pamplona - La idea prendió hace ocho años, pero no fue hasta hace dos cuando la maquinaria se puso en marcha. Ahora, la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza acoge la muestra José Ramón Anda. Causa formal y material, en la que el de Bakaiku despliega un centenar de obras que nos permiten asomarnos a sus procesos de construcción. Comisariada por Javier Balda, la exposición permanecerá abierta hasta el 1 de octubre.
Creador de esculturas de una gran expresividad y detalles depurados, Anda (Bakaiku, 1948) es hombre de pocas palabras, tal y como demostró ayer durante la presentación de la muestra. Apenas comentó lo “especial” que resulta exponer en una casa, la de Jorge Oteiza, al que le unió “una estupenda relación”. “Para mí, conocerle -en 1973- fue como conocer a Miguel Ángel o a Leonardo en el Renacimiento”. En esa época, el artista estudiaba Bellas Artes en Madrid, donde “la escultura vasca tenía un gran predicamento, sobre todo Basterretxea, Chillida o Mendiburu, pero no tanto Oteiza, al que casi no se le conocía”. Hasta que la revista Nueva Forma le dedicó un especial que Anda compartió con sus compañeros y a partir del cual realizaron varios trabajos. El escultor contó esta anécdota a la concurrida audiencia que asistió a la presentación, entre la que se encontraban artistas como José Antonio Sistiaga, Xabier Morrás, Pedro Salaberri, Isabel Cabanellas, Antonio Eslava y José Ignacio Agorreta, entre otros, así como representantes del mundo cultural como la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jover; el director del Museo Universidad de Navarra, Jaime García del Barrio; el director de la Federación de Ikastolas de Navarra, Iosu Reparaz, las escritoras Arantzazu Amezaga y Maite Pérez Larumbe o el investigador Imanol Aguirre, entre otros muchos.
En cuanto a la exposición en Alzuza, José Ramón Anda apuntó que la obra más antigua es una de 1972, que, paradójicamente, entronca “con lo último que estoy trabajando”, como si hubiera emprendido un retorno a las esencias. A partir de ahí, el espectador puede deambular entre las distintas derivas formales que Anda ha transitado en los últimos cuarenta años y que incluyen piezas como Ezustekoa, de fuerte carácter “fundacional” y que creó a partir de un gran árbol que llegaba al final de su existencia. “Durante un tiempo he continuado en esa línea que está entre lo orgánico y lo geométrico”, indicó el escultor, que también ha trabajado los planos cruzados, un ámbito “muy versátil porque está entre lo sagrado y lo profano”. Y la que reconoció tener “más desatendida” es la figuración. “Llevo muchos años diciendo que voy a volver y ya no se lo cree nadie”, bromeó, Anda que en la muestra introduce algunos apuntes de esta línea. Y confesó que le hubiera gustado traer “una sorpresa” a Alzuza, “pero no me ha sido posible por falta de tiempo”.
mostrarle de un modo diferente El artista Javier Balda se ha encargado de dirigir esta exposición “muy larga y muy discutida”. “Si contarámos la letra pequeña de este proyecto, nos daría para dar un vídeo casi de una pareja cómica que se encuentra y se desencuentra”, indicó el comisario entre risas. Y es que, “no era fácil” hacer una selección y presentar a José Ramón “de una manera diferente a la manera habitual en la que se le muestra”. Balda subrayó que esta no es tanto una antología como “un despliegue de los variados propósitos formales que ha ido realizado a lo largo de su dilatada trayectoria”. Generacionalmente, a Anda se le vincula “con los artistas que renovaron la escultura vasca en la última década del siglo XX”. En su caso en concreto, su renovación “tiene que ver con la formalidad”, señaló Balda, que no ha realizado una clasificación cronológica de una obra “en la que se repite, desde el origen, un empeño por doblegar y hacer hablar tanto a la madera, como material fundamental, como por la consecución de obras a partir de formas básicas y sólidos elementales”, con los que Anda juega con combinaciones de cubos y esferas, planos rectos y cubos, óculos para mirar, geometrías aplicadas al vaciamiento de troncos, obeliscos... “Ha ido tocando una gran variedad de familias que aquí vamos a ver agrupadas”, aunque “será el visitante el que tenga que descubrir y el que haga las relaciones entre las plataformas en las que se han concretado algunas de las obras”, así como en las estanterías que acogen maquetas, proyectos, ideas, “algunas acabadas, otras menos realizadas”, y que recrean “el mundo de José Ramón”, con el que convive habitualmente en el estudio de Bakaiku. Aquel es el hábitat natural de Anda, que, para algunos, es “un artista idílico que vive en una plácida comunión con la naturaleza” y trabajando con la madera; sin embargo, Balda destacó que, si bien esa imagen “es cierta en parte”, la verdad es que este artista es “un tenaz trabajador, muy esforzado en sus empeños y en su causa formal”.
La exposición. José Ramón Anda. Causa formal y material.
Lugar y fechas. Abierta en la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza hasta el 1 de octubre.
Homenaje a Pedro Manterola. La publicación que se ha editado y que hace las veces de catálogo incluye una separata con un texto que Pedro Manterola escribió con motivo de la exposición de Anda en la galería Kribia en 1996 y con el que se pretende rendir un homenaje al profesor, artista y exdirector del Museo Oteiza fallecido en 2016.
Visitas guiadas. Domingo 25 de junio, a las 12.00 horas, visita guiada por José Ramón Anda y Javier Balda; domingo 17 de septiembre, visita guiada por Aitziber Urtasun, responsable de Didáctica del Museo Oteiza. Actividad gratuita previa presentación de la entrada.
Visita al estudio de Anda. Sábado 23 de septiembre, 10.00 horas, salida desde Pamplona rumbo a Bakaiku. Regreso a las 14.00 horas. 15 euros. Inscripción en didactica@museooteiza.org y en el 948 33 20 74.
Campamento de verano. Del mobiliario a la escultura. Taller para niñas/os de 5 a 11 años, del 21 al 25 de agosto. Bilingüe.
Taller en familia. Domingo 1 de octubre, de 11.00 a 13.00 horas. Necesaria inscripción.