“Hesian’ es un disco más popero... ya estamos esperando que salgan los ‘haters’ y nos tachen de comerciales”
El grupo navarro Hesian cumple sus primeros diez años de vida y lo celebra por todo lo alto con nuevo disco, homónimo, y un concierto plagado de colaboraciones
pamplona - Plateruena de Durango acogerá hoy el concierto con el que Hesian celebra su primera década de vida a la par que presenta su nuevo retoño discográfico. Fran Urias, exquisito como siempre en todas sus explicaciones, charló con DIARIO DE NOTICIAS sobre el séptimo álbum del grupo y la especial actuación que ofrecerán hoy.
Hesian cumple su 10º aniversario y lo celebra con la edición de su séptimo disco, al que ha decido titular homónimamente, ¿como reivindicación y celebración de la propia banda?
-Sí, al cumplir diez años queríamos darle un toque especial a todo lo que hiciéramos con este disco. Por ejemplo, el diseño del álbum es súper sencillo. Y, con el título, lo más especial que se nos ocurría es que no tuviera título o que fuera homónimo, mirando un poco a álbumes como el black de Metallica. Queríamos que, en cierto modo, marcara un antes y un después.
Entre esas cosas especiales, el compacto cuenta con dos temas recuperados de discos anteriores, Behar zaitut y Ezin ahaztu, ¿por que habéis querido retomarlos?
-Cuando pensamos en este álbum, no te puedes imaginar el pajeo que era al principio... todo iba a ser más complicado, con más versiones, incluso que fuera doble... Salieron todas las ideas que te puedas imaginar para hacer un disco y, al final, decidimos hacer un poquito de todo: unos temas nuevos y un par de versiones de dos temas que, vinculándolos a estos diez años de trayectoria del grupo, han sido claves. Behar zaitut fue, entre comillas, nuestro primer éxito, que incluimos os en el primer disco, y que, a día de hoy, en nuestros directos es casi el que mejor funciona, por no decir el mejor. Y Ezin ahaztu fue el primer éxito, otra vez entre comillas, de la era Zuriñe. Cuando ella entró en la banda, a finales de 2010, grabamos esta canción con su voz, hicimos un videoclip y fue un tema que, de alguna forma, nos devolvió la ilusión, porque 2010 fue un año bastante malo para nosotros, sufrimos la baja de Amets, lo intentamos con otra cantante, Mireia, que 0no cuajó, el compacto no funcionó... Y la entrada de Zuriñe nos dio un montón de fuerza, nos devolvió a los escenarios, y la gente volvió a querer Hesian.
Y, ¿por qué Petti y Sorkun como nuevas voces para Behar zaitut?
-Sorkun siempre ha sido un referente para nosotros. Cuando empezamos hace diez años ella estaba a tope, y para todas las cantantes que hemos tenido, pero sobre todo para las dos principales, que fueron Amets al principio y Zuriñe ahora, Sorkun es y ha sido el referente. Aunque nuestra música no tiene nada que ver con lo que hace ella, para Hesian siempre ha estado ahí porque, al menos para nosotros, es la voz femenina de Euskal Herria. Ha sido la hostia que cantara ella en nuestro disco. Y, en cuanto a Petti, lo conocí porque hice una canción para la campaña de EH Bildu Nafarroa, y él, entre otras personas, colaboró en el tema. Y yo me enamoré porque fue llegar al estudio y dijo: “Si queréis grabo toda la canción y luego hacéis lo que os dé la puta gana”. La grabó y... me daban ganas de llamar a los demás y decirles: “Gracias por todo, pero no hace falta, porque este tío lo ha bordado”. El rollo que tiene Petti en la voz es impresionante, y me enamoró. Y para el tipo de versión que hemos hecho de Behar zaitut, que es como muy country, folki y tranquilita pero con un punto swing, su voz era perfecta. Grabó dos tomas y fue impresionante. Por otra parte, en el caso del otro tema, Ezin ahaztu, le hemos dado una forma muy clásica, con piano y violines, rollo balada pop. Esta canción ya la hicimos así en un concierto que ofrecimos en el Kursaal, hace unos cuantos años, que fue muy especial y emblemático para el grupo. Y decidimos editarla más o menos como la hicimos en esa actuación, pero un poco mejor.
