BILBAO - Dos años después de 13 balas, Vendetta regresa con Bother (Maldito), un quinto disco que los navarros consideran “un punto de inflexión” porque incorpora múltiples novedades, desde la incorporación de la electrónica a su propuesta ska-reggae a un cambio de discográfica. “Protestamos contra todo pero sonriendo y bailando”, explican.

“Ha sido una locura grabar el disco durante la gira”, asegura el batería del grupo, Enriko. Se refiere al Kamikaze Tour, que ha incluido más de sesenta conciertos y viajes a Chile y Argentina, y conducido a Bother, su quinto álbum, que verá la luz el 2 de diciembre, de cara a la Azoka de Durango. “Queremos y nos gusta estar allí. Es un regalo para nuestros fans”, explica el cantante y trombonista, Pello Reparaz.

El disco, que además de en formato físico volverá a poder descargarse “de forma libre” desde la propia web del grupo, incluye una decena de canciones y supone “un punto de inflexión” para Vendetta. “Es un trabajo redondo, potente y bonito, y que incorpora varias novedades”, según Reparaz. Entre ellas, el cambio de discográfica. El grupo ha firmado por Maldito Records. “Vas cogiendo y dejando cosas en el camino. Es como preguntar por qué no seguimos con la novia de los 16 años”, según el bajista Luisillo Kalandraka. “Y nos dará más visibilidad en el estado español, donde tocamos un montón”, apostilló Reparaz.

Vendetta adelantó el pasado lunes en Bilbao tres de los vídeos de Bother, todos ellos con una estética futurista y de videojuego, con múltiples efectos especiales. “Esa estética tiene relación con el sonido porque todo va unido. Hemos introducido juegos con la electrónica debido a la música que oímos”, dijo Reparaz. “Hemos descontextualizado los sintetizadores de los 80, que nos parecían cutres y los hemos aplicado a nuestro estilo”, indicó. El resultado es un disco que, al contrario que algún álbum anterior, donde había “distintos palos sonoros”, suena “más unificado” porque se ha centrado en solidificar “el ska, el reggae y el rock steady”, con el añadido electrónico y la colaboración rapeada de uno de los miembros de Los Chikos del Maíz. En los vídeos mostrados, una comunidad de resistentes se opone al control de un gobierno totalitario. “Además, en el disco hay otro tipo de canciones porque sigue implícito protestar contra todo pero sin dejar de divertirnos, sonreír y bailar. Seguimos con la alegría a la hora de decir lo que cantamos”, concluyó Reparaz. Los conciertos de presentación no se iniciarán hasta abril de 2017.