Síguenos en redes sociales:

Agur Vendetta

El día 28 de diciembre, la carpa instalada en Atarrabia (Entrecementerios) acogerá el concierto de despedida de la banda navarra

Agur VendettaFoto: cedida

pamplona - Allá por 2007 nació un nuevo grupo en Iruña, conjugando a veteranos de la escena con nuevos valores. Marcados por el ska, su primera referencia fue la versión que hicieron del himno del Irrintzi para el disco de las peñas. A partir de ahí, Vendetta fue creciendo con coherencia y sentido, paso a paso, a base de trabajo y tesón, hasta dar a luz 5 discos. El día 28 dirán agur con un concierto ante más de 5.000 personas. Aunque las entradas están volando, todavía se pueden comprar en musikaze.net al precio de 17 euros. Los menores podrán acudir al concierto, pero para ello deberán seguir las instrucciones que el propio grupo ha colgado en su página web respecto a las autorizaciones requeridas.

Rubén, Luisillo y Javiero fueron los encargados de afrontar la última entrevista del grupo con DIARIO DE NOTICIAS.

¿Qué fue, es y será Vendetta?

-Luisillo: Fue una historia creada con mogollón de ilusión. Es una realidad palpable. Y lo que será, no lo sé ni yo ni nadie.

A sabiendas de que las casuísticas de cada grupo son particularmente diferentes, ¿qué sucede en Euskal Herria que a las bandas les ha dado por dejar los escenarios en su momento más dulce?

-Luisillo: Pues que, por una vez, los grupos de Euskal Herria tienen dignidad, son honestos y sinceros.

-Javiero: Nosotros hemos hecho lo que hemos querido. Veníamos de una historia parecida, ya que con Skalariak vivimos un ciclo de 10 años, aunque nos parecieron 20 por la intensidad, en plan gira, disco, gira... sin parar. Y también lo dejamos en un momento muy bueno. Y con Vendetta hemos vivido otro ciclo de diez años.

-Rubén: Y, además, por un lado están los ciclos y realidades de un grupo, que puede ir muy bien, y por otra parte, las realidades personales de cada uno.

En cualquier caso, ¿ha resultado duro decir que no a un formato musical que funcionaba y que, entre comillas, aseguraba el pan?

-Luisillo: Cuando se pasa de hoja, se pasa de hoja. ¿Duro? Para mí, duro sería estar siempre en la misma hoja, porque creo que me hartaría. Nos han vendido que un trabajo es para siempre, que una mujer es para siempre... y, realmente, lo único que sigue es una religión para siempre. En mi caso, además, el cambio es con alegría. No es como decir ¡no puedo más! No. Hay que renovarse, hacer cosas nuevas. Volver a sentir ese gusanillo de la novedad, volver a buscar la conexión con la gente.

-Rubén: Las realidades de otros grupos no las conozco, pero respecto a la que se nos planteó a nosotros, creo que tomamos la decisión correcta. Y, casi un año después de haberla tomado, cada vez estoy más convencido de ello.

-Javiero: Para mí tampoco ha sido una decisión dura. Y, como digo, son diez años pero nos han parecido 20, se ha hecho súper largo, en el buen sentido.

-Luisillo: Es muy intenso y cada año suma como dos. Diez años para quien te escucha cada cierto tiempo no es mucho, pero para ti, que estás 24 horas pensando en eso...

¿Veremos a una buena parte de lo que es Vendetta arrancar juntos otros proyectos? Al margen de Modus Operandi, en el que participan Rubén y Enrikko.

-Javiero: Modus Operandi se gestó antes de que tomáramos la decisión. Y yo estoy haciendo una historia con mis hermanos (Los Hollister), más rock. Pero sí, seguiremos trabajando y haciendo cosas gente de Vendetta.

¿Por la línea más o menos marcada del ska?

-Luisillo: Sí, creemos que es un camino bonito en el que todavía hay muchas cosas por hacer, y en el que se está a gusto y nos resulta cómodo.

Durante todo este año, Vendetta se ha sumergido en un gira de despedida, con conciertos muy especiales, pero nada que ver con el último, el que ofreceréis el 28 de diciembre. ¿Qué podéis adelantar respecto al repertorio y las colaboraciones de ese día?