En el caso de los temas nuevos, la vertiente social y política deja paso, en líneas generales, al amor, ¿cuestión tan sencilla como que uno compone sobre lo que más le afecta en cada momento?
-Sí. No nos ponemos a pensar demasiado qué podemos o no podemos escribir. Nos han salido las letras así por el momento que vivimos tanto Zuriñe como yo, que somos los principales letrista. Sí es cierto que en discos anteriores la política era muy importante para mí, pero es que ahora siento que estamos en un momento político tan difícil que no sé bien qué decir. Siempre hay que reivindicar, pero, personalmente, no sé que puedo decir que no haya dicho hasta ahora, porque nos hemos metido con todas las historias. Al final, vivimos este momentico, y nos ha salido un disco bastante personal, muy íntimo, sentimental... Y, por lo menos las canciones que he hecho yo, muy románticas, incluso para mí, que ya es decir.
En cuanto a las tres canciones que Fran has aportado al disco, casi conforman una trilogía, ¿bajo qué concepto?
-Las tres canciones las escribí en el mismo momento. Por ejemplo, el tema Izar es el primero que escribí... cuando empieza una relación, con una ilusión impresionante, vamos a quitar los miedos... Me cautivó mucho la historia de esta chica y realmente cuenta más su propia historia y el instante en el que nos conocimos. La segunda sería Hemen naiz, que es el primer single, que refleja ese punto en el que las cosas ya están más estables; esto es lo que te ofrezco y esto es lo quiero. Estoy para lo que haga falta, y quiero una relación sana sin movidas ni mierdas. Y cierro la trilogía con Badakit, que da cuenta de las cosicas que tiene cada uno; soy consciente de ello pero quiero apostar a muerte por la relación. Sí que es una trilogía pero no separada en el tiempo, de hecho, ni siquiera la presento en orden, ya que el criterio a la hora de colocar los temas en el disco ha sido musical. En cualquier caso, es una misma historia de amor vistas desde diferentes momentos que casi podrían suceder en un mismo día.
En un álbum con solo seis canciones nuevas, ¿por qué arrancar con una intro, que además, casi nadie diría que es de Hesian, lo que refleja la versatilidad y habilidad compositiva y creativa del grupo?
-No teníamos pensado hacer ninguna intro, nunca las habíamos y hecho y no somos expertos en este tipo de canciones. Pero un día, en el local, estaba haciendo una chorrada con la guitarra y les dije al resto que podía ser una intro. A lo que Bruno (antiguo bajista que ahora ejercerá de técnico de la banda y que ha sido sustituido por Ane a las cuatro cuerdas) dijo que el también tenía algo pensado para una intro pero que no se había atrevido a plantearlo. El caso es que yo les dije que íbamos a hacer la mía. Pero al día siguiente no llevé nada preparado al local y probamos con la Bruno... y resultó que era una intro cojonuda, muy progresiva, y eso que en el local solo vimos una idea, que nos encantó. Y yo me guardé la mía para limpiarme el ojete, claro. Luego, junto con Jagoba Ormaetxea, la desarrollamos con violines y otros arreglos.
En lo que respecta al tratamiento musical, el grupo ha alcanzado un nivel sobresaliente en el tratamiento de las voces mientras que musicalmente juega con mayor habilidad entre el rock y el pop, ¿es una evolución natural o pretendida?
-La mayoría de las cosas que hacemos son inconscientes, en función de lo que pide la canción, es así de natural. De hecho, te diría que otras veces nos hemos comido la olla más, lo cual no significa que el resultado sea mejor. La experiencia ya te hace ver por dónde vas a ir mejor o lo que va a quedar bien.
El disco sale para la presente feria de Durango y, además, Hesian celebra sus diez años con un concierto plagado de colaboraciones, entre las que podemos de encontrar desde Aitor de SuTaGar o Aguayiko de Kaotiko hasta Alex de Gatibu o Pello de Vendetta, no sé si se pueden conjugar más estilos en un elenco de colaboradores que casi reflejan el mapa actual del rock en Euskal Herria.
