluso por teléfono, Sergio Dalma desgrana su último trabajo discográfico de forma previa a la presentación en directo en la vieja Iruña.

Antes de entrar en su nuevo disco, ¿qué ha sucedido en esta ocasión con Sergio Dalma y este último álbum, que uno pone la tele y primero lo ve con un mago, luego con Susanna Griso...?

-Como suelo decir, en broma, y porque no hay carta de ajuste que si no también estaríamos ahí (risas). Cuando uno está de promoción se ofrecen una serie de programas y, qué duda cabe, que uno puede elegir. Lo del mago me pareció divertido y, además, tuvo una muy buena repercusión. Y lo de Susanna era romper un poco moldes, ya que se trataba de un programa que no era el formato habitual que ella hace, y yo soy seguidor de su espacio por las mañanas. Aun y todo me lo pensé porque no dejaba de ser una forma de desnudarse un poquito más; pero siempre tratado con respeto y cariño, que es lo que a mí me gusta.

A estas alturas, con una carrera exitosa y más que consolidada, ¿abrir las puertas de su intimidad todavía es un precio que hay que pagar para promocionar su último disco?

-Ahora más que nunca se da el morbo ese del público hacia su artista. Pero en este caso, el programa estaba supervisado por todos, y por mí el primero. Lo que quería era que la gente conociera un poquito más, porque es verdad que yo siempre he sido un poco más reservado. Pero conté un tanto por ciento mínimo, que es lo máximo que yo puedo contar.

¿Por qué ha vuelto a grabar a España? ¿Cuestión de cambiar de productor dejando atrás la etapa de Claudio Guidetti, por la búsqueda de una reinvención, quizá para abrir el abanico de estilos...?

-Yo con Claudio me he sentido muy cómodo y no descarto en un futuro volver a trabajar con él. Pero mi inquietud en este disco era buscar un nuevo sonido. Pablo Cebrián me enviaba canciones compuestas por él y por Conchita, y de lo que me había mandado últimamente me gustó mucho el sonido, y como estaba producido. Y eso es lo que me decidió a buscar ese sonido que él me presentaba y, además, me daba la oportunidad de grabar en España, que, sinceramente, me hacía ilusión, porque llevaba 10 u 11 años sin grabar aquí, y suponía la posibilidad de reencontrarme con músicos con los que hace tiempo que no trabajaba. Por otra parte, a través de la búsqueda de ese nuevo sonido he podido plasmar recursos míos vocales en el disco. Y también teníamos muy claro que debía ser un disco muy positivo, porque mucha gente me decía que mis canciones era tristes; y aunque yo soy un tío optimista, era verdad. Así que, resumiendo, las premisas para este álbum eran: rollo totalmente positivo, buscar cosas nuevas en la voz, implicarme mucho más, ya que Pablo me dio la oportunidad estar a su lado en la producción, y escribir yo algo. Siempre lo hago, pero nunca sale a la luz porque no estaba a la altura de las otras canciones. Pero, en esta ocasión, escribí tres letras, una de las cuales me gustaba y se ha publicado. El resultado es un disco mucho más cercano.

De cada último álbum se dice que es el mejor, pero la verdad es que en este trabajo parecen coincidir muchas voces en el sentido de que Sergio Dalma ha dado algunas de sus mejores interpretaciones.

-Cuando uno trabaja por primera vez con un productor, hay un claro flirteo con el que tú pretendes enamorar a esa persona, desnudarte, darlo todo y probar cosas nuevas. Y eso es lo que le dije a Pablo: quiero que me exijas mucho, quiero buscar nuevos registros en la voz, y saberlos plasmar para mostrar otros colores de mi voz; además de intentar mejorar como intérprete... Yo soy una persona a la que le encanta mejorar en todo lo que pueda. Y Pablo creo que me exigió de una forma muy buena y muy positiva, y así han salido cosas que esperaba, y otras que no. Y me siento satisfecho por ello.

Es muy complicado después de tantos años no perder la curiosidad, para lograrlo casi diría que hay que mantener el espíritu de un niño.

-Yo soy tremendamente inquieto, y eso que me frenan, porque si no, me volvería loco. Por probar, yo probaría mil cosas, porque de ahí es de donde salen grandes ideas.

Sé que lo ha explicado de muchas maneras, pero, tras tantos años haciendo suyas canciones de otros, ¿qué experimenta cuando lo que canta ha salido de sus manos, de su cabeza?

-Pues, si te digo la verdad, no es que note mucha diferencia... Porque, realmente, cuando yo recibo una canción de un autor, y esa canción me llega y me gusta y decido grabarla, es ya como si la hubiera escrito yo. Me meto tanto en ese papel que luego mucha gente me lo reconoce y me dice que parece como si lo hubiera escrito yo. Bueno, ahí está el mérito de un intérprete como yo. ¡Hombre, siempre gusta cuando una cosa la pares tú y ves que la gente la canta!

¿Cómo encajamos a Sergio Dalma con Iván Ferreiro, una de las puntas de lanza del indie estatal, por llamarlo de alguna forma, y que ha creado un canción para Dalma?

-Cuando estábamos preparando el disco, vi una serie de nombres de autores que me podían gustar, que me resultaban atractivos precisamente por el morbo de estar lejanos a lo que yo hago; y en esa lista estaba Iván. Curiosamente, a los dos meses coincidimos en México, en el mismo hotel, tomando un tequilita. Y tuve la osadía de proponérselo y él de aceptar, y ha escrito una de las joyas del disco, Si todo lo que siento se pudiera cantar. Es un tema que, curiosamente, mantiene la esencia de Iván pero cantada por Sergio Dalma, y suena a Sergio Dalma, que es lo que a mí me gusta.

Precisamente, ¿qué sucedería si todo lo que sintiera Sergio se pudiera cantar?

-Bufff, pues que igual me desnudaría demasiado, y ya lo he hecho demasiado (risas).

¿Dalma es el disco en el que Sergio Dalma es más Josep Sergi Capdevila?

-Yo diría que, en cuanto a ese positivismo del que hablaba antes, sí, porque me identifico con muchas de esas canciones, porque todas son positivas, hasta la de desamor acaba con un hilo de esperanza. Y yo soy así, muy optimista y positivo. Voy a cumplir 52 años y he aprendido a disfrutar de la vida como nunca, por pequeñas que sean las cosas, disfrutarlas al máximo... Ralentizar y relajar ese tiempo que tengo.

Once canciones nuevas que se suman a los 16 discos que atesora en su carrera. La tarea del repertorio será harto peliaguda, pero, ¿bajo qué criterio lo ha confeccionado para esta gira?

-Es una locura, sí. Lo que teníamos claro es que queríamos hacer un concierto distinto a lo que habíamos hecho hasta ahora; y eso nos llevó un proceso de muchos meses en el que participó el equipo técnico, la oficina, los músicos... Y es que me encanta que todos den ideas. Y se ha conseguido, se ha logrado crear un espectáculo diferente, en el que lógicamente se apuesta por el último disco pero hay que tener en cuenta tengo otros 16 más y yo no soy partidario de hacer conciertos largos, de empachar. Creo que hemos sabido respetar el esqueleto de aquellas canciones que no pueden faltar, a las que en algunos casos hemos cambiado el sonido porque no quiero aburrirme de ellas, no sería justo. Era una apuesta difícil pero necesaria, porque no puedo permitir que quien viene al concierto salga diciendo que ha pagado para ver lo mismo.