-Javiero: Jamás hemos tocado más de dos horas, pero ese día llegaremos a las dos horas y media. Y, además, interpretaremos canciones que no habíamos tocado desde hace mucho tiempo, del primer y del segundo disco. Se trata de dar un repaso a la discografía. Y, en cuanto a los invitados, no queremos contar con estrellas, por decirlo de alguna manera, sencillamente hemos invitado a músicos. Así, estarán todos aquellos que han colaborado en nuestros discos, y contaremos con una sección de cuerda, coristas, refuerzo de metales, una batukada...

-Rubén: Lo que vamos a hacer es vestir algunos temas con más colorido. Al final, somos cinco músicos a los que nos acompañarán gente amiga, a la que tenemos mucho cariño.

¿Se grabará este último concierto con la idea de editarlo?

-Luisillo: Lo vamos a grabar, pero para nosotros, no para editarlo y venderlo.

-Javiero: Es un bolo para disfrutar, nosotros y los fans; dejando fuera la presión de que se está grabando.

Antes de llegar a este último concierto, Vendetta también ha ido adelantando despedidas especiales, como la gira en un solo día por las capitales de Euskal Herria. ¿Cómo surgió la idea y por qué elegisteis ese formato acústico y casi sin avisar?

-Javiero: Fue una majaronada que se nos ocurrió. Lo vimos como una despedida de esa gente fiel que nos ha seguido a mogollón de bolos; y, de hecho, esas fueron las caras que vimos. Y, además, se sumaba el hecho de tocar en la calle, prácticamente a pelo.

-Rubén: Tocamos en ocho sitios, que eran los puntos de venta de entrada físicas para el concierto del día 28.

-Luisillo: Unimos los puntos de venta con una especie de despedida cariñosa entre nosotros.

-Rubén: Y fuera de nuestro hábitat natural, que son los escenarios, para estar cara a cara con la gente.

A las puertas del adiós, ¿qué ha sido lo mejor y lo peor? ¿Se os ha quedado algo en el tintero?

-Luisillo: A mí no se me ha quedado nada en el tintero, me he quedado a gusto. Lo mejor, que hemos recibido un cariño de la gente espectacular. Lo peor, que todas las cosas acaban teniendo su punto de rutina y cansancio. Pero me quedo con el cariño de la gente.

-Rubén: La meta ha sido disfrutar cada momento, y la banda ha llegado a un punto incluso más alto del que pensaba, por lo que no se me ha quedado nada por cumplir. Lo mejor, las experiencias vividas, conciertos intensos, viajes... ha sido algo impresionante. Y lo peor, quizá momentos físicos, con problemas de salud, que te hacen pasarlo mal en las giras.

-Javiero: Esto muy satisfecho de lo que ha sido la banda, y no tengo la sensación de haberme perdido algo. Me quedo con las salidas a Latinoamérica, las giras europeas; era un poco lo que queríamos, abrirnos internacionalmente.

Luisillo, ‘Madre’. Refleja el sentimiento hijo-madre de una forma espectacular, se me pone la piel de gallina cada vez que la escucho o que hablo de ella.

Enrikko, ‘Leña al fuego’. Es una canción en la que cantamos todos y yo la veo un poco como el tema de la unión, de la fuerza, de hacer una piña. Además fue el single adelanto de 13 balas y salió con un videoclip grabado en mi pueblo natal, Tolosa, y eso también me hace especial ilusión.

Javiero, ‘Buonasera’. Es una canción que, desde que la hicimos, no ha faltado en ningún concierto. El videoclip refleja lo que era el momento, con toda la banda haciendo el mono. Es un tema que me da muy buen rollo.

Pello, ‘Pao Pao’. Escribir un tema junto con el gran Toni Mejías es una experiencia maravillosa. Y solo de pensar en las increíbles fiestas que hemos culminado en estos últimos años con esta canción, se me llena el alma.

Rubén, ‘Botella de ron’. Me gustan las canciones que son verdad y con las que me pueda identificar, como es el caso. Y, además, se da la mezcla perfecta de ritmo, identificarte y verdad.