Cristina Blasco se doctora con una tesis sobre Hannah Arendt

pamplona - Cristina Blasco Roy (Cortes, 1989) ha obtenido el grado de doctora por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis Sujeto y subjetividad en el pensamiento ético-político de Hannah Arendt, que le ha valido la calificación de sobresaliente cum laude por unanimidad del tribunal.

Blasco Roy es licenciada en Filosofía por la Universidad de Zaragoza y cursó el Máster de Profesorado por la Universidad de Salamanca. En la Universidad de La Rioja ha cursado el Máster Universitario en Patrimonio (Historia, Cultura y Territorio), con el mejor expediente de su promoción. Desarrollada en el departamento de Ciencias Humanas de la Universidad de La Rioja, su tesis doctoral ha sido dirigida por José Mª Aguirre Oraa. En ella, Cristina Blasco Roy pretendía estudiar el sentido que adquiere la figura del sujeto en pensamiento ético-político de la filósofa Hannah Arendt. De este modo, la ya doctora defiende la hipótesis de que el concepto de pluralidad -al que tanta atención han prestado los principales comentaristas de su obra- no tiene sentido sin el reconocimiento de otro concepto clave: la subjetividad.

hechos que podrían repetirse La conclusión resultante es que lo político -la participación efectiva por parte del ciudadano a la hora de establecer y juzgar las leyes y constituciones- no existiría si no se diera un impulso original en el sujeto para participar activamente en los asuntos intersubjetivos. Responder a la pregunta sobre el lugar al que queda relegado el sujeto en el pensamiento arendtiano implica demostrar que, a pesar de que el sujeto propuesto por Arendt se define como un ser-entre-los-otros-, esto es, un ser cuyos pensamientos y actos se inscriben siempre bajo la asunción de ser un nosotros, no deja de poseer una subjetividad singular y única desde la cual se constituyen dichos pensamientos y acciones.

La finalidad última de este estudio no es otra que la de despertar la conciencia en torno al hecho de que acontecimientos tan nefastos como el totalitarismo nazi del siglo XX no son cosa del pasado, ya que este tipo de violencia es una amenaza permanente que podría repetirse si se dan las condiciones propicias, y depende no de “los hombres” sino de “cada uno de nosotros” que tal barbarie no vuelva a sucederse. - D.N.