-Sí, y tuvimos que descartar gente porque ya era demasiado. Nos ha dado mogollón de pena no contar con todos los queríamos, pero había que poner un límite porque si no, se iba a desmadrar por todos lados... y nosotros también queríamos cantar las canciones nuevas. Los invitados son músicos que hemos ido conociendo a lo largo de estos diez años, algunos son referentes para nosotros, como Sorkun o Aitor Gorosabel... Y es que yo he aprendido a tocar la guitarra con canciones de SuTaGar, y sus letras son una Biblia para mí. En euskera, sobre todo he escuchado SuTaGar y EH Sukarra, es decir, Aitor y su hermano.
¿Esto es un reflejo, a su vez, de que Hesian ha sabido abrirse hueco en un amplio segmento de público, ya que lo mismo encaja en un cartel con Kaotiko que con Gatibu?
-Sí, perfectamente. Y además no me da apuro decirlo. Somos un grupo que le puede gustar a todo el mundo. Y digo que no me avergüenza porque a veces eso suena como si hiciéramos una verbena, y no es así, sencillamente hacemos una música fácil de escuchar. Hay grupos que tienen pocos seguidores pero más fieles que el copón, porque, por ejemplo, lo que les gusta es el dead metal sueco, y solo esa música. Hesian es más fácil, porque tiene esa parte pop. Habrá mucha gente que diga tampoco les gusta mucho Hesian, pero se puede escuchar. Digamos que puede ser un grupo incluso simpático, aunque igual está mal que lo diga yo. Y como dices, nos metes en un cartel con SuTaGar y puede funcionar.
Diez años dan para mucho, sobre todo en un grupo tan multitudinario, ¿qué ha sido lo mejor y lo peor?
-Lo mejor, toda la gente que hemos conocido y las experiencias que hemos vivido, aunque sea una respuesta obvia. Me quedo con los amigos que he hecho en todos los ámbitos y con la ilusión esa de ver que cada vez tocas un poco mejor, que cada vez hay más gente en los bolos, vas profesionalizándote. Ese desarrollo interno del grupo es realmente ilusionante, sobre todo si te pones a pensar cómo empezamos, en qué condiciones, y lo guay que estamos ahora. Esa evolución es muy bonita, además de que hay gente que queda para siempre en tu retina, porque nosotros empezamos de la nada, sin discográfica siquiera... Y lo peor, sinceramente, la gente, también. Porque lo mismo que conoces personas de puta madre, otras son realmente sucias, que te dan ganas de olvidar desde el primer minuto. Yo tengo la espalda llena de puñaladas, no sé las veces que me habrán puesto a parir a mí, a Zuriñe, al grupo... Somos una banda que ha pasado por momentos muy jodidos, ¡nos han apedreado en bolos, especialmente en la zona de Nafarroa! Pero hasta de eso sacas una lección, porque, ¿cuándo nos pasó? Cuando estábamos en el mejor momento, cuando habíamos dado ese pequeño bombazo en el que pasamos de no ser nadie, a entrar en la escena. Y hubo gente a la que eso le dolió. Cuando eres alguien es cuando la gente te machaca. El otro día, en la rueda de prensa, decía que este es un disco más popero, pues bien, ya estamos esperando que salgan los haters y nos tachen de comerciales. Que salgan, será buena señal, porque eso significará que estamos ahí, porque los perros ladran cuando el caballo anda, no me canso de decirlo.
Si ahora tuvieras que hacer una fotografía del momento actual que vive la banda, ¿cómo la describirías?
-Ahora mismo, veo un grupo semiprofesional, con unos musicazos que jamás en la vida me hubiera imaginado que iba a tocar. Por ponerte dos ejemplos, el batería y el guitarra, son dos tíos que tocan que te mueres. Eso es quizá una de las cosas que más me impacta, somos un grupo con la misma ilusión que cuando empiezas, pero, a la vez, por suerte o por desgracia, con la piel curtida a base de hostias y de experiencias. Eso es lo que veo, una combinación adecuada entre las dos cosas. De hecho, solo el trompetista y yo seguimos desde el principio.
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