“Estoy aquí como mujer gitana, flamenca y navarra que soy. No tengo los rasgos típicos, soy rubia, blanca y de ojos claros, pero soy gitana de los pies a la cabeza y no me avergüenzo de serlo y de decirlo”. Así se presentó ayer la navarra Lorena Jiménez en la rueda de prensa inaugural del Festival Flamenco On Fire. Toda una declaración de intenciones para abrir una edición que está dedicada a las flamencas con un objetivo muy claro, “situar la figura de la mujer en el flamenco, que no siempre ha tenido ni el reconocimiento ni el lugar que merece, rompiendo prejuicios y tabúes”, como apuntaba el pasado domingo en estas mismas páginas Juan Casero, director del festival.

Para situar todavía mejor a la mujer en el flamenco, nada mejor que darles voz a ellas para que aporten la visión desde dentro. En estas líneas, DIARIO DE NOTICIAS ha hecho coincidir a tres de las mujeres que participan en el Flamenco On Fire, tres artistas que, con propuestas hartas de calidad pero, a su vez no exentas de riesgo, están marcando la senda del flamenco actual.

Hotel tres reyes, 24 de agosto

‘Delirium tremens’

La Tremendita

Rosario Guerrero AKA La Tremendita es flamenca por tradición, por vocación y por amor. Una pasión, y un trabajo, que defiende con las mejores armas del ser humano: la inteligencia, la fuerza y la pasión. “La mujer, no solo en el flamenco, sino también en la sociedad y en la vida, ha tenido un papel fundamental. El flamenco ha estado anteriormente tal y como estaba la sociedad y la vida: hace 50 años la mujer no tenía ni voz ni voto y ahora tiene un papel importante, como el hombre. Creo que, desde el punto de vista feminista, estamos hablando de igualdad. Así, es importante que este festival esté dedicado a la mujer y que ésta tenga una papel fundamental, de la misma manera que será importante que algún día no sea necesario dedicar un festival a la mujer porque estemos en la sociedad al mismo nivel que el hombre”.

La Tremendita aporta una propuesta con raíces pero transgresora; una transgresión que viene marcada por el hecho de contar las cosas que suceden ahora, no las de hace 50 años. “Creo que es muy importante que el flamenco esté integrado en la sociedad y en el tiempo que estamos viviendo. A mi generación, lo que le toca es contar lo que está sucediendo ahora. Yo siempre tuve la necesidad de contar mi presente, por eso empecé a escribir... Cuando mi padre me ponía una letra de campo y de cárcel, yo le decía que me parecía bien, pero que yo no había estado ni en el campo ni en la cárcel. Al final, una siente la necesidad de contar el hoy y el ahora, inmersa en la globalización, con otras músicas y disciplinas porque me siento parte de la sociedad”. Y para muestra de ello, no hay mejor botón que el espectáculo que presentará en Pamplona: Delirium Tremens, que se divide a su vez en cuatro movimientos: Caótica (caos), Fuga (aceptación), Ahínco (aprendizaje) y Tedeum (aceptación). “El espectáculo refleja un viaje emocional basado en una crisis. Creo que todos los seres humanos, en algún momento de nuestra vida, sufrimos alguno de estos episodios, al igual que la propia sociedad en sus facetas artísticas o políticas. Es algo cíclico. En algún momento de nuestra vida nos hemos sentido en el caos, hemos tenido que aceptarlo y aprender a salir de ahí. Así, el espectáculo es bastante autobiográfico porque se trata de un viaje emocional que plantea el momento en el que yo me encontraba desde una necesidad vital de contarlo. Pero no es nada extraordinario que me ocurriera a mí, sencillamente es algo que pasa”. Un concierto que, además, La Tremendita desarrolla con un bajo entre las manos, algo absolutamente inusual. “Mi padre siempre me ha tenido en casa con la guitarra en las manos, o con el piano... también he tenido una batería. Pero también veía a personas que admiraba, como Diego Amador, que tocaban el bajo eléctrico. Y yo me siento música, lo de cantar forma parte de mi disciplina, pero cuando me levanto lo primero que hago es coger el bajo o la guitarra. Para mí, el cante sin mis instrumentos y arreglos no tendría sentido, creo que es algo que me han inculcado en casa, esa vena musical y creativa. Y lo del bajo creo que viene desde pequeñita, porque yo tengo la voz muy aguda, pero estaba obsesionada con los graves, y el bajo me da ese colchón que me fascina”.

