‘La puerta abierta’ un retrato de vidas sin futuro entre el drama y la comedia

tudela - Con más de 10 premios a sus espaldas, La puerta abierta, dirigida y escrita por la argentina Marina Seresesky, llegó ayer a Tudela con la vitola de ser una de las favoritas para conseguir alguna recompensa en el Festival Ópera Prima. Las interpretaciones de Carmen Machi, Terele Pávez y Asier Etxeandia visten una historia que navega entre el drama y la comedia y que sucede en una corrala de Madrid donde las vidas grises sin perspectivas de futuro se acumulan. En ese panorama, la puerta abierta de su casa, que cada día deja el personaje de María Lujan (Terele Pávez), sirve como metáfora de que siempre existe una salida, un sueño, una fantasía (como canta de fondo la voz de Sara Montiel al inicio y al final del primer largometraje de Seresesky) para poder huir de una vida que parece un callejón estanco.

carmen machi Con la piedra angular de Carmen Machi, la directora quería trazar una historia en el que se reflejaran dos aspectos sobre los que estaba trabajando, “por un lado la maternidad compleja. Una maternidad que no es fácil y tiene aristas, pero no solo la de Antonia (Terele Pávez) y su hija Rosa (Carmen Machi), sino también la niña con su madre o incluso Lupita con la niña. El otro aspecto era retratar a esas personas que no saben ser felices y le echan la culpa a todo de su destino, a la familia, al karma...”. Con esos mimbres Seresesky, una actriz que ha desviado su carrera hacia el guión y la dirección desde hace más de una década con varios cortos, un documental y ahora La Puerta abierta, diseñó una historia creada a la medida de Machi. “La película la escribí para ella. Soy actriz y la conocí haciendo un espectáculo que se llama Agosto. Nos hicimos muy amigas y me dijo ‘tenemos que trabajar juntas, escríbeme algo’. La escribí para ella y de hecho en el primer guión el personaje se llamaba Carmen y lo cambié. Le gustó, es un papel protagonista y con tantos registros que entró y para nosotros fue un regalo. Se entregó absolutamente y ha sido uno de los pilares del éxito de la película”.

Junto a ella, Seresesky había pensado el papel de su madre para Amparo Baró (con la que también trabajó en Agosto) pero enfermó antes de empezar y falleció durante el rodaje, lo que afectó mucho a los componentes del equipo. En su lugar entró Terele Pávez, y las escenas entre ella y Machi tienen tanto trasfondo que podrían crear una historia sólo con ellas. “Podía hacer una serie ella sola. En la película hay muchas cosas que cortaba. Se terminaba la secuencia y yo no cortaba y Terele seguía... No paraba. Es un huracán y había que aprovecharlo. Era la primera vez que trabajaban juntas y se tenían muchas ganas porque era muy raro que nunca hubieran coincidido”, explicó la realizadora.

Junto a ellas destaca Asier Etxeandia y también la pequeña Lucía Balas a la que encontró entre 120 niñas. “Fue lo más difícil, encontrar a esta niña. A esas edades las que quieren ser actrices tienen un perfil complicado, son repipis y quieren ser famosas, y yo quería lo contrario. Lucía Balas fue increíble. Era la más profesional de todos los actores. Nunca se repitió una escena por ella, tenía una frescura increíble”.

Para Marian Seresesky, la línea de guión por la que transita la película entre la comedia y el drama, en la que el espectador tan pronto esboza una sonrisa como se le congela en la boca, es lo que le gusta y en lo que se siente cómoda. “Ese un límite que me encanta porque es muy peligroso. Tienes que tener grandes actores para hacerlo porque no se trata de dramatizar en exceso o subrayar demasiado la comedia. Es muy difícil y estos actores me daban mil vueltas y lo aplicaban muy bien. No como hacen algunos norteamericanos que hacen una secuencia de drama y otra de comedia, me gusta que esté todo mezclado. Era el reto más grande, poder mantener el tono”.

siguiente proyecto El rodaje, con una producción modesta, se realizó en pocos meses en una corrala de Madrid, donde se desarrolla toda la acción. El tamaño de las viviendas dificultó el rodaje y aunque “nos supuso algunas incomodidades también ha aportado mucho al rodaje y a la película. Fue complicado pero muy divertido, teníamos el espíritu de la corrala y nos demostró el apoyo que nos dieron los vecinos”.

Aunque Seresesky se inició como actriz tiene claro que su carrera la va a decantar, al menos de momento, por el mundo del guión y de la dirección, “tengo una función este mes que ya será la última porque estamos embarcados en el siguiente proyecto de otro largometraje que vamos a rodar en México donde también va a estar Carmen Machi con nosotros. La carrera de actriz voy a dejarla por un tiempo”.

Tras cosechar más de diez premios en festivales de todo el mundo (y sigue viajando por Rumania, Shangai y Chicago) el próximo proyecto es completamente distinto. Bajo el título inicial de Recuerda la muerte, se esconde una película de terror y de época basada en hechos reales y en la que cuenta también con Bárbara Lennie. “Ahora que las puertas se han abierto hemos podido conseguir un poco más de presupuesto para esta película. Es un guión que estaba antes de La puerta abierta”, concluyó.

Premios del público. La realizadora argentina se sorprendió que de todos los galardones conseguidos, cuatro provinieran del público. “El espectador suele recompensar más a la comedia”, indicó. Seresesky mostró su admiración por el hecho de que el cine estuviera lleno a rebosar, “es una gratificación tremenda ver un cine así de lleno”, aseguró.

Programa de hoy. Hoy sábado se proyectará en el cine Moncayo de Tudela la segunda película a competición, ‘El rey tuerto’, que se proyectará a las 18.00 y a las 20.15 horas. Vendrá para presentarla su director Marc Crehuet que, al mismo tiempo, es el guionista también de su primer largometraje. A las 22.30 se volverá a proyectar ‘La puerta abierta’ de Marina Seresesky.