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“La escultura de ‘El beso’ está adjudicado a Rodin, pero para mí es de Camille Claudel”

Javier Díaz Húder presenta su décimo libro ‘El beso. Camille Claudel. Escultora. Una mujer’. Una novela de amor sobre la vida de una de las máximas exponentes del Impresionismo

“La escultura de ‘El beso’ está adjudicado a Rodin, pero para mí es de Camille Claudel”

pamplona - La XV Feria del Libro que se celebra durante estos días en la plaza del Castillo de Pamplona fue ayer escenario de la presentación del libro El beso. Camille Claudel. Escultora. Una mujer, del escritor Javier Díaz Húder. Una novela de amor e histórica que relata la vida de una de las máximas exponentes del impresionismo en la escultura, que tuvo una relación amorosa con el también artista Augusto Rodin.

Así, el escritor publica su décimo libro sobre una historia que transcurre en la ciudad de París durante la época del Moulin Rouge además del inicio del Impresionismo y de la construcción de la torre Eiffel. Díaz Húder confiesa que se trata de la obra que “más satisfecho me ha dejado” debido a su “gran admiración” por la vida de Claudel, de la cual resalta no solo su “espléndido” papel como escultura sino que también la de mujer en aquellos difíciles tiempos.

¿Qué puede encontrar el lector en su obra El beso. Camille Claudel. Escultora. Una mujer?

-Es una novela muy histórica y muy documentada que habla sobre la vida de Camille Claudel. Una escultora fantástica de la última mitad del siglo XIX y primera del siglo XX, que tiene una extensa obra. Triunfó como tal pero tuvo problemas porque nació en una época donde la sociedad francesa no admitía que una chica joven de 19 años, de familia burguesa acomodada, se dedicase a enfangarse de arcilla, yeso y de barro además de estar todo el día entre gente desnuda. Tanto es así, que la encerraron en un sanatorio al final, donde estuvo hasta 30 años, ya que la declararon loca sin realmente estarlo. Además, la novela está absolutamente documentada. Aparecen personajes reales y, por ejemplo, están todas las cartas del sanatorio de Camille Claudel que se conservaron. He tratado de ser lo más fiel a la realidad.

Habla de la trayectoria artística de Camille Claudel pero también sobre su vida amorosa. ¿Qué relación tiene Rodin y la escultura de El beso con la escultora?

-Es una novela de amor porque Camille tuvo un affaire durante 15 años con el escultor Augusto Rodin. Como consecuencia de ello nació la escultura El Beso. Aunque esté adjudicada hoy a Rodin, esta obra de arte, según muchos críticos de su época, decían que la había esculpido ella, cosa que Rodin nunca negó. Yo estoy convencido que es de Camille ya que la forma de los cuerpos transmite más dulzura mientras que él marcaba más los músculos en sus obras. El beso los visualiza a ellos cuando comenzaron el romance. Por eso, Rodin también es uno de los grandes protagonistas del libro.

¿Por qué decidió inspirarse y dedicar su tiempo a escribir y documentarse sobre Camille Claudel?

-Hace unos años, una buena amiga, estando en la ciudad de Madrid, me propuso ir a ver una exposición de la obra de la autora francesa Camille Claudel. A la salida, mientras tomábamos una cerveza en un bar cercano, al escuchar mis apasionados comentarios sobre lo que acabamos de ver, mi amiga saco una revista del bolso donde venía una estrecha biografía sobre la escultora. Me la prestó y me leí su biografía una y otra vez esa misma noche, tocó alguna fibra íntima en mi interior. Tras un viaje a París con el motivo de conocer con más profundidad su obra y visitar los lugares que conservaron su huella, me coloque frente al ordenador y comencé a escribir. Es la novela que más me llena de las que llevo publicadas y con la que más he disfrutado mientras la escribía, especialmente al sentir como se iba apoderando de mi interior esa mujer tan fuerte y entera como excepcional artista y mujer.

Resalta también el importante papel que ejerció como mujer y los problemas a los que tuvo que hacer frente. ¿Cuáles fueron esas dificultades?

-Camille Claudel vivía en un mundo machista y en una sociedad que estaba dominada por la burguesía y encorsetada, en la que solo se valoraba las labores de los hombres. Era un mundo que no podía entender como una bella joven como Claudel, de familia acomodada y perteneciente a la nueva burguesía, se empeñase en trabajar en un oficio considerado vulgar. Siempre sucia y enfangada por barro y yeso, y sudando continuamente por culpa de las altas temperaturas del horno con el que trabajaba. Pero sobre todo por vivir habitualmente rodeada por los cuerpos desnudos de los modelos, hombres y mujeres, que formaban parte de su trabajo diario. Las que menos la comprendieron y quienes nunca fuera capaces de asimilar su actitud fueron sus propios familiares, que se opusieron con todas sus fuerzas a que continuará en un oficio que les producía vergüenza ante sus amistades. Y así se lo hicieron pagar.

Sus obras. Aficionado desde su juventud a la lectura de todo género literario, Díaz ha publicado 10 obras, aunque esta última es con la que “más satisfecho” se siente: Pasión Infiel en Biarritz; Nadie vio muerte tan bella; Un rey de extraña nación; Que no te toque a ti. ¿Es cáncer, doctor?; Un puente para el Camino; El renacer del Temple; Ya no siento el corazón; La amante del Rey; y El beso. Camille Claudel. Escultora. Una mujer. Asimismo, basado en Un puente para el Camino, Javier Díaz Húder escribió el libreto de una opera, estrenada en agosto de 2010 en la plaza Mena de Puente la Reina, de la Comunidad Foral.