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Miquel Barceló ilustra el ‘Fausto’ de Goethe: “Todos tenemos un Mefistófeles dentro”

El pintor trabaja ya en la segunda parte de la obra, que verá la luz en 2019

Miquel Barceló ilustra el ‘Fausto’ de Goethe: “Todos tenemos un Mefistófeles dentro”Foto: Fernando Alvarado

madrid - El artista Miquel Barceló ilustra el Fausto de Goethe en una edición lanzada por Galaxia Gutenberg, que estará dividida en dos partes y en la que el autor reconoce su vigencia porque “dice cosas que atañen directamente” a la sociedad de hoy.

“Todos tenemos un Mefistófeles dentro”, explicó el pintor mallorquín durante una rueda de prensa, en alusión al personaje diabólico que atormenta al doctor Fausto en el clásico de Goethe. Para Barceló, Fausto es “una reflexión sobre el poder, el deseo y el mal de la vida, todo lo que inquieta al ser humano. Y por eso lo leemos hoy y se llama clásico: es una obra fascinante”, reiteró.

Reconoce que durante este trabajo -que le ha llevado varios años- se ha planteado la “identificación” con el protagonista de la obra: “Entiendo a Fausto: cuántas veces está uno en el taller horas y horas cuando sabe que la calle está llena de cosas que desea”.

Esta primera parte se corresponde con la primera parte que se publicó con Goethe en vida, en 1808. Las previsiones de la editorial es que la segunda parte -obra póstuma publicada 26 años después de la original- salga “por estas mismas fechas” en 2019 -Barceló ya tiene varias ilustraciones-.

El pintor reconoce que su método de trabajo “tiene mucho de azar”, sin ceñirse “literalmente” al texto de Goethe, aunque “todo está” en el libro. Un grupo de ciegos dando palos al aire “tanteando la oscuridad”, un planeta lleno de moscas “que refleja putrefacción” o una mujer pariendo en un juego de imágenes que recuerdan al diablo son algunas de las ilustraciones que se alternan con la letra impresa.

En 2017 Barceló envió las primeras ilustraciones a su editor durante un viaje por la India. “A diferencia de La Divina Comedia -también ilustrada por el pintor-, que tenía un aire africano, en este se nota la influencia de figuras hinduistas: dioses con muchos brazos, piernas u ojos o figuras de guerreros tibetanos”, apuntó.

pasión por ilustrar libros Pese a reivindicar que es “pintor y no ilustrador”, el autor reconoció su pasión por ilustrar libros. “Hacer libros me parece siempre lo más urgente entre manos. Exposiciones ya he hecho muchas, tal vez demasiadas, pero con los libros tengo la sensación de que nunca es lo suficiente”, explicó.

De hecho, adelantó que hay libros a los que lleva “años dando vueltas. La Biblia sería un buen tema, el Popol Vuh, el Libro tibetano de los muertos... incluso la Crónica de Indias de Bartolomé de las Casas, que es un poco western y, como los toros, un poco tabú”, comentó con humor.

Sobre su futuro, reconoció “no tener ni idea” de lo próximo que hará: “Cuando voy al taller casi nunca sé lo que haré y eso me gusta: si no fuera así, no iría. Mis técnicas se han ido ampliando y hago cuadros cada día, pero no sé qué voy a hacer”, indicó.

Preguntado sobre su opinión respecto al arte actual y, en concreto, la última acción de Banksy destruyendo su propia obra en una subasta, fue escueto: “No es nuevo ni relevante, ya han pasado cosas así. La Mierda de artista de Mazini, por ejemplo, tiene muchos años”. - E.P.