caballo blanco, día 25; balcón de l consistorio, día 26

‘Con nombre de mujer’

Naike Ponce

La cantaora y bailaora Naike Ponce, nacida en Sanlúcar de Barrameda, en esta edición del Flamenco On Fire actuará por partida doble. “Todo lo que se haga a favor de la mujer, para valorar su ser femenino, siempre es bueno porque vivimos en un mundo que no es igualitario. Y, por lo tanto, claro que es necesario que festivales como este se dediquen a la mujer... aunque ojalá no lo fuera”. En lo que al flamenco respecta, “cuanto más difícil te lo ponen, más dura te haces. La mujer es bastante fuerte por naturaleza, ya que las mujeres creadoras somos las que parimos. Al ponérnoslo la sociedad tan difícil, nos hemos superado a nosotras mismas. Desde La Niña de los Peines ya era una reivindicación que la mujer pudiera dedicarse a ser a artista, porque en aquella época resultaba violento para la sociedad y estaba mal visto. Siempre hemos sido luchadoras y lo que tenemos hoy está claro que nos lo hemos ganado a pulso”.

Respecto a su actuación en el balcón de la Mañueta, apunta que “será una experiencia nueva, aunque cantar sí lo había hecho antes, porque desde niña interpretaba saetas. En cualquier caso el balcón siempre es imponente, pero como voy bien rodeada, con el maestro Juan José Suárez Paquete y su hijo Paquetito, será como estar en familia; diferente pero emotivo”. En cuanto al proyecto que presenta, Con nombre de mujer, “hace dos años nos adelantamos al boom del homenaje a la mujer con este disco. Se trata de versiones de muchos estilos musicales pero unidas con nuestro sonido propio, flamenco pero fresco y genuino. Y así le haremos un gran tributo a la mujer porque de ahí venimos”.

balcón de la mañueta y caballo blanco, día 23

‘Toques de este y oeste’

Kati Golenko

La guitarrista polaco-americana Kati Golenko también hará doblete en el Flamenco On Fire. “Es importante que el festival haya dedicado esta edición a la mujer, pero también especialmente que haya programado un ciclo de mujeres guitarristas. Hay historias que me cuentan, y que yo he vivido, en el sentido de que ven a un hombre tocando una guitarra y lo contratan por ser hombre; es decir, tenemos la imagen de que solo los hombres pueden tocar la guitarra flamenca. Tras muchos años sin que las mujeres guitarristas flamencas hayan tenido visibilidad, es muy importante hacer un esfuerzo para que salgan ahora a los escenarios. Para mí, por ejemplo, es muy importante esta actuación porque será la primera vez que toque en un escenario ante tanto público, además de que este concierto ya me está abriendo puertas para tocar en otros sitios. Es necesario dar un paso adelante programando ciclos así para que las chicas crean en sí mismas, provocando que crezcan. Igual no tocamos todavía como Paco de Lucía o Vicente Amigo, pero para llegar a ese nivel primero hay que dar este tipo de oportunidades”. En este sentido, Kati ha tenido una pelea por partida doble, como mujer y como extranjera que viene aquí a tocar flamenco. “Hay mucha presión para los extranjeros... pero también la hay para españoles que no han crecido en familias flamencas y quieren hacerse un hueco en este arte; el flamenco no se trata de extranjeros, de gitanos o de payos, sino de los años que lleves viviendo y tocando el flamenco”.

En cuanto a su cita de la Mañueta, Kati interpretará “rondeñas, bulerías, tangos, tarantas, seguiriyas y rumbas. Unos temas serán muy flamencos y otros de fusión, ya que soy americana; también cantaré, y lo haré en español y en inglés, porque el flamenco no solo se puede cantar en español”. En el Caballo Blanco actuará acompañada por la bailaora y cantante húngara María Keck, con el espectáculo Toques de este a oeste.