Maite Garbayo explora el concepto de frontera en un proyecto en Tabakalera
La investigadora navarra promoverá seminarios, talleres y acciones artísticas en torno a la idea de “pensamiento fronterizo”
pamplona - La artista Maite Garbayo Maeztu (Pamplona, 1980) siempre había tenido “curiosidad por explorar la cuestión de la frontera aquí, en nuestro territorio”, ya sea desde el punto de vista conceptual como desde su perspectiva material, y ahora tendrá ocasión de hacerlo gracias a la residencia de investigación artística que desarrollará hasta final de año en el centro Tabakalera de San Sebastián en colaboración con Donostia 2016.
Mugak/Fronteras acaba de arrancar y se centrará en la investigación, pero también desarrollará un programa de actividades, con seminarios, talleres, intervenciones artísticas y excursiones al territorio pirenaico. El eje en torno al que gira el proyecto es la idea de pensamiento fronterizo. “Cuando estuve en México en 2013, durante una estancia de la tesis doctoral, conocí bastante todo el pensamiento fronterizo a través de escritoras chicanas como Gloria Anzaldúa, Cherríe Moraga, Emma Pérez...”, cuyas reflexiones sobre la frontera entre México y Estados Unidos, “una de las más transitadas del mundo”, a Garbayo le interesaron por “cómo se cruzaba esa idea del pensamiento fronterizo con la teoría feminista; cómo las feministas de algún modo habitamos también la frontera como posición incómoda”. Y se preguntó cómo sería trasladar estos planteamientos hasta aquí, “a nuestra muga”, teniendo en cuenta las diferencias que tiene respecto a esa otra frontera, “que son enormes”, y también con sus particularidades.
Para Garbayo, doctora en Historia del Arte por la Universidad del País Vasco y maestra en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México, hay dos partes principales de interés en esta propuesta. Una sería más “conceptual o simbólica”, basada en la citada idea del pensamiento fronterizo como una propuesta epistemológica, “como conocimiento del borde que resiste a esencialismos y a identidades estancas y propone el tránsito, el viajar de un lugar a otro”. Es decir, cómo a partir de esta noción podemos pensar muchas de las cosas que nos rodean. La otra parte central de la investigación “tiene más que ver con una cuestión más material, geopolítica, de la frontera, de lo que esta marca y qué tiene a su alrededor”.
En el contexto de lo conceptual, a la crítica de arte le llama la atención “lo poco que se ha abordado desde la teoría y desde las prácticas artísticas la noción de frontera en nuestro entorno”, habida cuenta de “la realidad fronteriza nos configura y nos atraviesa material y simbólicamente”. Y la escasez de reflexiones sobre este tema aquí “sorprende más aun si tenemos en cuenta la proliferación de teorizaciones al respecto en las últimas décadas por parte de estudios culturales, postcoloniales, feministas...”. En ese sentido, “aquí hay una especie de silencio y creo que la crítica y la investigación tienen que responsabilizarse de lo no dicho”.
un puente más que un muro Además, Garbayo opina que los años de conflicto que se han vivido en Euskal Herria “han impedido quiebres de sentido, torceduras y análisis híbridos de la realidad, porque hemos estado inmersos en políticas de la polaridad, que de algún momento te obligaban a posicionarte conmigo o contra mí”. Cuando, a su juicio, “pensarnos desde la frontera o en la frontera aquí provoca tránsitos, desencializar estas identidades, ponerse en el lugar del otro...” En ese sentido, la investigadora apuesta por entender la frontera “como puente más que como muro”. Así, frente a la carga negativa que últimamente tiene el término frontera, “yo trato de entender la frontera aquí como espacio liminal, como territorio incierto que una cruza cuando se mueve de un lugar a otro, y todo aprendizaje implica ese movimiento”. Por un lado, “la frontera es un lugar de paradoja y de contradicción, pero también de posibilidad para pensarnos desde otros lugares”. En el caso concreto de Euskal Herria, en este proyecto se pondrá en valor que la frontera bien puede ser “una polifonía de las tres lenguas que se hablan, el euskera, el castellano y el francés” y “pensarnos en ella no tanto desde la oposición, sino desde la traducción”.
También cabe destacar que en esta tierra existe una palabra autóctona. Muga. “Y desde la antropología, diversas estudiosas han señalado que la traducción literal de muga como frontera no es exacta”; ya que la palabra en euskera hace referencia a toda una serie de límites tradicionalmente consensuados de manera colectiva, mientras que la frontera es algo que se impone desde fuera de la comunidad y que tiene que ver con toda una serie de poderes fácticos”.
feminismo Y, por supuesto, dada la trayectoria de Garbayo, un punto de vista feminista atraviesa todo el proyecto, “en el sentido de la frontera como el espacio que habitan quienes están fuera de la hegemonía”, y las mujeres “estamos ahí”, pero “como muchos otros”.
actividades El proyecto está empezando a arrancar y se irá definiendo con el paso del tiempo y el desarrollo de la investigación. Ahora mismo, Garbayo está realizando entrevistas en distintos lugares y también ha formado un seminario de investigación con gente procedente de los ámbitos académico, cultural, artístico... “Estamos unas 15 personas que nos reunimos una vez al mes para reflexionar desde distintos ángulos del concepto de frontera”, apunta la profesora, para la que este es el “espacio fundamental de la investigación”, pero, como es cerrado, también ha pensado actividades abiertas al público. Como un seminario que seguramente tendrá lugar en diciembre “y que contará con la participación de expertas y expertos internacionales y también con profesionales locales para establecer un diálogo”.
Asimismo, habrá un ciclo de intervenciones de artistas que comenzó ayer con la estellesa Amaia Molinet y continuará con otros creadores como el pamplonés Tasio Ardanaz, Chantal Peñalosa y Ion Munduate, entre otros, además de un taller en septiembre en el que Danele Sarriugarte reflexionará sobre traducción y autotraducción.
exposición en navarra Además de este proyecto, Maite Garbayo, que reside en México, donde ha obtenido una plaza fija en la universidad, está desarrollando el comisariado de una exposición de mujeres artistas navarras que se celebrará entre octubre de este año y febrero de 2018 en tres sedes: Museo de Navarra, Museo Oteiza y Centro Huarte. “El proyecto va bastante avanzado, llevamos más de un año y sabemos ya las artistas que van a participar y casi las obras que va a haber en cada sede”. Eso sí, más que de mujeres artistas, a la experta le gusta decir que el eje central de esta propuesta gira en torno “a otras formas de conocimiento que cuestionan el centro hegemónico”.
Proyecto. Mugak/Fronteras.
Espacio. Tabakalera de San Sebastián.
Fechas. Entre abril y diciembre de este año.
Residente. Maite Garbayo Maeztu.
Tres líneas de trabajo. Epistemologías fronterizas para pensar la identidad; Muga vs Frontera: cultura popular y performatividad, y Prácticas artísticas en/desde/sobre la Frontera.
Investigadora y escritora. Maite Garbayo (Pamplona, 1980). Es investigadora y escritora. Doctora en Historia del Arte por la Universidad del País Vasco y Maestra en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México. Como crítica de arte, ha publicado en diversos catálogos y en me-dios especializados y libros como Cuerpos que aparecen. Performance y feminismos en el Tardofranquismo, fruto de su tesis doctoral.
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